ESTUDIO BÍBLICO TITO 3

ESTUDIO BÍBLICO

Por: Camilo Sastoque

Ministerio Unidad de la Fe

Tit 3:1  Recuérdales a todos que deben mostrarse obedientes y sumisos ante los gobernantes y las autoridades.  Siempre deben estar dispuestos a hacer lo bueno:

La naturaleza carnal del hombre tiende a necesitar que se le recuerde lo que es necesario para someterla en obediencia y sumisión. La autoridad tiene la particularidad de levantar en la naturaleza terrenal la rebeldía, pues es inherente al percibirse como libre, aunque en realidad no lo sea, nuestra mente nos engaña al creer que en la rebeldía del alma podemos encontrar libertad. Quien permite que Dios obre a través de la obediencia y sumisión de su ser, puede estar dispuesto siempre a obrar correctamente, sin que sea una carga.

Tit 3:2  a no hablar mal de nadie,  sino a buscar la paz y ser respetuosos,  demostrando plena humildad en su trato con todo el mundo.

El sometimiento a la disciplina del Espíritu, busca generar en el hombre frutos visibles en su forma de hablar, en lo que busca, en lo que da, y es en todo.

Tit 3:3  En otro tiempo también nosotros éramos necios y desobedientes.  Estábamos descarriados y éramos esclavos de todo género de pasiones y placeres.  Vivíamos en la malicia y en la envidia.  Éramos detestables y nos odiábamos unos a otros.

La necedad y la desobediencia son naturales para el hombre no regenerado, son su forma natural de responder ante la autoridad y ante la sabiduría, descarriándonos del camino y volviéndonos esclavos de los placeres y pasiones de esta vida, la malicia y la envidia corrompían nuestro comportamiento y nuestra forma de pensar, mientras ahora somos conscientes de estos pensamientos, y tenemos el poder para trascenderlos y vivir en libertad.

Tit 3:4  Pero cuando se manifestaron la bondad y el amor de Dios nuestro Salvador,

Dios es nuestro salvador, libertador, redentor, rescatador, nuestra salvación solo pudo hacerse manifiesta por medio del amor y la bondad de Dios que se hizo manifiesta en Cristo.

Tit 3:5  él nos salvó,  no por nuestras propias obras de justicia sino por su misericordia.  Nos salvó mediante el lavamiento de la regeneración y de la renovación por el Espíritu Santo,

Su salvación no proviene de nuestra propia justificación, ni de lo que hacemos, provienen de Dios, para que el hombre no busque vanagloriarse, sino desprenderse de su propia autojustificación y se entregue a Dios. Nos salvó mediante el bautismo o inmersión en la regeneración y la renovación por el Espíritu Santo, la regeneración es el restablecimiento de la vida espiritual que había sido muerta por el pecado, pero que ahora con la presencia del Espíritu en nuestras vidas puede ser restablecida, y la renovación consiste en el quebrantamiento del hombre exterior, esa naturaleza canal para que el espíritu sea evidente en la vida del creyente.

Tit 3:6  el cual fue derramado abundantemente sobre nosotros por medio de Jesucristo nuestro Salvador.

Para que pudiésemos ser bautizados con el fuego del Espíritu Santo y este obrara en regeneración y renovación de la naturaleza divina, Jesús fue entregado como sacrificio, para que la paga del pecado fuese cumplida y el hombre pudiese recibir esta preciosa salvación.

Tit 3:7  Así lo hizo para que,  justificados por su gracia,  llegáramos a ser herederos que abrigan la esperanza de recibir la vida eterna.

Justificados por la obra redentora de Cristo, por su sacrificio, fue que pudimos llegar a ser herederos de las riquezas espirituales de Dios y también pudimos recibir su más hermoso regalo: la vida eterna.

Tit 3:8  Este mensaje es digno de confianza,  y quiero que lo recalques,  para que los que han creído en Dios se empeñen en hacer buenas obras.  Esto es excelente y provechoso para todos.

Comprender la obra redentora de Cristo, el amor y la gracia de la cual somos objeto nos animan en nuestro crecimiento, nos animan a obrar con la misma bondad y amor que recibimos, y el que un creyente lo comprenda es de mucho provecho para su vida espiritual.

Tit 3:9  Evita las necias controversias y genealogías,  las discusiones y peleas sobre la ley,  porque carecen de provecho y de sentido.

Las controversias y discusiones sobre la ley con aquel que no entiende son necias y faltas de provecho y sentido, más bien se debe colocar un énfasis en la obra de Cristo en la cruz, su muerte y resurrección para que el creyente pueda tener bases sólidas en su fe, y pueda seguir creciendo en ella.

Tit 3:10  Al que cause divisiones,  amonéstalo dos veces,  y después evítalo.

Quien causa divisiones aún no comprende la verdad, ella no ha penetrado en él,  la tergiversa a su acomodo y se cierra para que la verdad no pueda confrontarle de modo que podemos amonestarlo 2 veces y luego evitémoslo, pues enfrentarlo no tiene provecho.

Tit 3:11  Puedes estar seguro de que tal individuo se condena a sí mismo por ser un perverso pecador.

Quien actúa en contra de la verdad se condena por su propio juicio.

Tit 3:12  Tan pronto como te haya enviado a Artemas o a Tíquico,  haz todo lo posible por ir a Nicópolis a verme,  pues he decidido pasar allí el invierno.

Artemas y Tíquico era enviados para ocupar el puesto de Tito en Creta, de modo que Tito pudiera ir a ver a Pablo en el invierno.

Tit 3:13  Ayuda en todo lo que puedas al abogado Zenas y a Apolos,  de modo que no les falte nada para su viaje.

La iglesia debe preocuparse por las necesidades de aquellos que participan de la misión de la iglesia, ayudándoles para que nada les falte.

Tit 3:14  Que aprendan los nuestros a empeñarse en hacer buenas obras,  a fin de que atiendan a lo que es realmente necesario y no lleven una vida inútil.

La inutilidad es una vida improductiva, sin fruto que conduce a perdición, por ello debemos aprender a obrar en la voluntad divina para llevar fruto en todo.

Tit 3:15  Saludos de parte de todos los que me acompañan.  Saludos a los que nos aman en la fe.  Que la gracia sea con todos ustedes.

Aunque la epístola estaba dirigida a Tito, era necesario que también fuese comunicado el mensaje a los creyentes. Pablo nunca permanece solo mucho tiempo, pues siempre está acompañado por algún creyente en proceso de perfeccionamiento para la obra.