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ESTUDIO BIBLICO |
ESTUDIO BIBLICO
Por: Camilo Sastoque
Ministerio Unidad de la Fe
Act 2:1 Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos juntos en el mismo lugar.
Llegado el tiempo del Pentecostés fiesta judía de
las semanas que celebra la entrega de la ley (Torá) al pueblo por medio de
Moisés en el monte Sinaí, conocida como Shavuot, siendo este el tiempo de
clausura de la cosecha o de la temporada pascual. Todos juntos, los apóstoles, los
hermanos de Jesús y las mujeres se encontraban reunidos en el aposento alto. Ya
hemos visto como 3 fiestas judías se han cumplido con Cristo, las Primicias
(Resurrección, 1 Cor 15:23), la Pascua (Muerte, 1 Cor 5:7) y el Pentecostés
(venida del Espíritu Santo, Rom 2:15).
Act 2:2 De repente,
vino del cielo un ruido como el de una violenta ráfaga de viento y llenó
toda la casa donde estaban reunidos.
De
forma repentina viene del cielo lo que ellos perciben como el ruido de una
ráfaga de viento que llena todo el lugar en donde se encontraban. Este evento
sobrenatural marcara un antes y un después para la iglesia que se reúne allí.
Este punto nos habla que sus oídos espirituales fueron abiertos para escuchar
lo que sucedía sobrenaturalmente aquel día.
Act 2:3 Se les aparecieron entonces unas lenguas como
de fuego que se repartieron y se posaron sobre cada uno de ellos.
Este
evento sobrenatural es seguido por la aparición lo que ellos percibieron como
lenguas de fuego, no es que fueran de fuego, sino que se parecían a él,
recordándonos lo que Juan Bautista les había dicho: “… él os bautizará en
Espíritu Santo y fuego” (Mat 3:11). Además de oír claramente lo que sucedía,
sus ojos espirituales también pudieron percibir lo sobrenatural.
Act 2:4 Todos fueron llenos del Espíritu Santo y
comenzaron a hablar en diferentes lenguas,
según el Espíritu les concedía expresarse.
Lo
profetizado por Juan tiene su cumplimiento en Pentecostés, la fiesta en
conmemoración de la ley ahora da cabida a aquel que habrá de capacitar a la
iglesia para que pueda obedecer los mandamientos de Dios. Nótese que se nos
dice que fueron llenos del Espíritu Santo, lo cual nos habla de una medida, la
llenura a la que debe aspirar todo creyente. Una de las evidencias que
demuestran que hemos sido bautizados por el espíritu Santo y su fuego es que
algunos creyentes pueden hablar en diferentes lenguas (1 Cor 12:10; 1 Cor
14:22), no en todos ocurre igual, algunos son catapultados y capacitados para
servir conforme a su llamado, junto con la expresión de otros dones.
Act 2:5 Estaban de visita en Jerusalén judíos
piadosos, procedentes de todas las
naciones de la tierra. ( #biblical teachings)
Durante
la fiesta judía del Pentecostés era normal que muchos judíos practicantes a
quienes se les considera piadosos, iban a Jerusalén para ofrecer sacrificio a
Dios. De lo cual se vale el Señor para que muchos creyentes oigan el evangelio
por parte de los apóstoles.
Act 2:6 Al oír aquel bullicio, se agolparon y quedaron todos pasmados porque
cada uno los escuchaba hablar en su propio idioma.
Las
lenguas en las que hablaban los discípulos eran lenguas extranjeras no
conocidas por ellos, sino que fueron capacitados sobrenaturalmente para
expresarlas conforme al propósito divino, de modo, que muchos escucharan en su
propio idioma alabar a Dios. Es importante recordar que las lenguas pueden
formar un bullicio, sin ser esto inadecuado o malo del todo, pues algunos no
toleran lo que consideran desorden con el uso de las lenguas, seguramente lo
que ocurrió aquí también les habría parecido desordenado o salido de control.
Act 2:7 Desconcertados y maravillados, decían:
"¿No son galileos todos estos que están hablando?
Su
asombro fue tal, primeramente porque pudieron reconocer de donde provenían los
que generaban todo ese bullicio, reconociéndolos como galileos o provenientes
de galilea.
Act 2:8 ¿Cómo es que cada uno de nosotros los oye
hablar en su lengua materna?
