PREDICA DOMINICAL - LA FE SIN OBRAS ESTA MUERTA

PREDICA DOMINICAL
Por: Camilo A. Sastoque M.
Ministerio Unidad de la Fe

LA FE SIN OBRAS ESTA MUERTA

PASAJE:

Santiago 2:26  Así,  pues,  como el cuerpo sin el espíritu está muerto,  así también la fe sin obras está muerta.

INTRODUCCIÓN

Para muchos en la iglesia de Jesucristo parece no estar claro el hecho de que es por fe, y solamente por fe que podemos recibir la salvación, pero aún muchos se encuentran envueltos en esta religiosidad que les impide estar tranquilos, serenos y en paz, cuando no se está haciendo algo para tratar de mantenerse a salvo, parece que muchos necesitan un salvavidas que les de sosiego a sus corazones, porque se acostumbraron durante años, a tratar de mantenerse a salvo por sus propios medios, asistiendo a la iglesia, dando a la iglesia, ayudando al necesitado, que aunque no está mal el realizarlos, cuando nacen del corazón, no es correcto hacerlo para tratar de cumplirle a Dios, creyendo que con esto nos libraremos de vivir una eternidad apartados de Él.

Porque haces cosas para tratar de agradar a Dios, cuando Él se agrada en los que le aman, conocen y en los que le obedecen, no por lo que tratas de hacer en tus fuerzas para agradarle, más bien deléitate en Su presencia y aprende a vivir en Su gracia, para que puedas confiar completamente tu salvación a Dios, lejos de quererla mantener por tus propios medios, en lo cual se esconde una mente que no quiere rendirse completamente ante Dios, que aún está llena de autoconfianza y necesita ser tratada por Dios.

DESARROLLO

El pasaje de Hoy nos sumerge en la eterna pregunta?, que debo hacer para ser salvo?, no tienes que hacer nada, en realidad solo debes arrepentirte de corazón lo cual surge cuando Dios lo ha dispuesto, nadie viene a Él, si el primero no le llama, así que solo debes estar atento a Su llamado, y aunque en otras ocasiones lo hallas podido rechazar, Su llamado siempre estará disponible, mientras Él pueda ser hallado, muchos otros tendrán que encontrarse con El, en las situaciones más adversas, solo dispone tu corazón para estar atento a Su llamado y para decir aquí estoy!, lo que me pidas, eso haré, conoce la palabra de Dios, porque solo a través de ella se revela el creador, no pretendas confiar en que has sido bueno, que no te has comportado mal, porque si te miras y reflejas ante la palabra y en Su presencia, de seguro saldrá a la luz todo lo que antes estaba en oscuridad, delante Suyo no hay posibilidad de ocultar nada, todo se revela, lo oculto sale a la luz y es allí donde la fe surge, la fe se manifiesta primero para salvación y luego para fortalecer y afirmar al creyente.

No confíes en ti mismo, parece ser el mensaje del evangelio al corazón del hombre, nadie por sus propios medios puede reclamar algo que solo pertenece a la potestad de Dios, el darlo, como es la salvación, encomienda a Dios tu camino, mantente alerta a Su constante llamado para tu corazón y responde en la obediencia del amor, para que puedas tener en tu corazón la fe que nos confirma esa salvación en Cristo, y luego puedas actuar conforme a ella, para que no tengas como una excusa el hecho de que la salvación es por fe, sino que pongas por obra todo el consejo de la escritura, para con tu vida, tu familia, y la sociedad, solo así podrás mostrar una fe viva que confronta a los que no creen, una fe viva que transforma nuestras vidas, una fe viva que confía en la voluntad divina y se rinde a ella, sin cuestionamientos, allí es donde encuentras esa fe viva, esa fe viva no se evidencia en la quietud, o en el retiro, no obstante allí se fortalece, esta solo se hace evidente cuando es puesta a prueba en medio de las circunstancias, cuando el trabajo no va bien, cuando en la pareja hay dificultades, cuando la economía no parece mejorar, cuando la enfermedad amenaza con destruir nuestras vidas, es allí donde puedes ver una fe en acción, no solo cuando vas a la iglesia, o cuando das a la iglesia o al necesitado, esas son solo manifestaciones del compromiso con tu fe, pero solo son  para ti, son personales, no deben ser para mostrarles a los demás algo que solo pertenece a la intimidad entre tú y Dios, en cambio cuando ves a alguien que se mantiene firme aun cuando las cosas no parecen ir bien, cuando ves fe en aquel que se encuentra desvalido, entonces encuentras una fe viva, una fe que arde en medio de la prueba, una fe que se extiende a los que están cerca y que contagia el corazón de los que ven, que los demás no solo vean que cumples con la iglesia, sino que tu esposa, pueda ver una fe viva, que tus hijos puedan ver una fe viva, que tu familia pueda ver esa misma fe, y que la sociedad se contagie de esa fe poderosa en Cristo que trasforma nuestras vidas día a día.

CONCLUSIÓN

Una fe muerta es una fe que no muestra la imagen del creador en ti mismo, una fe muerta es una fe que duda de su salvación perdido tratando de agradarle a Dios con las obras, que las obras vengan como consecuencia de la fe y no que las obras traten de soportar lo que tu fe no ha podido entender, es tiempo de cambio, de volver a Dios, de confiar en Él, de encontrar en el satisfechas nuestras necesidades, de obrar por medio de la fe que sigue al amor, que obramos en amor en donde la fe se mantiene y conserva, que obremos según el designio de tu voluntad por amor, que amemos lo que tu amas, para hacer lo que quieres que hagamos, y podemos ver esa fe en todos los hermanos que confían en la gracia que ha sido derramada sobre todos nosotros.

Así como el cuerpo sin el espíritu está muerto, y vive apartado de Dios, que nuestro obrar nunca se aparte del amor de Dios para que nuestra fe no pierda la dulzura, la magnificencia y la vida que solo se halla en ti, Señor.

Oremos, señor ayúdanos en nuestra incredulidad, que podamos aprender a confiar plenamente en nuestra salvación por la fe que has puesto en nuestros corazones, que los que confían en sus propias obras dejen de hacerlo y aprendan a confiar en ti, a vivir en ti para que sus obras reflejen más tu amor, que la necesidad de hacer cosas para acercarse a ti, que podamos fortalecernos en esa fe viva que se muestre en acciones abundantes de amor, misericordia y entrega de nuestro ser para con los demás, y que Tu Padre y Jesucristo se lleven la honra, y la gloria por los siglos de los siglos, amen.