ESTUDIO BÍBLICO 2 PEDRO 3

ESTUDIO BÍBLICO

Por: Camilo Sastoque

Ministerio Unidad de la Fe

2Pe 3:1  Queridos hermanos,  ésta es ya la segunda carta que les escribo.  En las dos he procurado refrescarles la memoria para que,  con una mente íntegra,

Pedro entiende que la mentalidad humana para que sea trasformada necesita de la repetición constante de aquellas cosas que son importantes para que se guarden primero en la memoria del individuo y luego estas puedan ser reveladas en la medida en que son puestas en práctica. De modo que sus dos cartas contienen un sencillo pero poderoso mensaje que exhorta a la iglesia a vivir una vida santa y obrando siempre en la voluntad del Señor.

2Pe 3:2  recuerden las palabras que los santos profetas pronunciaron en el pasado,  y el mandamiento que dio nuestro Señor y Salvador por medio de los apóstoles.

Es bueno y sano recordar las escrituras, releerlas todas las veces que sea posible, junto con el mensaje de Cristo a través de los evangelios, pues no todos tienen una mente prodigiosa que pueda recordar cada evento, de manera que con solicitud procuremos estudiar, leer y meditar en las escrituras y el mensaje que Cristo nos compartió.

2Pe 3:3  Ante todo,  deben saber que en los últimos días vendrá gente burlona que,  siguiendo sus malos deseos,  se mofará:

2Pe 3:4  "¿Qué hubo de esa promesa de su venida?  Nuestros padres murieron,  y nada ha cambiado desde el principio de la creación."

Muchos se preocupan por el tiempo en que ha de ocurrir la segunda venida de nuestro Señor y Salvador, algunos se burlaran de que no haya ocurrido aun, pero no entienden que el Señor tiene misericordia y ha extendido los tiempos para que no se pierdan.

2Pe 3:5  Pero intencionalmente olvidan que desde tiempos antiguos,  por la palabra de Dios,  existía el cielo y también la tierra,  que surgió del agua y mediante el agua.

Muchos de los que se mofan son creyentes que desprecian la profecía y desconocen intencionalmente lo que las escrituras nos revelan. Olvidan que la palabra de Dios que es Cristo mismo hecho carne, da sustento a la creación, ese verbo surgió del agua y por medio del agua inicio el ministerio que da vida eterna al que cree.

2Pe 3:6  Por la palabra y el agua,  el mundo de aquel entonces pereció inundado.

Por esa misma unidad entre la palabra y el agua, el mundo de la antigüedad pereció inundado. Pero ese mismo ministerio que trajo vida, en un tiempo pasado también tajo juicio sobre la humanidad. Pedro quiere ahondar en la simbología del agua, la palabra y la obra redentora de Cristo.

2Pe 3:7  Y ahora,  por esa misma palabra,  el cielo y la tierra están guardados para el fuego,  reservados para el día del juicio y de la destrucción de los impíos.

La palabra también ha entregado a justicia todo aquello que le ha sido confiado.

2Pe 3:8  Pero no olviden,  queridos hermanos,  que para el Señor un día es como mil años,  y mil años como un día.

Todo aquel que espera la segunda venida del Señor, debe comprender lo que Pedro nos dice aquí, para el Señor un día es como mil años, y mil años como un día, esta palabra da sentido a los días de la creación, y también da sentido a la esperanza del pueblo que espera con paciencia y sufrimiento la segunda venida de su Señor.

2Pe 3:9  El Señor no tarda en cumplir su promesa,  según entienden algunos la tardanza.  Más bien,  él tiene paciencia con ustedes,  porque no quiere que nadie perezca sino que todos se arrepientan.

El Señor siempre cumple sus promesas aunque no siempre ocurren en el tiempo que se espera, más bien con paciencia nos ha permitido arrepentirnos y llegar a él, para que aquellos que son llamados y elegidos por su gracia puedan alcanzar este don inefable.

2Pe 3:10  Pero el día del Señor vendrá como un ladrón.  En aquel día los cielos desaparecerán con un estruendo espantoso,  los elementos serán destruidos por el fuego,  y la tierra,  con todo lo que hay en ella,  será quemada.*

Todo predicador en su mensaje a de reconocer que el Señor ha de venir para preparar a su pueblo, para que el pueblo de Dios viva de manera consciente  de la presencia de Dios en cada momento, no es para asustarnos, ni para manipularnos, es una llamado a la conciencia del hombre para que viva conforme a la voluntad divina. El día de la segunda venida del Señor, es llamada por Pedro como el día del Señor, este vendrá u ocurrirá como cuando un ladro quiere entrar a robar, ocurrirá de imprevisto, de seguro el día en que menos nos lo esperemos, cuando todo parezca en calma. El ladrón solo entra a una propiedad cuando cree que no será sorprendido en flagrancia, cuando nadie esté presente, cuando menos se lo esperen, así ha de acontecer el día del Señor, vendrá sin dar señal alguna de que ocurrirá, por eso debemos estar alertas, conscientes.

