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lunes, 13 de enero de 2014

TIEMPO DE REFLEXION


En una ocasión, (víspera de navidad) guardé un osito de felpa mediano, no era para mis hijos, quería llevarlo a un hospital de caridad para alguien muy especial. Cuando llegué al pabellón de pediatría con una dama voluntaria (trabaja en el hospital sin recibir salario alguno), me contó que eran treinta y cinco niños. Yo me sentí muy mal porque sólo llevaba un regalo. Sin embargo, pre­guntamos por algún niño o niña muy especial. Todas las enferme­ras contestaron en coro: "Rosita"; ella tiene catorce años, pero le encantaría tener un osito de felpa. Nos fuimos por todo el pabellón a buscarla... cuando oí unos gritos y un llanto de dolor muy hon­do... Rosita, era una niña cuadrapléjica, con dolores terribles en sus huesos y articulaciones; yo la abracé y lloré con ella. No le dije nada porque no sabía qué decirle. Simplemente la abracé muy fuerte y luego le entregué mi regalo, un osito de felpa que nunca ella había tenido.
Por un momento vi un brillo hermoso en sus ojos y los dolores so olvidaron. Me despedí con otro beso y un gran abrazo.

Salí del hospital y lloré por espacio de quince minutos; luego cuando llegué a mi apartamento miré a mis hijos y a mi esposo, sentí que Dios me estaba premiando por esta familia tan linda.
Todos los días le doy gracias a Dios por la salud y le pido que me ilumine para no preocuparme por cosas tan absurdas como la si­tuación económica. ¿Cuántas veces les decimos a nuestros hijos lo mucho que los queremos?
Para concluir y poder dejarles un mensaje, a mediados de diciem­bre, en la empresa donde trabajaba mi mami, sólo a mis niños les dieron un gran regalo de Navidad.

Dios existe y todo lo que tú das con amor, te lo multiplica.

Disfrutemos con nuestros hijos, compartamos en familia, hay co­sas que sólo se aprenden en casa. Aprendamos a valorar las co­sas pequeñas que son las que nos dan grandes satisfacciones.

 

2Co 8:11  Terminen lo que empezaron a hacer, y háganlo con el mismo entusiasmo que tenían cuando comenzaron, dando lo que cada uno pueda dar.

2Co 9:7  Cada uno debe dar según crea que deba hacerlo. No tenemos que dar con tristeza ni por obligación. ¡Dios ama al que da con alegría!

Dios nos llama a dar, no como algo obligatorio, sino cuando el dar nazca del corazón, cuando sea algo voluntario, pues si es algo coercionado por las emociones o por el temor, no produce ningún fruto, tampoco nos llama Dios a dar más de lo que podemos, sino de lo que nazca en nuestros corazones, algunas veces nacerá el dar algo sencillo, más otras los retos serán mayores, muchos creen que deben ser prosperados al cumplir con el diezmo, o la ofrenda, pero Dios juzga las intenciones del corazón, y cuando la motivación para dar es conseguir un beneficio, entonces solo es un engaño en el que el pensamiento quiere sumergir el alma, no es fácil dar porque al dar nos desprendemos de nosotros mismos, cuando damos nos liberamos del yugo que puede ejercer sobre nuestras vidas lo que se nos ha dado para administrar, cuando damos reconocemos que somos libres, que somos solo administradores de lo que tenemos, no somos dueños, ni pretendemos serlo, porque al intentar serlo, nos perdemos a nosotros mismos y nos sumimos en la mentira. La historia nos permite comprender que no importa lo que damos, lo que verdaderamente importa es la intención que surge en nuestro corazón para dar, es libre, o es coaccionada, es verdadera o es una mentira, da porque se desprende de sí mismo, o da porque quiere mantener su ego. En el versículo Pablo llama a los corintios a dar con libertad, con la libertad de un corazón desprendido de lo terrenal, para que no den con tristeza o por obligación, porque solo en la plenitud, en el gozo, en la justicia y la verdad, se puede dar de lo que se tiene, si hay alegría en tu corazón, puedes dar de ello, si no hay nada en tu interior, de ti solo saldrá, tacañería, egoísmo, y mentira. Permite que el dar te conforme al corazón de Dios, que Dios trasforme tu interior a través del dar, que cuando tengas la oportunidad de dar, no la evites, más bien permite que Dios te confronte con tu realidad, la realidad de lo que hay en tu interior.

GUIA DE ESTUDIO

Tienes la oportunidad de dar algo? Que te detiene?

Haz dado por obligación?, que sentiste?

Has dado con alegría? Que sientes?

Que surge en ti cuando te piden algo?

Eres libre para dar? O aun te controla tu ego?

Que te detiene para dar?

Que implica dar para ti?

1 comentario:

Gracias por compartir con nosotros. Bendiciones