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lunes, 18 de febrero de 2013

TIEMPO DE REFLEXION





Di Padre, si cada día te portas como hijo y tratas a los demás como hermanos. 
Di Nuestro, si no te aíslas con tu egoísmo. 
Di que estás en los cielos, cuando seas y pienses en lo espiritual y no pienses sólo en lo material. 
Di santificado sea tu Nombre, si amas a Dios con todo el corazón, con toda el alma y con todas tus fuerzas. 
Di venga a nosotros tu Reino, si de verdad Dios es tu rey y trabajas para que Él reine en todas partes. 
Di hágase Tu voluntad, si la aceptas y no quieres que sólo se haga la tuya. 
Di danos hoy nuestro pan, si sabes compartir con los pobres y con los que sufren. 
Di perdona nuestras ofensas, si quieres cambiar y perdonar de corazón. 
Di no nos dejes caer en tentación, si de verdad estás decidido a alejarte del mal.
Di líbranos del mal, si tu compromiso es por el bien. 
Y di Amén si tomas en serio las palabras de esta oración.

Mat 7:21  No todo el que me dice:  Señor,  Señor,  entrará en el reino de los cielos,  sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.
Mat 7:22  Muchos me dirán en aquel día:  Señor,  Señor,  ¿no profetizamos en tu nombre,  y en tu nombre echamos fuera demonios,  y en tu nombre hicimos muchos milagros?
Mat 7:23  Y entonces les declararé:  Nunca os conocí;  apartaos de mí,  hacedores de maldad.

Muchos el día en que se enfrenten con el Señor, se darán cuenta que todo lo que hicieron creyendo servir al Señor fue equivocado, este pasaje debe hacernos recapacitar en lo siguiente, verdaderamente conocemos a Dios?, conocemos la escritura que es su palabra?, genuinamente le buscamos bajo sus parámetros y no los nuestros?, o lo hicimos por motivos egoístas o sea de nuestro ego?. Conocer a Dios es conocer nuestra verdadera identidad, por eso la oración conocida como el Padre nuestro, nos lleva a conocer a Dios y su voluntad de una manera que llega directamente a nuestro entendimiento para revelarnos la realidad de Dios como un Padre a quien se le debe honra, respeto, alabanza y gloria, un Padre que se preocupa genuinamente por sus necesidades y protección, un Padre que disciplina y enseña a quienes ama, es en esta oración en donde podemos entender su paternidad para hacerla nuestra paternidad, nuestra identidad como hijos para llamar e identificar a los que son suyos, y también descubrimos lo que El espera de nosotros para entregarlo sin reservas, que tan dispuesto estas a conocerle?, recuerda que la confianza se genera con el encuentro frecuente y el conocimiento que se adquiere de aquel en quien buscamos confianza, sin conocimiento no hay confianza, que esperas para conocerle o te presentaras ante El para que te diga que nunca te conoció?.

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