ESTUDIO BÍBLICO FILEMÓN 1

ESTUDIO BÍBLICO

Por: Camilo Sastoque

Ministerio Unidad de la Fe

Phm 1:1  Pablo,  prisionero de Cristo Jesús,  y el hermano Timoteo,  a ti,  querido Filemón,  compañero de trabajo,

Como podemos notar con cada escrito de Pablo su crecimiento, y experiencia espiritual se perfeccionan en el amor, en la humildad y la entrega de su ego, debido a la disciplina que Dios ha dispuesto sobre su vida para llevar su mensaje al mundo. Quienes se disponen a conocerle deben estar dispuestos también a desaparecer con él y hacer manifiesta su gloria.

Phm 1:2  a la hermana Apia,  a Arquipo nuestro compañero de lucha,  y a la iglesia que se reúne en tu casa:

Como es evidente las iglesias no crecían en templos como ocurre hoy en día, las iglesias eran personas que se congregaban para aprender lo enseñado por el maestro, eran compañeros de una misma disciplina, de un mismo amor y un mismo pensar, se reunían para compartir sus conocimientos, su entendimiento y para compartir en la comunión del Espíritu Santo en donde encontraban consuelo, gracia y paz para sus corazones. Es necesario que la iglesia vuelva a sus raíces, para que la comunión con Dio sea más profunda y trasformadora.

Phm 1:3  Que Dios nuestro Padre y el Señor Jesucristo les concedan gracia y paz.

Phm 1:4  Siempre doy gracias a mi Dios al recordarte en mis oraciones,

Como es una constante en las cartas de Pablo su oración es constante y se hace presente en cada una de sus cartas, las cuales se encuentran llenas de sus peticiones, gratitud e impregnadas del amor por la obra de Dios.

Phm 1:5  porque tengo noticias de tu amor y tu fidelidad hacia el Señor Jesús y hacia todos los creyentes.

Un testimonio verdadero pronto se hace evidente a la vida de todos los que le rodean, solo los mentirosos y engañosos viven de apariencias, las cuales tarde o temprano salen a la luz, pero la iglesia verdadera siempre se hace evidente por su amor, entrega y sacrificio.

Phm 1:6  Pido a Dios que el compañerismo que brota de tu fe sea eficaz para la causa de Cristo mediante el reconocimiento de todo lo bueno que compartimos.

La fe que se hace manifestó por el amor, brota de un espíritu que ha sido dispuesto mediante la intervención de Dios en el alma del creyente capacitándole para servir y ser eficaz en la obra que realiza.

Phm 1:7  Hermano,  tu amor me ha alegrado y animado mucho porque has reconfortado el corazón de los santos.

El amor de los hermanos es una de las formas en que Dios se muestra a nuestras vidas, para traer consuelo, amor en acción, y ánimo.

Phm 1:8  Por eso,  aunque en Cristo tengo la franqueza suficiente para ordenarte lo que debes hacer,

Para quien ha sido trasformado por la verdad, la franqueza y la verdad se vuelven la norma, y quien actúa por ellas sabe reconocer la autoridad, mas nunca abusa de ella, más bien con amor reconviene para que se obre conforme a la verdad.

Phm 1:9  prefiero rogártelo en nombre del amor.  Yo,  Pablo,  ya anciano y ahora,  además,  prisionero de Cristo Jesús,

Es la primera vez que Pablo reconoce su edad, la cual no le ha impedido llevar el mensaje de Dios a la humanidad, y trabajar con ahínco por la verdad.

Phm 1:10  te suplico por mi hijo Onésimo,* quien llegó a ser hijo mío mientras yo estaba preso.

Pablo intercede por Onésimo quien ha creído en el evangelio y ahora se encuentra al servicio de Pablo.

Phm 1:11  En otro tiempo te era inútil,  pero ahora nos es útil tanto a ti como a mí.

Phm 1:12  Te lo envío de vuelta,  y con él va mi propio corazón.

El amor que un maestro siente por su discípulo va más allá del afecto natural, ahora se ama de verdad, pues se ha conocido el verdadero amor, el amor de Dios y este se hace manifiesto en nuestras vidas para ser entregado y confiado a los demás.

Phm 1:13  Yo hubiera querido retenerlo para que me sirviera en tu lugar mientras estoy preso por causa del evangelio.

Pablo expresa lo que él hubiese creído correcto, más aun así prefiere no actuar sin el consentimiento de Filemón para que todo favor surja de la espontaneidad y no de la obligación.

