PREDICA DOMINICAL - EL ESPÍRITU ESTA DISPUESTO PERO LA CARNE ES DÉBIL

PREDICA DOMINICAL
Por: Camilo A. Sastoque M.
Ministerio Unidad de la Fe

EL ESPÍRITU ESTA DISPUESTO PERO LA CARNE ES DÉBIL

PASAJE:

Mar 14:38  Velad y orad,  para que no entréis en tentación;  el espíritu a la verdad está dispuesto,  pero la carne es débil. 

INTRUCCION

Conocernos en Dios, es conocer nuestra propia debilidad e incapacidad, no reconocerla es vivir engañado por la ignorancia que proviene de las tinieblas, solo la luz de Dios puede permitirnos ver donde antes no podíamos, y es allí donde podemos descubrirnos plenamente, en el. Tarde o temprano como creyentes tenemos que enfrentarnos a esta realidad, y al descubrirla pueden ocurrir 2 cosas, o nos humillamos y nos fortalecemos en El, o nos seguimos hundiendo en la ignorancia para apartarnos de su presencia.

El hombre posee dos naturalezas que conviven en el una es la naturaleza carnal que ha sometido al hombre bajo el dominio del pecado, y la otra es la naturaleza divina, esta última se halla oculta y perdida en quien no ha tenido un encuentro con Dios, para recibir por gracia su salvación y perdón, podemos permanecer así toda la vida, viviendo bajo el dominio y control de la naturaleza carnal de donde provienen las siguientes obras según menciona Gal 5:19-21  “Y manifiestas son las obras de la carne,  que son:  adulterio,  fornicación,  inmundicia,  lascivia, idolatría,  hechicerías,  enemistades,  pleitos,  celos,  iras,  contiendas,  disensiones,  herejías, envidias,  homicidios,  borracheras,  orgías,  y cosas semejantes a estas;  acerca de las cuales os amonesto,  como ya os lo he dicho antes,  que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios”. Esta naturaleza carnal que lleva a cabo este tipo de obras es fuerte porque ha sido alimentada durante toda nuestra vida, aun todo sistema humano está diseñado para perpetuarla, por eso gran parte de la humanidad vive bajo su influjo.

Se hace necesario conocer cómo opera y como debilitar esta carnalidad que nos consume para poder vivir bajo la influencia de la naturaleza divina (2 Pedro 1:4).

DESARROLLO

Comprendiendo que el hombre posee estas dos naturalezas y cuál de ellas genera una influencia mayor en el ser humano, podemos comprender el sentido de las palabras de Jesús, que nos llaman a Velar y Orar como prácticas que nos permiten cambiar o revertir a nuestro favor todo lo que parece contrario para mantener nuestra naturaleza divina en manos de Dios.

Velar y orar parecen practicas tediosas e incomodas para nuestro débil carácter pues nos hemos acostumbrado a vivir bajo este estado, por eso el velar nos conduce a estar conscientes de cuando nuestra naturaleza carnal trata de levantarse para dominar nuestro ser y someternos de nuevo al dominio del pecado, más para los que velan en el espíritu con constancia pueden reconocer cuando su naturaleza carnal quiere levantarse y destruir la paz en el espíritu y el corazón del hombre. Solo quienes velan pueden estar atentos y responder con rapidez ante cualquier eventualidad, pero quien no vela no puede estar atento y siempre permitirá la caída de su ser ante la tentación.

La oración genera otra cosa totalmente diferente, la oración nos impregna del Espíritu Santo, fortalece en Cristo todo nuestro ser y nos lleva a estar firmes, como buenos soldados que han sido alimentados con lo mejor para la batalla y que pueden mantenerse lejos de la debilidad que consume y hace que otros caigan en medio del combate.

Un soldado puede comprender la realidad que se perciben a través de estas acciones, pues ellos saben que si no velan el enemigo puede tomar posiciones importantes que luego les podrán costar hasta la vida, y de igual manera si no se alimentan no tendrán fuerzas para hacer frente al enemigo que intenta avanzar por medio de nuestra naturaleza carnal, generando pereza, apatía, y despertando toda clase de orgullo, vanidad, contienda y división.

CONCLUSION

Que estas permitiendo en tu vida?, que posiciones ha tomado el enemigo que hoy te cuesta liberar?, en que tentaciones o pecados te has sumido o has permitido que vuelvan a tu vida?, Dios conoce nuestra debilidad, y sabe que sino la reconocemos caeremos con facilidad en las manos del enemigo, por eso nos llama a velar espiritualmente para estar atentos para saber que áreas de nuestras vidas necesitan más trabajo, además es necesario que te levantes en oración para alimentar tu espíritu con el pan de cada día que Dios ha dispuesto para ti, para tu bendición y protección.

Si eres un soldado fiel en la batalla podrás fortalecer tu espíritu para que sea el quien pueda mantenerse en medio del combate constante de las fuerzas de las tinieblas, o seguirás permitiendo que destruyan tu hogar, tu vida, y tu familia?, El espíritu es fuerte en la medida en que tú mismo lo dispones por la fortaleza en Cristo que Dios te ha permitido, y aunque la carne sea débil debido al dominio que ejercen sobre ella las tinieblas, Dios ha provisto libertad y fortaleza en Cristo para los que creen, así mismo ha provisto los medios para conseguirlo, para que ya no vivas de derrota en derrota, sino que puedas vivir de victoria en victoria para gloria y honra de nuestro Señor Jesucristo.

Oremos, Señor reconocemos nuestra debilidad, nuestra imposibilidad de dominar nuestra naturaleza carnal, pero también comprendemos ahora que en Cristo esta nuestra fortaleza, que es en El, que podemos ser verdaderamente libres y llenos de Tu presencia, así que clamamos porque el alimento diario para nuestros espíritus sea liberado sobre nuestras vidas para fortalecer la naturaleza divina que has puesto en nosotros, y ayúdanos a velar estar para atentos ante todo avance del enemigo y ante todo levantamiento de nuestra naturaleza carnal para neutralizarla en tu poder y gracia, amen.