ESTUDIO BÍBLICO
Por: Camilo A. Sastoque M.
1Co 11:1 Imítenme a mí, como yo imito a Cristo.
La imitación a la que Pablo
nos induce es a como el imita a Cristo, pues en eso se debería basar toda
enseñanza cristiana en como imitar, duplicar o repetir a Cristo en nosotros, lo
cual solo es posible por la acción del espíritu Santo en nuestro ser, sin el
podríamos intentarlo, pero no tendríamos la fortaleza para lograrlo, muchos han
intentado en sus propias fuerzas hacerlo, pero tarde o temprano sale a la luz
la verdad, en cambio aquellos que son alcanzados por Dios, Cristo se convierte
en su ADN, en su ser la imitación no proviene de una mentira o falsificación,
sino de una verdad que se establece e nuestros corazones y que nos lleva a
pensar y actuar como el, lo haría.
Una imitación es muy
similar, no igual pero entre mejor es la imitación más irreconocible es, las
grandes falsificación de arte, son tan parecidas que no se pueden distinguir,
pero las malas, a lo lejos podrían engañar pero apenas son puestas bajo la luz,
salen a relucir su engaño, de igual manera entre mejores imitadores somos por
la gracia de Dios, más nos parecemos a Cristo y nadie podrá negarlo, pero entre
más hay de nosotros, a la luz siempre se revelara la verdad y saldrá la
mentira.
1Co 11:2 Los elogio porque se acuerdan de mí en todo y
retienen las enseñanzas,* tal como se las transmití. Pablo
como su guía espiritual, reconoce la importancia de elogiar lo bueno y de
rechazar lo malo, recordar a quienes nos han enseñado y retener sus enseñanzas
es el mayor tributo a nuestros líderes o guías espirituales, porque ellos al
igual que Cristo se han convertido en maestros para transmitir un mensaje que
no es suyo, que se hizo suyo en la medida en que lo creyeron y vieron los
cambios y transformaciones que este hacía, pero es allí cuando el alumno pone
en práctica lo aprendido que el discípulo se vuelve un maestro.
1Co 11:3 Ahora bien,
quiero que entiendan que Cristo es cabeza de todo hombre, mientras que el hombre es cabeza de la mujer
y Dios es cabeza de Cristo.
Después de haber discernido las intenciones de sus
corazones, se enfoca en la pareja y en el vínculo del matrimonio, y por eso
habla de la posición que ocupa el hombre y la mujer en Dios, esto no es para
generar conflicto o para hacernos pensar que el hombre es superior a la mujer,
lo cual no es cierto, lo que si nos lleva a entender es la responsabilidad que
representa el hombre que tiene a Cristo como su cabeza, y sirve de cabeza a la
mujer, esta posición debe ser entendida como el privilegio de servicio que Dios
le permite al hombre para con la mujer.
Cuando el hombre tiene a Cristo como su cabeza
entonces realmente puede convivir en una relación de pareja sin egoísmo, sin
violencia, y con un amor profundo por su compañera pues ha de verla como una
igual, como la posibilidad de fundirse en uno solo con ella, pero quien no ha despertado
en Dios, no comprenderá nunca esta verdad y vivirá para satisfacerse a sí
mismo, con lo cual solo causara frustración y dolor para quien conviva con él.
Cuando el hombre entiende que es la cabeza de la
mujer, comprende que no está allí para ejercer presión o demandas, está allí
porque sabe que debe guiar el barco de la relación, un hombre que no funciona
de esta manera hará que su familia se destruya, pues no es responsabilidad de
la mujer hacerlo, la cabeza ano es una parte independiente, funciona en
conjunto con el cuerpo para llevar a cabo lo que se dispone a hacer, pero donde
la cabeza no funciona, el cuerpo tampoco lo hace, de allí que necesitamos una
cabeza funcional en Dios, para poder guiar el barco a buen puerto.
1Co 11:4 Todo hombre que ora o profetiza con la cabeza
cubierta* deshonra al que es su cabeza.
