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lunes, 10 de septiembre de 2012

TIEMPO DE REFLEXION



De vacaciones por Europa, Andy Iglesias perdió la comunicación con su hogar por cinco días.  Sus papás temieron lo peor.  Se angustiaron por el silencio inexplicable.  El papá de Andy, en su angustia, temió lo peor. Y formuló una plegaria singular:  -"Dios mío, por favor no te lleves todavía a Andy.  Déjamelo por unos días para decirle cuánto lo amo." Nada les había pasado a Andy y sus amigos; simplemente se desconectaron accidentalmente. Pero el Señor Iglesias no olvidó su promesa a Dios. Cada día, sin faltar uno, le dijo a su hijo cuánto lo amaba luego de su perdida accidental. Andy Iglesias sufrió un accidente automovilístico 5 meses después en donde perdió la vida. Sus padres lloraron su muerte pero le dieron gracias a Dios porque al cumplir su promesa dijeron: "lo tuvimos cinco meses más para decirle cuánto lo amábamos cada día".
Eclesiastés 3:1  Todo tiene su momento oportuno; hay un tiempo para todo lo que se hace bajo el cielo:
Eclesiastés 3:2  un tiempo para nacer,
y un tiempo para morir;
un tiempo para plantar,
y un tiempo para cosechar;
Dios ha dispuesto un tiempo para cada cosa que ocurre en la tierra al leer Eclesiastés nos damos cuenta que hay un tiempo para nacer y otro para morir, uno para sufrir y otro para alegrarse, por eso cada momento es precioso en nuestras vidas, que seria de la alegría si no pasáramos algún tiempo en la tristeza, de seguro no sería igual, de igual manera el tiempo que tenemos en esta tierra debe ser aprovechado al máximo, para dar, para servir, para amar, pues estas cosas traerán regocijo al corazón y bendecirán a todos a nuestro alrededor incluyéndonos a nosotros mismos.Por cierto ¿Ya le dijo usted a su hijo(a) que lo quiere? ya se lo dijo a sus padres, hermanos, familiares o amigos? No esperes pedir una tregua para decirles a tus hijos, padres, familiares o amigos cuanto los quieres, hazlo ahora.

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