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viernes, 28 de abril de 2017

MATRIMONIOS - LA EMOCIÓN, UNA MALA CONSEJERA


LA EMOCIÓN, UNA MALA CONSEJERA

1Pe 3:7 Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo.

INTRODUCCIÓN

Todos tenemos emociones, algunas bellas otras no tanto. Pero como seres humanos lidiamos todo el tiempo con la emoción. El problema radica cuando la emoción nos controla y domina nuestras acciones.
Todos nos hemos enojado en algún momento, pero quienes más cometen errores y lastiman son aquellos que dominados por la emoción terminan violentando, maltratando o hiriendo a su pareja.
En todo momento la emoción está presente, desde que nos levantamos hasta que nos acostamos y ellas tienen el poder de dañarnos el día, una amistad, una relación o hasta el hogar si se lo permitimos.

DESARROLLO

Nuestra alma se ha cargado con la emoción por muchos motivos, disgustos, malas palabras, heridas, desamor, rechazo, odio, dolor, perdidas, abandonos entre muchas cosas frecuentemente llegan al corazón del hombre haciendo que su emoción fluctué constantemente impidiéndole mantenerse en paz y tranquilidad.

El enemigo lo sabe, por eso frecuentemente manipula nuestras emociones condicionando nuestras respuestas a la emoción. Si sentimos celos, la respuesta es odio, venganza, que hacen que en medio de una discusión no tomemos las mejores decisiones.

Por eso, es recomendable no tomar decisiones cuando se está en caliente, pues esta es muy mala consejera. Puedes tomarlo para todo, para tu hogar, tu familia, tus negocios, todo lo que hagas, si lo haces basado en la emoción, como esta no perdura, lo que hagas jamás permanecerá si es bueno, y si es negativo, entonces, obstruirá a la razón y dirás, oirás y pensaras todo aquello que la emoción quiera que pienses para destrucción de tu propia vida y familia.

La emoción es la peor consejera que puedes tener, ella ha destruido más hogares que cualquier cosa. Pues ella nos manipula a sentirnos heridos y lastimados, y al vernos como victimas solo podemos reaccionar sin pensar en lo que hacemos o decimos.

CONCLUSIÓN

La emoción surgirá, pero solo la conciencia puede mantenernos al tanto de su influjo. Controlarla no es fácil, se necesita de la práctica frecuente de la presencia de Dios para que esta no nos domine y así poder pensar con claridad.

No tomes decisiones basadas en la emoción, si estas triste, lastimado, herido, de seguro tomaras decisiones que te conducirán a perder tu matrimonio.
Aprende a conocerte, al auto descubrirte en Dios, comprenderás de donde proviene la emoción y aprenderás a lidiar con ella hasta que puedas controlarla. Solo así podrás vivir en paz con tu pareja.

Oremos, Señor ayúdanos a no dejar que la emoción sea nuestra consejera en la pareja, que seas tú quien nos aconseja para que perdonemos, abandonemos el orgullo y podamos rendir nuestro ser a tu amor, para que así podamos amar a nuestro cónyuge, amen.



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