Orar con la cabeza cubierta era y sigue siendo una
tradición judía, y no está mal hacerlo, pero no es correcto hacerlo cuando se
intenta cubrir u opacar la maldad de su mente, cubriéndola, esto deshonra a
Cristo que es su cabeza, pues quien lo hace así solo busca ocultar su realidad
para o enfrentar la verdad, para sutilmente parecer justo cuando en realidad
busca justificarse a sí mismo, y esto es orgullo.
Orar y profetizar sin sujeción a Cristo que es lo que
tipifica que el sea su cabeza, es muestra de tener la cabeza cubierta para con
él, de desobedecer sus preceptos, lo cual es deshonra a Cristo.
Aunque es solo una tradición que no es aplicable para nosotros,
lo que tipifica si sigue siendo importante para nosotros, y nos lleva a vivir
una vida justa en sujeción para con aquel que es nuestra cabeza, que es Cristo.
1Co 11:5 En cambio,
toda mujer que ora o profetiza con la cabeza descubierta deshonra al que
es su cabeza; es como si estuviera
rasurada.
Aquí es clara la forma en la mujer participa
activamente del servicio en la iglesia, usar su cabeza descubierta en la
tradición era una afrenta para su pareja, pues hacia entender que no vivía bajo
sujeción, lo cual demostraba irrespeto para con él, por eso nuevamente Pablo
apela a la tradición para explicar cómo funciona la responsabilidad del hombre
y la mujer ante la creación, toda mujer que ora o profetiza debe hacerlo bajo
la sujeción estricta a su marido y esto no como una norma, sino por amor, como
quien quiere evitar irrespetar a quien ama, allí no hay obligación, solo fluye
el amor, que respeta, que honra a quien
Dios ha puesto como cabeza suya.
Una mujer que se rasuraba la cabeza era muestra de que
desobedecía abiertamente la ley de Dios y al hacerlo, también desobedecía a
aquel que le había sido dado por esposo, la mujer naturalmente tiene una
cabellera hermosa que le sirve como velo, el cual ha sido dado por Dios, y
cortarlo es una abierta confrontación a él, esta tradición lo que nos dice es
que la mujer viva sujeta a quien es su cabeza, que al hacerlo demuestra
obediencia a Dios.
1Co 11:6 Si la mujer no se cubre la cabeza, que se corte también el cabello; pero si es vergonzoso para la mujer tener el
pelo corto o la cabeza rasurada, que se
la cubra.
Si la mujer no se cubre con velo de su cabello en
señal de sujeción a su esposo, entonces tampoco le será importante cortar su
cabello y mantenerlo así lo cual era deshonroso para la mujer y lo cual
tipifica el hecho de desobedecer abiertamente a su marido en contrariedad con
los preceptos cristianos de la familia, aunque si esto le parece deshonroso
entonces sería mejor que se cubriese su cabeza con la sujeción que Dios le demanda
para con su esposo.
1Co 11:7 El hombre no debe cubrirse la cabeza, ya que él es imagen y gloria de Dios, mientras que la mujer es gloria del hombre.
El hombre no debe cubrir su cabeza en representación
de ocultar su poca sujeción a Cristo pues el vivir bajo su guía tipifica el
honor que ha recibido de ser imagen y gloria de Dios para su hogar, familia y
sociedad. De igual manera la mujer que vive en sujeción a su esposo, se vuelve
la gloria del hombre. El aspecto de la sujeción debe ser entendido con
claridad, vivir bajo sujeción a Dios implica obediencia absoluta, ciega,
mientras que la sujeción al hombre depende de su sujeción a Cristo, una mujer
que es consciente de la sujeción de su pareja a Dios, le será natural sujetarse
sin inconvenientes.
1Co 11:8 De hecho,
el hombre no procede de la mujer sino la mujer
del hombre;
La creación así lo hace entender, mas esto no hace
menos a la mujer o más al hombre, el orden de su aparición solo hace referencia
al hecho de que ambos ya estaban en el corazón de Dios, y aunque tengan sus
diferencias físicas y anímicas, cuando deciden unirse se vuelven uno solo.
1Co 11:9 ni tampoco fue creado el hombre a causa de la
mujer, sino la
mujer a causa del hombre.
La mujer aunque fue creada a causa del hombre, no la
hace de menor valía ante Dios, pues el no hace acepción de personas, el varón
es el objeto inmediato de la creación de la mujer (Gen_2:18, Gen_2:21-22).