2Pe 3:11  Ya que todo será destruido de esa manera,  ¿no deberían vivir ustedes como Dios manda,  siguiendo una conducta intachable

Su predicación es una clara exhortación a vivir de manera que honremos a Dios y sus mandamientos.

2Pe 3:12  y esperando ansiosamente* la venida del día de Dios?  Ese día los cielos serán destruidos por el fuego,  y los elementos se derretirán con el calor de las llamas.

Todo aquel que ame a Dios debe esperar con ansias en su corazón su nuevo advenimiento, pues será el día en que la gloria de Dios se hará manifiesta a toda la humanidad y el justo juicio de Dios se consumara.

2Pe 3:13  Pero,  según su promesa,  esperamos un cielo nuevo y una tierra nueva,  en los que habite la justicia.

Isaías profetizo acerca de un cielo nuevo y una tierra nueva (Isa_65:17; Isa_66:22). Nosotros como pueblo de Dios esperamos el cumplimiento de esta profecía que tendrá lugar de seguro cuando el Señor haya de venir a juzgar a los vivos y a los muertos.

2Pe 3:14  Por eso,  queridos hermanos,  mientras esperan estos acontecimientos,  esfuércense para que Dios los halle sin mancha y sin defecto,  y en paz con él.

Como vendrá cuando menos se le espere, se nos exhorta a vivir de manera que no se encuentre en nosotros con tres cosas específicas, sin mancha alguna, sin defecto y en paz. Sin macha que corrompa nuestro servicio y honra para con Dios, encontrarnos sin defecto es algo que solo puede ocurrir cuando operamos en la gracia de Dios, y en paz. 

2Pe 3:15  Tengan presente que la paciencia de nuestro Señor significa salvación,  tal como les escribió también nuestro querido hermano Pablo,  con la sabiduría que Dios le dio.

Pedro reconoce en esta carta que los mensajes de Pablo están llenos de la sabiduría que Dios le ha confiado, y también reconoce que el hecho de que no haya ocurrido la segunda venida de nuestro Señor Jesucristo es solo una muestra más de su paciencia para con nosotros y para con aquellos que se encuentran extraviados.

2Pe 3:16  En todas sus cartas se refiere a estos mismos temas.  Hay en ellas algunos puntos difíciles de entender,  que los ignorantes e inconstantes tergiversan,  como lo hacen también con las demás Escrituras,  para su propia perdición.

Pedro recurre a escribir sobre temas que ya Pablo les ha confiado a la iglesia, el solo con discernimiento hace evidentes algunas cosas y nos exhorta a vivir confiados en el amor del Señor.

2Pe 3:17  Así que ustedes,  queridos hermanos,  puesto que ya saben esto de antemano,  manténganse alerta,  no sea que,  arrastrados por el error de esos libertinos,  pierdan la estabilidad y caigan.

Debemos aprender a tener prudencia y sabiduría en lo que concierne al conocimiento de las escrituras para que no traguemos entero todo aquello que se nos predica, también para que no seamos arrastrados por aquellos que enseñan cosas engañosas, por creyentes libertinos que harán que caigamos y perdamos la estabilidad que ya habíamos logrado en el Señor. Los libertinos son aquellos que por causa de la gracia creen que pueden hacer de todo sin que ello los afecte, que sus acciones luego del perdona ya no tienen ninguna consecuencia, pero se equivocan y por ello es muy importante reconocer aquello que puede edificarnos y lo que no.

2Pe 3:18  Más bien,  crezcan en la gracia y en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.  ¡A él sea la gloria ahora y para siempre!  Amén.*

En vez de dejarnos influenciar por enseñanzas engañosas y por personas que no someten su naturaleza carnal viviendo bajo su influjo, vayamos en pos de crecer en la gracia y en el conocimiento de nuestro Señor Jesucristo añadiendo a nuestra fe, virtud, conocimiento y entendimiento de las escrituras, dominio propio y paciencia, para que el amor de Dios en fraternidad y presencia sea manifiesto a todos, gloria, aleluya, amén.