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viernes, 28 de octubre de 2016

ESTUDIO BÍBLICO SANTIAGO 3

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Estudio bíblico
Por: Camilo Sastoque
Ministerio Unidad de la fe

Jas 3:1  Hermanos míos,  no pretendan muchos de ustedes ser maestros,  pues,  como saben,  seremos juzgados con más severidad.
El llamado al ministerio incluye una preparación, no solo nuestros dones o talentos, por eso Santiago considera pertinente advertírnoslo. Como enviado al servicio de Dios sabe y considera el llamado como algo muy importante y que debe ser tomado con la seriedad y el compromiso que ello requiere. Como podemos ver el ministerio del Maestro en la iglesia es muy importante, porque ellos siempre llaman a la iglesia a la verdad, su enseñanza es profunda y su conocimiento de las escrituras es maravilloso, pero el problema del maestro es su boca, lo que dice, muchas de las enseñanzas que conocemos hoy en día, muchas de las doctrinas que se siguen están basadas en las opiniones de algunos de los maestros más reconocidos por algunas congregaciones. También el maestro es uno de los ministerios más difíciles porque la enseñanza debe estar basada en las escrituras con fundamento de las mismas, cualquier cosa que se enseñe debe ser confrontada con el filtro de las escrituras, cualquier enseñanza que no pase el filtro, debe ser desechada y no puede ser tomada en cuenta como doctrina. El maestro también debe ser una persona con una gran humildad para reconocer cuando se ha equivocado y sea fácilmente enseñable por el Señor. Pues será el maestro juzgado con más severidad por su propia enseñanza, ya que de ella dependen aquellos que buscan ser enseñados por la verdad.
Jas 3:2  Todos fallamos mucho.  Si alguien nunca falla en lo que dice,  es una persona perfecta,  capaz también de controlar todo su cuerpo.
Santiago nos da claridad en cuanto al perfeccionamiento del ser, nadie es perfecto aun, y todos fallamos y lo hacemos frecuentemente. Si alguien no falla entonces es perfecto, pero si dice ser perfecto entonces primero debería controlar todo su cuerpo, lo cual si bien no es imposible si es muy difícil de lograr. De modo que debemos ser cuidadosos de lo que enseñamos y también de corregir todo error que podamos haber consentido, para poder edificar al cuerpo de Cristo.
Jas 3:3  Cuando ponemos freno en la boca de los caballos para que nos obedezcan,  podemos controlar todo el animal.
Santiago continúa su disertación hablándonos sobre cómo podemos llegar a ser perfectos, y para ello usa un ejemplo del común. Todos conocemos a los caballos y como necesitan ser domados y que por medio de un bozal que se le coloca en la boca podemos llegar a controlarles.
Jas 3:4  Fíjense también en los barcos.  A pesar de ser tan grandes y de ser impulsados por fuertes vientos,  se gobiernan por un pequeño timón a voluntad del piloto.
Continua con otro ejemplo sencillo para dejar en claro su punto, recordemos que lo que existe puede servirnos de ejemplo para dar a conocer una verdad, algo que parece tan evidente puede ser pasado por alto, pero cuando meditamos en las escrituras y en la naturaleza ella puede traernos bellas y sencillas enseñanzas.
Jas 3:5  Así también la lengua es un miembro muy pequeño del cuerpo,  pero hace alarde de grandes hazañas.  ¡Imagínense qué gran bosque se incendia con tan pequeña chispa!
Y solo ahora revela su punto, así como el caballo solo es controlado por su boca, y el barco por el timón, el hombre posee igualmente un direccionador de todo su comportamiento, que es su lengua, que hace referencia a la palabra que se menciona. Con ella se pueden hacer grandes alardes o si calla dar apariencia de mansedumbre, prender un incendio o apagarlo. Es la lengua o más bien nuestro lenguaje el que es capaz de lograr muchas cosas en nuestras vidas, tanto para bien como para mal dependiendo de cómo sea usado.
Jas 3:6  También la lengua es un fuego,  un mundo de maldad.  Siendo uno de nuestros órganos,  contamina todo el cuerpo y,  encendida por el infierno,* prende a su vez fuego a todo el curso de la vida.
Si nuestro lenguaje es influido por las tinieblas y la carnalidad prende fuego, y un lenguaje encendido es causa de muchos incendios, en la familia, la pareja, la sociedad y el trabajo. Cuando nuestras palabras provienen de la maldad contaminan nuestro “cuerpo” lo cual hace referencia a todo nuestro ser (alma, cuerpo y espíritu). Un ser contaminado tiene como consecuencia un fuego que se extiende a todo el curso de la vida.
Jas 3:7  El ser humano sabe domar y,  en efecto,  ha domado toda clase de fieras,  de aves,  de reptiles y de bestias marinas;
En nuestra naturaleza existe el conocimiento que nos permite domar otras bestias y animales, ese saber parece innato al hombre.