La iglesia, o sea la novia, es hecha para Cristo; y con todo, en la creación
natural así como en la espiritual, la novia, si bien hecha para el novio, en el
cumplimiento de dicha finalidad alcanza la propia “gloria” suya, y trae sobre
sí la “vergüenza” o la “deshonra” si se aparta de la virtud a la que fue llamada.
1Co 11:10 Por esta razón, y a causa de los ángeles, la mujer debe llevar sobre la cabeza señal de
autoridad.*
Pablo tenía una arraigada conexión entre la señal que
la mujer llevaba sobre su cabeza y la sujeción a su esposo, por eso el hecho de
que represente el cubrirse la cabeza con la sujeción que el hombre debe a Dios
y la sujeción que la mujer debe al hombre que honra a Dios.
1Co 11:11 Sin embargo,
en el Señor, ni la mujer existe
aparte del hombre ni el hombre aparte de la mujer.
Aquí nos confirma lo que ya mirábamos, para el Señor
no existen diferencias, pues ambos fueron diseñados para ser el complemento del
otro, no hay existencia ni vida si el hombre, no vida si el hombre no se una a
la mujer para engendrar hijos, así que coexistimos con un propósito que va más
allá del sexo.
1Co 11:12 Porque así como la mujer procede del
hombre, también el hombre nace de la
mujer; pero todo proviene de Dios.
Pablo continua dándonos ejemplos para mostrarnos la
igualdad que Dios ha dispuesto, porque así como la mujer procede del hombre y
le da identidad a su ser, así mismo el hombre nace de la mujer, pero nada de
esto podía ser posible si así Dios no lo hubiese dispuesto.
No hay de que ufanarnos como hombres, ni tampoco como
mujeres, somos seres con propósito y el unirnos en una sola carne solo
complementa el propósito.
1Co 11:13 Juzguen ustedes mismos: ¿Es apropiado que la mujer ore a Dios sin
cubrirse la cabeza?
Juzguen sobre los aspectos que les corresponden, es
apropiado que la mujer ore sin mantenerse en sujeción al varón que vive sujeto
a Dios, con el que convive?, claro que no, una oración que proviene de la
desobediencia es una oración egoísta, es una oración sin amor.
1Co 11:14 ¿No les enseña el mismo orden natural de las
cosas que es una vergüenza para el hombre dejarse crecer el cabello,
Según la tradición judía es una vergüenza para el
hombre dejarse crecer el cabello, pero que es en realidad este acto?, es un
acto de rebeldía ante los preceptos de Dios, quienes se dejan crecer el cabello
lo hace cansados de obedecer a sus padres, o a sus instituciones sea religiosas
o educativas, el simple acto conlleva rebeldía en el corazón, y no es que tener
el cabello largo sea malo o siempre muestre desobediencia, pero para saberlo
solo debe ir a la razón de porque lo hiciste allí encontraras la verdad.
1Co 11:15 mientras que es una gloria para la mujer
llevar cabello largo? Es que a ella se
le ha dado su cabellera como velo.
La mujer quien a diferencia del hombre puede llevar el
cabello largo según la tradición judía, con ello solo demostraba el hecho de
vivir sujeta a esposo, ya que no es necesario cubrirlo solo para aparentar
serlo, se trata de una actitud el corazón que revela nuestro estado de
obediencia y desobediencia para con Dios, y no para con los hombres.
1Co 11:16 Si alguien insiste en discutir este
asunto, tenga en cuenta que nosotros no
tenemos otra costumbre, ni tampoco las
iglesias de Dios.
Este es un tema que puede darse a discusión porque se
basa en la tradición y costumbres judías o griegas a las cuales se dirigía esta
carta, por eso trae a colación el hecho de que la iglesia de Dios ponía por
obra todas estas cosas, pero su explicación es más profunda como ya hemos
develado.
1Co 11:17 Al darles las siguientes instrucciones, no puedo elogiarlos, ya que sus reuniones traen más perjuicio que
beneficio.