Y
segundo porque oían su lengua materna, o aquella del país de donde provenían,
lo cual era sorprendentemente extraordinario para aquellas épocas, pues solo
los más versados y ricos podían darse el lujo de aprender otro idioma.
Act 2:9 Partos,
medos y elamitas; habitantes de
Mesopotamia, de Judea y de Capadocia, del Ponto y de Asia,
Las
lenguas eran tan diversas que habitantes de todos los países conocidos que
asistían a la fiesta del Pentecostés pudieron escuchar hablar a los discípulos
en su idioma materno.
Act 2:10 de Frigia y de Panfilia, de Egipto y de las regiones de Libia cercanas
a Cirene; visitantes llegados de Roma;
Dentro
de las lenguas de estos pueblos están el árabe, elamita, sumerio, fenicio,
egipcio, griego, romano. Todas estas lenguas fueron habladas por los discípulos
luego que fueran llenos por el Espíritu Santo y su fuego.
Act 2:11 judíos y prosélitos; cretenses y árabes: ¡todos por igual los oímos proclamar en
nuestra propia lengua las maravillas de Dios!"
Tanto
judíos practicantes como discípulos de estos, provenientes del mundo árabe o de
Creta escucharon su propia lengua, lo cual de por sí, ya era sorprendente. Lo
que también les maravillaba era que hablaban maravillas de Dios. Es muy
probable que las maravillas de Dios fueran revelaciones sobre su obra y verdad.
Act 2:12 Desconcertados y perplejos, se preguntaban: "¿Qué quiere decir esto?"
Todo
esto tenía confusos a algunos y turbados a otros, pues se preguntaban que es lo
que quería decir aquello. Esto es muy importante, pues quienes les oían eran
motivados a pensar que había algo detrás de esto, no era algo común o algo
trivial, parecía importante.
Act 2:13 Otros se burlaban y decían: "Lo que pasa es que están
borrachos."
Mientras
algunos eran movidos a entendimiento, otros solo juzgaban esto como insensatez,
por lo que se burlaban y les creían borrachos. Es interesante hacer énfasis en
este punto, pues muchos hoy en día consideran los dones como sacados de
contexto, como una abominación o una burla al Espíritu Santo, y claro hay
muchos predicadores que sacan de contexto los dones espirituales, pero sin
embargo hay otros que cuidan y procuran que ellos se den en el contexto y orden
correcto conforme a las escrituras. Para que pensaran que estuvieran borrachos
su comportamiento y voz no se parecería a su normalidad, tendría que ser algo
diferente a tal punto de que pudiera ser considerado una borrachera, nadie que
habla en un idioma extranjero normalmente o que se comporta normal hubiese sido
tergiversado de tal manera, lo cual hace muy probable que su comportamiento
revelara exaltación, gritos, llanto, sonrisa, éxtasis, comportamientos que
pueden ser considerados apegados al comportamiento de un borracho.
Act 2:14 Entonces Pedro, con los once,
se puso de pie y dijo a voz en cuello:
"Compatriotas judíos y todos ustedes que están en Jerusalén, déjenme explicarles lo que sucede; presten atención a lo que les voy a decir.
Aquí
es donde se nos hace la primera referencia a quienes eran quienes salieron del
aposento alto y hablaban en lenguas ante los judíos, pues fueron los 12
apóstoles, incluido Matías. Pedro guiado por el Espíritu y seguramente por su
carácter impulsivo, que ahora es movido por Dios levanta su voz en medio de los
12 y predica por primera vez el evangelio, recordemos que habían estado
asustados, que no habían salido de aquel lugar y que salir era un gran peligro
para sus vidas aun en aquel momento. Pedro comienza su disertación explicando
lo que ellos están viendo.
Act 2:15 Éstos no están borrachos, como suponen ustedes. ¡Apenas son las nueve de la mañana!
Empieza
dándoles a comprender que no están borrachos como algunos suponen, pues es
temprano y no es hora de andar en esas, por lo que se dispone a revelar el
verdadero propósito y sentido de tal situación tan extraña.
Act 2:16 En realidad lo que pasa es lo que anunció el
profeta Joel:
Act 2:17 "'Sucederá que en los últimos días, dice Dios,
derramaré mi Espíritu sobre todo el género humano. Profetizarán sus hijos y sus hijas, los jóvenes tendrán visiones y los ancianos
tendrán sueños.