Jas 3:8  pero nadie puede domar la lengua.  Es un mal irrefrenable,  lleno de veneno mortal.
Pero como menciona Santiago “nadie” puede domar su lengua. Parece indomable, llena de veneno que contamina todo lo que toca.
Jas 3:9  Con la lengua bendecimos a nuestro Señor y Padre,  y con ella maldecimos a las personas,  creadas a imagen de Dios.
Como podemos evidenciar la lengua es tremendamente difícil de domar, muchos bendecimos a Dios, le exaltamos, le alabamos, pero con ella muchos que decimos servir a Dios la usamos para maldecir (hablar mal) a los hermanos y a aquellos que están fuera de la iglesia. Como puede ser posible esto?, pues cuando la inconsciencia es evidente la palabra es irrefrenable y sin conciencia es imposible ver la imagen de Dios en nuestro prójimo.
Jas 3:10  De una misma boca salen bendición y maldición.  Hermanos míos,  esto no debe ser así.
La lengua es fuente de vida si es usada conforme al propósito divino, pero de ella no pueden salir bendición y maldición, o se esfuerza y sostiene en la bendición, dejando de lado el hablar mal, o se continua contaminándolo todo con ese mal hablar.
Jas 3:11  ¿Puede acaso brotar de una misma fuente agua dulce y agua salada?*
Jas 3:12  Hermanos míos,  ¿acaso puede dar aceitunas una higuera o higos una vid?  Pues tampoco una fuente de agua salada puede dar agua dulce.
¡Es imposible!, una fuente solo puede dar un tipo de agua, y esa agua es tipología de la palabra, o hablas bendición, o hablar maldición, solo existen estas dos posibilidades. De modo que si no estás hablando bendición, estás hablando mal y así solo podrás vivir y disfrutar las consecuencias de ellas. El fruto de lo que vivimos o experimentamos proviene de lo que hablamos.
Jas 3:13  ¿Quién es sabio y entendido entre ustedes?  Que lo demuestre con su buena conducta,  mediante obras hechas con la humildad que le da su sabiduría.
Como podemos reconocer que alguien es sabio?, porque esa persona refrena su lengua y no habla por hablar, como es común. Además su conducta refleja aquello que habla o predica. También es una persona humilde, enseñable, y dispuesta para obrar con verdad y amor.
Jas 3:14  Pero si ustedes tienen envidias amargas y rivalidades en el corazón,  dejen de presumir y de faltar a la verdad.
La sabiduría de Dios no viene acompañada de envidia, ni amargura, ni rivalidad alguna, porque quien tiene esto en su corazón no ha probado la dicha de la verdad, la paz del perdón y el gozo de la salvación. La sabiduría es el entendimiento de la verdad y la práctica del amor y en ella no cabida para ninguna de estas motivaciones en el corazón.
Jas 3:15  Ésa no es la sabiduría que desciende del cielo,  sino que es terrenal,  puramente humana y diabólica.
Es claro que existe una sabiduría terrenal capaz de engañar a los indoctos, pero esta carece de paz, pureza, bondad, docilidad, compasión y frutos de arrepentimiento.
Jas 3:16  Porque donde hay envidias y rivalidades,  también hay confusión y toda clase de acciones malvadas.
Como podemos discernir en donde habita la sabiduría, pues en donde no habita la envidia, la competencia, la rivalidad, la confusión y toda acción motivada por la maldad del corazón.
Jas 3:17  En cambio,  la sabiduría que desciende del cielo es ante todo pura,  y además pacífica,  bondadosa,  dócil,  llena de compasión y de buenos frutos,  imparcial y sincera.
Mientras la sabiduría divina es contraria a la del mundo. El mundo considera a lo impuro puro, lo malo bueno, la mansedumbre o docilidad como algo malo, la mentira como algo bueno, la compasión como algo inútil, y la imparcialidad algo en el olvido, Como poder diferenciar una sabiduría de la otra, porque la del mundo solo pertenece al ámbito de la mente, puede aparentar, al final la mentira saldrá a la luz, pero no es, mientras que la verdadera solo puede engendrar verdad, ella es.
Jas 3:18  En fin,  el fruto de la justicia se siembra en paz para los que hacen la paz.
La sabiduría divina solo puede ser justa y verdadera, y su fruto es paz, en donde no hay paz, no está Dios, pues sus obras y palabras son evidentes, ellas pertenecen a la verdad y al amor.


5 comentarios:

  1. Que bendición la palabra es clara y eficaz. Gloria a Dios�� He aprendido por medio de este estudio. Dios les bendiga! ����

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  2. Estudiar la palabra de DIOS es muy importante en nuestras vidas, para ser personas con conocimientos y valores

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  3. Gracias x las enseñanzas, Dios siga usandolos

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  4. Muchas Gracias Por su Estudio Excelente Bendiciones

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Gracias por compartir con nosotros. Bendiciones