ESTUDIO BIBLICO 2 CORINTIOS 9

ESTUDIO BIBLICO
Por: Camilo Sastoque M.
Ministerio Unidad de la Fe

2Co 9:1  No hace falta que les escriba acerca de esta ayuda para los santos,

Debemos reconocer la buena disposición que nosotros como creyentes debemos tener para ayudar a la iglesia, sus necesitados y todos aquellos que pueden requerir apoyo y ayuda, al igual que Pablo no deberíamos preocuparnos por recibir y dar ayuda, pero en realidad es lo que hacemos?, buscamos ayudar a la iglesia en necesidad o solo nos preocupamos por nosotros mismos y las necesidades de los nuestros.

2Co 9:2  porque conozco la buena disposición que ustedes tienen.  Esto lo he comentado con orgullo entre los macedonios,  diciéndoles que desde el año pasado ustedes los de Acaya estaban preparados para dar.  El entusiasmo de ustedes ha servido de estímulo a la mayoría de ellos.

Pablo sabe y entiende que quien es trasformado por el Espíritu Santo, siempre tendrá dispuesto su corazón para dar o para ayudar, por eso con orgullo que nace de las obras en la fe de los hermanos, comenta su entusiasmo y disposición para ayudar, lo cual sin premeditación alguna estimula en los creyentes un servicio genuino a Dios, Pablo no trata de entusiasmarlos, ni de emocionarlos para manipular sus emociones, sino que comenta lo sucedido y la respuesta que su accionar produjo.

2Co 9:3  Con todo,  les envío a estos hermanos para que en este asunto no resulte vano nuestro orgullo por ustedes,  sino que estén preparados,  como ya he dicho que lo estarían,

Pablo ha decidido enviar a Tito con unos hermanos para que tomen parte del servicio a la iglesia recogiendo la ofrenda preparada para compartir con los hermanos que más lo necesitan, pues toma como prenda su palabra, tal cual habían dicho que lo harían, sin presiones, sin prejuicios, Pablo confronta a los creyentes de Galacia con la oportunidad y el compromiso que han adquirido voluntariamente para dar.

2Co 9:4  no sea que algunos macedonios vayan conmigo y los encuentren desprevenidos.  En ese caso nosotros --por no decir nada de ustedes-- nos avergonzaríamos por haber estado tan seguros.

De manera que no quede en evidencia que el orgullo por las acciones de los hermanos que Pablo menciona anteriormente sea vano al encontrarse ante la vergüenza de que no hayan tomado en serio su palabra. Si decimos que vamos a hacer algo o que vamos a dar o a participar de algo que nuestra palabra sea siempre verdadera y comprometida, no hablemos por hablar, pues nuestras acciones solo son muestra de la fe que profesamos.

2Co 9:5  Así que me pareció necesario rogar a estos hermanos que se adelantaran a visitarlos y completaran los preparativos para esa generosa colecta que ustedes habían prometido.  Entonces estará lista como una ofrenda generosa, y no como una tacañería.

Como promesa realizada es promesa cumplida, Pablo adelanta la colecta que de antemano habían preparado con generosidad, con desprendimiento y reconociendo la mayordomía otorgada; Pablo hace alusión a la ofrenda que se da con tacañería y no con generosidad, cuando hay tacañería no hay libertad, la tacañería es solo la expresión del control que el dinero ejerce sobre nuestros pensamientos, algunos son tacaños por temor a quedarse sin nada, otros por egoísmo, otros por costumbre, de manera que el dar cambia el temor por la confianza, el egoísmo por el desprendimiento de sí mismo, y la costumbre por una mentalidad renovada por el Espíritu.

2Co 9:6  Recuerden esto:  El que siembra escasamente,  escasamente cosechará,  y el que siembra en abundancia,  en abundancia cosechará.

Y se dirige a sus mentes para recordarles lo que el Espíritu ya ha puesto en sus corazones, la siembra tiene una consecuencia, y la magnitud con que la pongas en práctica determinara tus resultados, más la siembra espiritual no es igual a la siembra natural, en la siembra natural la intensión no importa, solo la cantidad, más en la espiritual lo más importante es la intención del corazón, lo cual sobreabunda en la cosecha, una intención y siembra escasa genera escases en la cosecha, más una intensión y siembra abundante en abundancia producirá; lo que sembramos es la palabra y el resultado es la trasformación del ser para salvación, Pablo no intentaba generarles una falsa expectativa sobre lo que recibirían por lo que daban, sino más bien quería ir al corazón del dador y que pudieran reconocer la abundancia que habían recibido con la gracia divina, y que a través de ella pudieran reconocerse ricos en Cristo para dar. Muchos tergiversan esta escritura para recoger ofrendas o ganancias, más la verdad es poderosa para descubrir todo engaño y falsedad.

2Co 9:7  Cada uno debe dar según lo que haya decidido en su corazón,  no de mala gana ni por obligación,  porque Dios ama al que da con alegría.

