PREDICA DOMINICAL - SOMOS MIEMBROS LOS UNOS DE LOS OTROS

PREDICA DOMINICAL

Por: Camilo Sastoque

Ministerio Unidad de la Fe

SOMOS MIEMBROS LOS UNOS DE LOS OTROS

Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros.
Efesios 4:25 RVR1960

INTRODUCCIÓN

La iglesia ha perdido la unidad, esto no es nuevo, pero sigue tangente en la realidad de la iglesia hoy en día. Son muchos los siervos de Dios que en su predicación incluyen frases denigrantes de otros ministerios, que critican abiertamente sin conocer los frutos de otros, aunque haya quienes prediquen cosas que son equivocadas. Con todo ello poco a poco hemos caído en la desunión, olvidando lo que Jesús nos enseñó Juan 13:35 “De este modo todos sabrán que son mis discípulos, si se aman los unos a los otros”.

Una iglesia que no se reconoce como parte de un cuerpo está destinada a la división de sus miembros y a la imposibilidad de recibir lo que otros ministerios con los dones y enseñanzas que su congregación carece, puedan aportar a su desarrollo espiritual. La iglesia no crece más en gracia, poder y servicio porque se dedica más a criticar y juzgar que ha poner en practica la enseñanza de Jesús. No está mal que juzguemos la enseñanza equivocada, pero no podemos caer en el engaño de apartarnos los unos de los otros. 

Cuantas iglesias impiden que entre hermanos compartan, a cuantos sus siervos o lideres les han impedido compartir con otras congregaciones, ir a otras congregaciones que enseñan sana doctrina. ¿Cuántos de los lideres no comparten, ni invitan a predicar a siervos con otros dones ministeriales para ampliar su repertorio de predicación o es que nos creemos ser dueños de la revelación divina completa?, no lo somos. Claro que tenemos que tener cuidado de lo que se les enseña a los nuevos creyentes, pero a los maduros, no será que les corresponde a ellos juzgar si es correcto o incorrecto lo que reciben?. Creo que debido a esto existen muchos creyentes inmaduros, que solo esperan recibir lo masticado por su predicador, evitándose el desgaste de buscar.

DESARROLLO

El versículo que leemos nos recuerda que todos somos miembros los unos de los otros, sin importar que no predique como nos gusta o como nos parece que debe ser predicado. Cada uno ha recibido dones diferentes, no existe una norma para hacerlo, si uno lo hace mejor que otro, es solo un prejuicio a gusto del que escucha. Recordemos la advertencia, 2Ti 4:3 “Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias”, eso estamos escuchando, solo lo que nos gusta, prosperidad, bendición, sanidad, milagros?, y la enseñanza, la doctrina donde queda. No puedes aprovecharlo todo si no escuchas a los maestros, si no escuchas a los evangelistas, si no conoces la enseñanza de los apóstoles y profetas. 

Es necesario que la iglesia vuelva a “Aborreced lo malo, seguid lo bueno” (Rom 12:9).

como dice Pablo a los romanos, que volvamos a la unidad mediante la fe en Cristo que nos une como hermanos, basta ya de complejos de superioridad, de orgullo y vanidad. Formemos creyentes maduros que puedan discernir lo falso de lo verdadero, que no sean engañados, que pidan, que busquen y que llamen, no creyentes inútiles, que no indaguen lo que se les enseña. Forma creyentes que confronten la sana doctrina con amor, sin llegar al extremo del orgullo y la vanagloria por creer tener mejor doctrina que los demás. Si de algo me he podido dar cuenta es que no podremos saberlo todo, solo podemos conocer en algo todo aquello que de Dios se enseña, pues nuestra mente es limitada para comprender los misterios de lo eterno.

Como seria de bello que pudiéramos aprovechar la enseñanza en nuestras congregaciones de los grandes maestros de la escritura y generar debates sobre los temas que han generado discusión, sin peleas ni contiendas inútiles en donde cada uno pueda opinar y decir lo que piensa, para que aquel que escucha pueda discernir la verdad y no se quede con una sola versión. Bello también seria ver creyentes maduros que no tragan enteras cuanta cosa extraña se enseña en muchas congregaciones. Es hermoso cuando la iglesia entiende que es un cuerpo, parte el uno del otro y que ojalá pudiera aprovechar los dones de sus hermanos para su congregación y que todos pudiéramos beneficiarnos de los dones de hermanos bendecidos por el Señor.

CONCLUSIÓN

Que haremos entonces?, esperaremos estar unidos en la resurrección de los muertos? o nos uniremos como la iglesia de Cristo que somos, aunque no compartamos toda la doctrina en común, que tal si aprendiéramos de los mormones y los testigos de Jehova su evangelismo sin fin, de los carismáticos su pasión por Dios que contagia, de los bautistas, metodistas, presbiterianos su enseñanza, así como tomar de los romanos (no les llamamos católicos, porque creemos que católicos somos todos, como la iglesia universal de Cristo) la unidad que los caracteriza en todo el mundo. Qué tal si aprendiéramos y nos conociéramos, que tal si no nos dividieran las barreras religiosas que la religiosidad ha creado y fuéramos miembros los unos de los otros en amor y verdad, compartiendo nuestra fe en Cristo y testimonio de vida para alcanzar a los perdidos.

Cuando comprenderemos que no somos los únicos, que en otras congregaciones también hay fe, amor, gracia y pasión por Jesús, enamorados todos de Cristo podamos unirnos como el cuerpo de Cristo para transformar el mundo.

Oremos, Señor queremos ser tu cuerpo en este mundo, vivir en la unidad de la Fe para crecer como hermanos, hijos de un mismo Padre, en una misma fe, y una misma iglesia que carece de la división denominacionalista en la que se ha sometido, libéranos de las cadenas de la religiosidad y llévanos a conocer tu verdad con amor y pasión siempre, amen.