Phm 1:14  Sin embargo,  no he querido hacer nada sin tu consentimiento,  para que tu favor no sea por obligación sino espontáneo.

Cuando estamos siendo trasformados por el amor de Dios, empezamos a obrar conforme a este de manera espontánea, ya no por nuestras propias convicciones, sino que este surge de manera natural y se entrega sin condiciones.

Phm 1:15  Tal vez por eso Onésimo se alejó de ti por algún tiempo,  para que ahora lo recibas para siempre,

Pablo sabe que todo en el Señor tiene un propósito, aun aquellas cosas que nos parecen contrarias, y así se lo hace saber a Filemón.

Phm 1:16  ya no como a esclavo,  sino como algo mejor:  como a un hermano querido,  muy especial para mí,  pero mucho más para ti,  como persona y como hermano en el Señor.

Onésimo ahora se encuentra libre, ya no es más un esclavo, pues escapo de su amo, y volver a él podía ser algo contraproducente para su fe que está en proceso de perfeccionamiento, pero Pablo interviene para que la vuelta de Onésimo sea diferente, pues Dios se ha cruzado en su camino, no solo para salvarle sino también para liberarle de la esclavitud, que aunque era libre por escaparse, ahora podría serlo sirviendo al Señor y por la intervención de su amo, quien de seguro obrando en el amor de Dios le liberaría para que pudiera estar tranquilo y sin la preocupación de ser perseguido por haber escapado de su amo.

Phm 1:17  De modo que,  si me tienes por compañero,  recíbelo como a mí mismo.

Ahora la condición de Onésimo es diferente y Pablo entiende que es necesario que vuelva a donde Filemón para que con su testimonio y vida sirva y cumpla el propósito que Dios le ha encomendado.

Phm 1:18  Si te ha perjudicado o te debe algo,  cárgalo a mi cuenta.

Si Filemón aun creía tener algo que cobrar, Pablo le recuerda el amor con el que fue perdonado por testimonio de la verdad, evidente a él por medio de Pablo.

Phm 1:19  Yo,  Pablo,  lo escribo de mi puño y letra:  te lo pagaré;  por no decirte que tú mismo me debes lo que eres.

Pablo no quiere que el piense que Onésimo le esté engañando, de manera que escribe personalmente esta carta para que Filemón sepa lo importante que es para Pablo la reconciliación con Onésimo y su vieja condición.

Phm 1:20  Sí,  hermano,  ¡que reciba yo de ti algún beneficio en el Señor!  Reconforta mi corazón en Cristo.

Pablo no busca un beneficio, pero si ha de darse, que mejor que recibirlo por dar libertad a un hermano de su antigua condición y además de permitir que dos hermanos en la f se reconcilien y trabajen en la obra del Señor.

Phm 1:21  Te escribo confiado en tu obediencia,  seguro de que harás aún más de lo que te pido.

Su obediencia no depende de Pablo a quien sirve en la tierra, sino a su maestro a quien sirve en lo eterno, sabiendo que por su testimonio de la verdad obrara conforme Pablo se lo indica y aun pudiendo ir más allá.

Phm 1:22  Además de eso,  prepárame alojamiento,  porque espero que Dios les conceda el tenerme otra vez con ustedes en respuesta a sus oraciones.

La hospitalidad que Pablo requiere es el común denominador del creyente quien sirve al propósito divino desde sus posibilidades y con amor.

Phm 1:23  Te mandan saludos Epafras,  mi compañero de cárcel en Cristo Jesús,

Aunque Pablo se encuentra en prisión, eso no le impide seguir aportando a la obra y compartiendo el mensaje y animando a aquellos que se encontraban junto con él, encarcelados por su fe.

Phm 1:24  y también Marcos,  Aristarco,  Demas y Lucas,  mis compañeros de trabajo.

Phm 1:25  Que la gracia del Señor Jesucristo sea con su espíritu.

La gracia no obra en el alma, pues el alma se encuentra saturada de sí misma, la gracia solo encuentra cabida cuando el alma es quebrantada en su conocimiento, en sus emociones, y en su identidad, para que pueda abrirse una puerta que le permita comprender al hombre la verdad y esta encuentre cabida en el espíritu sofocado del hombre y le conduzca a la vida. Esta carta es una muestra de que la iglesia obra conforme al propósito de Dios sin importar la condición de los que allí se congregan, y como cada situación o circunstancia obra para bien del creyente.