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lunes, 20 de marzo de 2017

TIEMPO DE REFLEXIÓN


Había una vez...
Un muchacho que nació con cáncer. Un cáncer que no tenía cura. Tenía 17 años y podía morir en cualquier momento. Siempre vivió en su casa, bajo el cuidado de su madre. Ya estaba cansado y decidió salir solo por una vez. Le pidió permiso a su madre Y ella aceptó. Caminando por su cuadra vio muchas tiendas. Al pasar por una tienda de música y ver el aparador, notó la presencia de una muchacha de su edad. ¡Amor a primera vista! Abrió la puerta y entró sin mirar nada que no fuera ella. Acercándose poco a poco, llegó al mostrador donde se encontraba. Lo miró y le dijo sonrien­te: "Te puedo ayudar en algo?". Mientras él pensaba que era la sonrisa más hermosa que había visto en toda su vida. Sintió el deseo de besarla en ese mismo instante. Tartamudeando le dijo: "Sí, eh, uuhhh... me gustaría comprar un CD". Sin pensar tomó el primero que vio y le dio el dinero. -"Quieres que te lo envuelva?", preguntó la joven, sonriendo de nuevo. Él respondió que sí mo­viendo la cabeza y ella fue al almacén para volver con el paquete envuelto y entregárselo. Lo tomó y salió de la tienda. Se fue a su casa, y desde ese día en adelante visitó la tienda todos los días para comprar un CD. Siempre se los envolvía la joven, para luego llevárselos a su casa y meterlos al armario.

Él era muy tímido para invitarla a salir y aunque trataba, no podía. Su mamá se enteró de esto e intentó animarlo a que se atreviera a invitarla a salir, así que al siguiente día se armó de coraje y se dirigió a la tienda. Como todos los días compró otra vez un CD y como siempre, ella se fue atrás para envolverlo... Él tomó el CD; y mientras ella no estaba viendo, rápidamente dejó su teléfono en el mostrador y salió corriendo de la tienda.
- Riiiiiiiiiiiiiiing!!!!
Su mamá contestó: "¿Bueno?..". ¡Era la muchacha! Preguntó por su hijo; ella, comenzó a llorar y le dijo: "Murió ayer".
Hubo un silencio prolongado, cortado por los lamentos de la ma­dre. Más tarde, la mamá entró en el cuarto de su hijo para recor­darlo. Abrió el armario. En vez de la ropa, lo primero que encontró era un montón de CD's envueltos. Ni uno estaba abierto. Tomó uno y se sentó sobre la cama para verlo; al abrirlo, un pedazo de papel salió de la caja plástica. Decía: "¡Hola!, ¿quieres salir conmi­go? TQM... Sofía".
Al ver esto, la madre empezó a abrir uno y otro, y en cada CD había un papel, igual...    
Así es la vida, no esperes demasiado para decirle a ese alguien especial lo que sientes. Díselo hoy. ¡Mañana puede ser muy tarde!

Pro 27:1  No te jactes del día de mañana, 
 porque no sabes lo que el día traerá.


Nadie sabe lo que cada día traerá, con un nuevo día vienen nuevos desafíos, problemas y dificultades a enfrentar. Nadie tiene seguro su futuro, ni sabe cuántos años vivirá. Por eso, debemos tratar de vivir cada día con la mayor intensidad posible, teniendo en cuenta a la muerte como lo único seguro que tenemos en la vida. La muerte hace que valoremos nuestro tiempo y aquello en lo que lo gastamos, por eso es importante tener siempre en mente que la vida no la tenemos comprada y que en cualquier momento podemos estar encontrándonos con la muerte. La historia nos recuerda la premura con la que debemos vivir, no temas atreverte, no temas vivir la vida intensamente y cuando te digo esto no te incito al libertinaje, ni a la promiscuidad sexual, ni a nada indebido. Ama intensamente, vive intensamente, siente intensamente que hay motivos para disfrutar cada día, aunque no todo vaya bien. Tampoco te jactes de lo que harás mañana, ni te vanaglories por lo que has hecho o lo que harás porque no sabes cuánto tiempo estarás en esta tierra y tarde o temprano la muerte habrá de encontrarte.

GUÍA DE ESTUDIO

Que piensas de tus planes para mañana?
Tienes a la muerte en cuenta para tu vida?
Estas aplazando algo para después?
Vives con arrepentimiento cada día?
Examinas tu conciencia cada día?


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