Las instrucciones poco tienen que v era veces con el estado espiritual
de quien las pone en práctica, de allí que Pablo no pueda elogiarlos, porque
conocía el tipo de contiendas que se establecían en este lugar cuando debían
reunirse para compartir y no para contender.
1Co 11:18 En primer lugar, oigo decir que cuando se reúnen como iglesia
hay divisiones entre ustedes, y hasta
cierto punto lo creo.
La división es algo que surge naturalmente de una
mente que no ha sido sujetada bajo el poder de Dios, pues todo lo cuestiona,
todo lo mira bajo sus prejuicios de modo que nada puede ser perfecto para
ellos.
Solo basta con dar una mirada a los aspectos que Pablo
toca en esta carta para conocer el estado espiritual de la congregación, de
igual manera solo basta con escuchar un mensaje del predicador, y ver la
atención de la congregación para darse cuenta de su estado espiritual, basta
con escuchar sus quejas para ir directo a meollo del asunto, para darse cuenta
que no viven por el espíritu, aun sus mentes y emociones les dominan.
1Co 11:19 Sin duda,
tiene que haber grupos sectarios entre ustedes, para que se demuestre quiénes cuentan con la
aprobación de Dios.
Las sectas solo demuestran quien tiene la aprobación
de Dios, pues la división proviene de corazón y mentes que no han sido
transformados por el poder de Dios, provienen de ego, de la emoción, que no
puede comprender la verdad y aceptarla, sino que la cuestiona y no puede ponerla
por obra, allí es donde la verdadera iglesia de Dios, puede mostrarse en la
obediencia, en el amor, en la paz y no en la contienda por saber quién tiene la
razón.
1Co 11:20 De hecho,
cuando se reúnen, ya no es para
comer la Cena del Señor,
Si hay afán, si no hay disposición, si no hay comunión
de nada sirve compartir la cena del Señor.
1Co 11:21 porque cada uno se adelanta a comer su propia
cena, de manera que unos se quedan con
hambre mientras otros se emborrachan.
Si cada uno piensa en sí mismo y se adelanta a comer
su propia cena, y no piensan en los demás, solo muestran el egoísmo que satura
sus vidas, y la poca o nula importancia que tiene para ustedes honrar el
sacrificio que Cristo hizo en la cruz, y si se emborrachan aun es porque tienen
que ausentarse de la realidad porque no quieren ser confrontados con la verdad,
y eso ningún provecho tiene.
1Co 11:22 ¿Acaso no tienen casas donde comer y
beber? ¿O es que menosprecian a la
iglesia de Dios y quieren avergonzar a los que no tienen nada? ¿Qué les diré? ¿Voy a elogiarlos por esto? ¡Claro que no!
Aunque elogiaba algunos que guardaban sus enseñanzas
otros por el contrario no eran dignos de tales elogios, pues menospreciaban a
la iglesia de Cristo, tomando sin seriedad a la congregación y la comunión con
los santos, no es posible que entre creyentes se ostente con cosas materiales,
con comida, o bebida, no deberían ya entender que nada les pertenece?, sino que
todo les ha sido dado para compartir con los que no tienen.
1Co 11:23 Yo recibí del Señor lo mismo que les
transmití a ustedes: Que el Señor
Jesús, la noche en que fue traicionado, tomó pan,
Pablo mismo se coloca como ejemplo y reconoce que el,
nada tiene, que solo transmite lo que le ha sido confiado, por eso vuelve a
confiarles la transmisión de la santa cena del Señor, para que puedan
comprender el profundo significado que se haya en sus palabras, las cuales
remembramos cada vez que tomamos la cena del Señor.
1Co 11:24 y después de dar gracias, lo partió y dijo: "Este pan es mi cuerpo, que por ustedes entrego; hagan esto en memoria de mí."
El pan es tomado, tal cual Cristo fue tomado en su
carne por la humanidad como sacrificio expiatoria, después de haber dado
gracias al Señor por confiarle tal tarea, fue molido por nuestros pecados, como
el pan que e partido por nosotros, y luego revela el sentido del mismo acto, el
pan representa a su cuerpo entregado, molido, y golpeado por nosotros, por lo
tanto hacerlo en memoria suya solo debe transmitir la gratitud, el sentimiento
de amor profundo con el cual Cristo se entregó por nosotros.
