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domingo, 22 de septiembre de 2013

PREDICA DOMINICAL - SOMOS LA SAL DE LA TIERRA


USTEDES SON LA SAL DE LA TIERRA
PASAJE:
 
Mat 5:13   "Ustedes son la sal de la tierra.  Pero si la sal se vuelve insípida,  ¿cómo recobrará su sabor?  Ya no sirve para nada,  sino para que la gente la deseche y la pisotee.
 
INTRODUCCION
Para algunos la sal es tan solo un mineral comestible, para otros en un tiempo fue solo un medio de intercambio para subsistir, para algunos otros la sal no tiene una connotación de mayor importancia en sus vidas, pero para nosotros como creyentes la sal lo es todo, o somos como ella o no somos.
La sal ha tenido muchos usos con el paso de los años y el descubrimiento de sus propiedades, como en la comida, en la agricultura, en la medicina, pero ninguno como el papel desempeñado por la sal en la enseñanza de Jesús, pues la sal de la que hablo Jesús no es solo el mineral que todos conocemos, esa sal es una sal con funciones similares pero en esencia diferente, porque en la escritura es usada para dar a comprender el propósito del discípulo.
La sal de la que habla la escritura es el discípulo y su forma de hablar (Col 4:6), y este como sal, así es como nos convertimos en la sal del mundo, en los discípulos que influencian la tierra.
Es importante notar que la escritura menciona que somos sal, no que debemos pretender serlo, o que os convirtamos en sal, sino que ya somos, y eso es lo que debemos comprender, porque tratar de ser algo no es lo mismo que serlo.
 
DESARROLLO
 
Porque somos sal?, que tiene la sal de importante que Dios nos dice que somos como ella, su esencia es lo que somos, no pretendemos o queremos serlo, lo que hemos de descubrir es que somos la sal de la tierra, esto es muy importante porque todo en la escritura se basa en el hecho de que habiendo recibido la gracia, podemos empezar a comprender los misterios que se deducen de la escritura, los cuales no son fáciles de entender, porque van más allá de la razón y de todo argumento.
Ser sal es lo que Cristo nos está diciendo, ustedes los son, el problema es que no se dan cuenta o pasan por alto ello, de allí que sea muy importante conocer cada palabra que Cristo nos dice, porque revela en gran medida lo que somos.
La sal es un componente mineral una roca, de la cual el hombre se ha aprovechado desde que conoció y experimento su uso, empezó por darse cuenta que contaminaba todo lo que tocaba, luego se dio cuenta de que al probarla su sabor daba cierta sensación a su paladar, así que la uso en los alimentos, luego descubrió que al aplicarla sobre ellos estos duraban o se preservaban más, luego comprendió como la sal actuaba en la tierra y posteriormente en su cuerpo, así mismo Dios ha dispuesto que seamos sal en Cristo, una sal que contamina para bien todo lo que toca o todo a lo que se acerca, somos sal porque quien nos prueba se da cuenta de quienes somos, somos sal porque damos un sabor particular a la vida, somos sal también porque preservamos de destrucción todo lo que impregna de nuestra esencia divina, y que también llega a la tierra que pisa y actúa dentro de sí mismo.
Mas Cristo nos advierte si el discípulo que es sal, se vuelve insípido, como recobrara su sabor?, la única forma en que la sal se torna insípida es cuando se contamina o impurifica llenando se de otros residuos que le hacen perder su sabor, así mismo ocurre con el discípulo que se contamina con el mundo, con el pecado, con la mentira, entonces su sabor se pierde, y la única forma de que vuelva a tomar sabor es poniéndola al fuego, para que su sabor vuelva, esto también ocurre con el discípulo de Cristo, ha de ser purificado por el fuego para que su sabor no se pierda, para que continúe generando la misma respuesta siempre, para gloria de nuestro Señor y Salvador.
 
CONCLUSION
 
Hemos de mantenernos bajo el fuego de la prueba para que siendo la sal del mundo, podamos impregnarlo todo de Su presencia, para que unidos a Dios quien nos permite ser, podamos dar sabor a una vida llena de dificultades, problemas, angustias y afanes, seamos sal para que quien se acerque a probarnos se dé cuenta del amor de Dios y pueda ser influenciado por nuestro espíritu en comunión con el Espíritu Santo, también para que la tierra sea bendecida por causa de los creyentes que viven en ella, comprender que eres sal, en medio de un mundo insípido te permitirá verte y comprender tu propósito de manera singular, aprenderás a dejar que esa esencia salga de ti para que la gracia divina llegue a cada rincón de este bello planeta y al universo entero para dar gloria a Su nombre.
No es fácil de entender pero poco a poco iras descubriéndote como la sal de la tierra, lo veras cuando Dios te permita comprender el dolor ajeno, cuando veas el sufrimiento en ti y en los demás, cuando veas tu ceguera y puedas comprender la ceguera que perdura en los demás, entenderás que eres sal cuando te encuentres completo en Dios y nada te falte (Salmo 23:1), cuando veas que lo que haces genera un efecto en todo lo que tocas cuando vives en obediencia al mandato divino, cuando veas seres trasformados en el amor y gracia de Dios, allí empezaras a comprender, a saber que eres la sal que esta tierra necesita, que Dios anhela traer a este mundo y que el mundo responde a ella porque anhela la revelación de los hijos de Dios (Romanos 8:19).
Saber que eres la sal de la tierra te reconviene para saber de dónde vienes y para dónde vas, porque polvo eres y en polvo (Eclesiastés 3:20), y conociendo tu ahora sabrás que en El, está el cumplimiento de todo, no necesitas nada más, si buscas algo mas es porque aun te hace falta saber más y eso solo lo encuentras cuando la sal se halla frente al fuego consumidor, en donde puede reconocer quien es y vivir para el propósito por el cual se fue concebido.
Oremos, Señor permite que podamos comprender quienes somos en ti, que somos la sal que esta tierra necesita, la sal que lo natural necesita para comprender lo espiritual, la sal que da sabor a la vida, que preserva de la destrucción, y que esa sal en nosotros no es sino la muestra de la misericordia divina en la cual estamos, vivimos y nos mantenemos para hacer tu voluntad realidad a los que no te conocen, que esa sal nos impregne nos purifique y preserve primero a nosotros para que siendo como ella podamos vivir dándote gloria en todo, No permitas que perdamos nuestro sabor y nos volvamos insípidos al contaminarnos con el mundo, más bien permite que podamos impregnar el mundo de tu amor, amen.
 

 

 

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