De nuevo reconoce que la siembra nace en el corazón del dador, por eso todos deben dar según lo que hayan decidido en sus corazones, no por lo que alguien les dice o conmueve a dar, para que no surja la obligación, ni se haga de mala gana haciendo vana la obra redentora de Cristo en la cruz, pues Dios ama a aquellos que han encontrado las riquezas del reino y que primero siembran para cosechar, tal cual Cristo lo hizo. La alegría o el gozo solo pueden surgir cuando el corazón renovado decide, si la mente decide siempre habrán dudas, y en la duda no se puede sembrar con abundancia, siempre se sembrara con escases porque la mente es escasa, limitada, mientras el espíritu es ilimitado, y fluye en la abundancia del reino.

2Co 9:8  Y Dios puede hacer que toda gracia abunde para ustedes,  de manera que siempre,  en toda circunstancia,  tengan todo lo necesario,  y toda buena obra abunde en ustedes.

Quien obra con un corazón renovado en Cristo, se hace partícipe de la gracia divina para que siempre, en toda situación, haya lo necesario, no lo que se quiere, sino lo que se necesita para que todo lo bueno abunde en nosotros. Porque cuando se obtiene lo que se desea, no siempre lo que se desea proviene de Dios, muchas veces proviene del ego, o de nuestra naturaleza carnal, de modo que aunque parezca deseable y bueno a nuestros ojos, solo Dios conoce la verdadera intención del corazón ante una necesidad.

2Co 9:9  Como está escrito:  "Esparció y dio a los pobres;  su justicia permanece para siempre."

En el salmo 112:9 encontramos este pasaje en donde se hace referencia a la abundancia de Dios con la cual da a aquellos que no tienen la forma o manera de adquirir lo que necesitan, de manera que su justicia y equidad permanecen y se establecen sobre ellos como muestra de Su bondad.

2Co 9:10  El que le suple semilla al que siembra también le suplirá pan para que coma,  aumentará los cultivos y hará que ustedes produzcan una abundante cosecha de justicia.

Aquel que ha suplido la semilla abundante de la palabra, también suplirá la forma en que esta semilla se trasforme en un alimento para dar sustento, y aumentara el cultivo para que la cosecha sea abundante en justicia para redención y salvación en Cristo. Dos cosas permite Dios notar aquí, una es la semilla, que da como resultado el pan, y la otra es el cultivo que tiene como propósito entregar una cosecha, ambas tanto la semilla como el cultivo parecen no generar ningún resultado de manera inmediata, pero con el tiempo y los cuidados necesarios, producirán abundancia de alimento, y de reconciliación para con Dios.

2Co 9:11  Ustedes serán enriquecidos en todo sentido para que en toda ocasión puedan ser generosos,  y para que por medio de nosotros la generosidad de ustedes resulte en acciones de gracias a Dios.

Aunque el propósito de Dios al sembrar sea primero que esto ocurra en el corazón, Dios también ha preparado los corazones de siervos, que enriquecidos en todo sentido, pero por sobre todo en gracia, puedan ser generosos en la contribución para la extensión de la obra redentora de nuestro Señor.

2Co 9:12  Esta ayuda que es un servicio sagrado no sólo suple las necesidades de los santos sino que también redunda en abundantes acciones de gracias a Dios.

Todo abunda para que redunde en gratitud para con Dios, dar es un servicio sagrado que suple las necesidades de aquellos que dedican su vida al servicio de la iglesia, y las necesidades de aquellos que carecen de lo necesario. No todos pueden ser predicadores, no todos pueden servir en la iglesia, mas todos y cada uno puede reconocerse como servidor en la medida y llamado que Dios se lo permita.

2Co 9:13  En efecto,  al recibir esta demostración de servicio,  ellos alabarán a Dios por la obediencia con que ustedes acompañan la confesión del evangelio de Cristo,  y por su generosa solidaridad con ellos y con todos.

La obediencia que acompaña la confesión del evangelio es digna de dar gloria a Dios, porque ha cambiado el corazón egoísta por un corazón que se entrega a sí mismo al servicio del prójimo, para que con solidaridad se siembre, demostrando que la fe que profesamos no está muerta sino que vive para dar gloria a Dios. La obediencia es solo una muestra de que el poder de Dios por medio de su Espíritu, está obrando en nosotros para renovar nuestra mente y entendimiento conforme a la palabra.

2Co 9:14  Además,  en las oraciones de ellos por ustedes,  expresarán el afecto que les tienen por la sobreabundante gracia que ustedes han recibido de Dios.

No es fácil dar, porque conlleva un negarse a sí mismo implícito al hacerlo, por eso quienes lo hacen participan de la sobreabundante gracia de Dios, por la cual muchos oran, y dan gracias a Dios por nuestras vidas.

2Co 9:15  ¡Gracias a Dios por su don inefable!

Solo Dios recibe la honra y gloria por las acciones de la iglesia, nadie puede reclamarlas como suyas o pretender sacar provecho de ellas, pues es donde Dios, un regalo que nos muestra Su bondad para con su pueblo.