1Co 11:25 De la misma manera, después de cenar, tomó la copa y dijo: "Esta copa es el nuevo pacto en mi
sangre; hagan esto, cada vez que beban de ella, en memoria de mí."
Luego de comer el pan, cuando tomamos la copa con
vino, esta copa representa la ira de Dios derramada sobre Cristo con la cual
puesta su sangre en ella, como vino nuevo, cada sorbo debe recordarnos lo que
pudo pasarnos y por su inmensa gracia Cristo nos libró, confirmo un nuevo pacto
del cual somos participes hoy y nunca ha de ser olvidado.
1Co 11:26 Porque cada vez que comen este pan y beben de
esta copa, proclaman la muerte del Señor
hasta que él venga.
Este acto simbólico que toma lugar dentro de la
congregación de los santos proclama la muerte de Cristo por la salvación de los
hombres, y nos recuerda lo que debió sufrir Cristo para honrar con su muerte,
la vida que ha conseguido para nosotros, hasta que venga de nuevo.
1Co 11:27 Por lo tanto,
cualquiera que coma el pan o beba de la copa del Señor de manera
indigna, será culpable de pecar contra
el cuerpo y la sangre del Señor.
Por eso quien coma la cena del Señor sin haber
examinado su corazón, sin conocer el significado de la misma y el sacrificio
del que se hace partícipe, lo hace de manera indigna, pues no participa de la
misma, y esta se convierte en pecado y destrucción para quien así lo hace.
1Co 11:28 Así que cada uno debe examinarse a sí mismo
antes de comer el pan y beber de la copa.
Por eso examínense, permitan que el espíritu Sato
escudriñe sus mentes y corazones, para que les revele las intenciones de su
corazón, para que limpiados por la sangre del cordero, puedan participar de la
memoria de su sacrificio con el cual anunciamos y muerte y su segunda venida.
1Co 11:29 Porque el que come y bebe sin discernir el
cuerpo,* come y bebe su propia condena.
Quien no se examina a sí mismo, no puede discernir lo
que el cuerpo y la sangre del cordero inmolado antes de la creación del mundo
significa, y así mismo solo cae en el juicio y condenación de sus propias
acciones.
1Co 11:30 Por eso hay entre ustedes muchos débiles y
enfermos, e incluso varios han muerto.
El comer de manera indigna, solo permite que el juicio
por sus acciones les alcancen debilitándoles, enfermándoles y destruyéndoles.
1Co 11:31 Si nos examináramos a nosotros mismos, no se nos juzgaría;
Si confiáramos plenamente en la guía de Dios quien por
medio de su Espíritu Santo nos examine hasta lo más hondo de nuestro ser, no se
nos juzgaría, pues todo habría sido revelado y cubierto bajo la gracia y perdón
de Dios. Pero quien no se examina a sí mismo, se autojustifica e impide el
obrar de Dios en su corazón, haciendo que el juicio de Dios tenga que llegar
para que así pueda comprender su equivocación.
1Co 11:32 pero si nos juzga el Señor, nos disciplina para que no seamos condenados
con el mundo.
Pero aunque seamos jugados por el Señor, su juicio es
justo, y nos disciplina para que no alcancemos la condenación que el mundo
recibe.
1Co 11:33 Así que,
hermanos míos, cuando se reúnan
para comer, espérense unos a otros.
Si deciden reunirse para comer la cena del Señor,
espérense, sean pacientes y trátense como quisieran ustedes ser tratados, con
todo respeto y honra.
1Co 11:34 Si alguno tiene hambre, que coma en su casa, para que las reuniones de ustedes no resulten
dignas de condenación. Los demás asuntos
los arreglaré cuando los visite.
Si
alguno sabe que va a tener hambre antes de la reunión de la iglesia, que coma
antes para que sus reuniones como iglesia no sean dignas de condenación y
juicio.
Los
demás asuntos como en la iglesia deben ser tratados personalmente para poder
confrontar con la verdad a los creyentes, y así ayudar y apoyar su crecimiento
espiritual, si no se confronta se impide que la obra del Señor sea completa, y
el juicio que se podría evitar se hace inminente.