Act 2:18 En esos días derramaré mi espíritu sobre mis
siervos y mis siervas, y profetizarán.
Act 2:19 Haré prodigios arriba en el cielo y señales
abajo en la tierra: sangre, fuego y nubes de humo.
Act 2:20 El sol se convertirá en oscuridad y la luna
en sangre antes que llegue el grande y esplendoroso día del Señor.
Act 2:21 Y todo el que invoque el nombre del Señor
será salvo.'
Pedro
les revela que lo sucedido es la confirmación de lo anunciado por el profeta
Joel en Joel 2:28-32. Recordándonos lo que aquella profecía decía sobre el
derramamiento del Espíritu de Dios sobre todo género humano que habría de manifestarse
por medio de profecías, visiones y sueños, también por medio de prodigios (que
son cosas especiales o raras, sucesos extraños que exceden los límites de la
naturaleza o personas que reciben cualidades extraordinarias) y señales arriba
en el cielo o debajo de la tierra, entre los cuales se podrán ver sangre, fuego
y nubes de humo, el sol se oscurecerá y la luna parecerá tomar el color de la
sangre antes de que llegue la segunda venida de nuestro Señor Jesucristo.
Recordándonos la promesa bíblica de que todo aquel que invoque el nombre del
Señor será salvo.
Act 2:22 "Pueblo de Israel, escuchen esto: Jesús de Nazaret fue un hombre acreditado por
Dios ante ustedes con milagros, señales
y prodigios, los cuales realizó Dios
entre ustedes por medio de él, como bien
lo saben.
Prosigue
con el testimonio de Jesús, quien vivió en Nazareth posterior a su exilio en
Egipto, tal cual como la profecía lo había descrito (Mateo 2:23), además fue
célebremente conocido por realizar milagros, señales y prodigios que jamás se
habían visto sobre Israel con los cuales muchos judíos reconocían que solo
podría provenir de Dios. El testimonio del ministerio de Cristo aún estaba
palpable entre los judíos, muchos de ellos participes del mismo como testigos o
como objeto de estos eventos.
Act 2:23 Éste fue entregado según el determinado
propósito y el previo conocimiento de Dios;
y por medio de gente malvada, ustedes lo mataron, clavándolo en la cruz.
Luego
Pedro nos permite comprender que Jesús fue entregado por el Padre conforme al
propósito de salvación que había determinado previamente a través de personas
que practicaban el mal, para terminar con su vida clavándolo en la cruz. Es la
primera referencia al conocimiento previo de Dios, un conocimiento que abarca
el pasado, el presente y el futuro. Muchos no conciben este conocimiento previo
como algo real, pero aquí se nos da una evidencia palpable del mismo.
Act 2:24 Sin embargo,
Dios lo resucitó, librándolo de
las angustias de la muerte, porque era
imposible que la muerte lo mantuviera bajo su dominio.
Su
testimonio no solo abarca su ministerio y su muerte, sino también su
resurrección, al ser librado de toda angustia de muerte mostro su poderío y
majestad, pues la muerte (entidad espiritual del inframundo) no pudo retenerlo
bajo su dominio.
Act 2:25 En efecto,
David dijo de él: "'Veía yo
al Señor siempre delante de mí, porque
él está a mi derecha para que no caiga.
Act 2:26 Por eso se alegra mi corazón y canta con gozo
mi lengua; mi cuerpo también vivirá en
esperanza,
Act 2:27 porque no dejarás que mi vida termine en el
sepulcro, ni permitirás que el fin de tu santo sea la corrupción.
Act 2:28 Me has dado a conocer los caminos de la vida; me llenarás de alegría en tu presencia.'
Ahora
usa como referencia a David el rey profeta quien escribió en salmos 16:8-11
este texto profético que hace referencia a la divinidad de Cristo, pues esto
jamás aconteció a David ni en vida, ni en su muerte. Solo Jesús en su divinidad
podría haber sufrido tal muerte, pero haber ido con tal alegría y gozo,
mientras confía en la potestad del Padre quien no permitiría que su vida
terminase en el sepulcro.
Act 2:29 "Hermanos y hermanas, permítanme hablarles con franqueza acerca del
patriarca David, que murió y fue
sepultado, y cuyo sepulcro está entre
nosotros hasta el día de hoy.
David
murió y como testimonio de su muerte, su sepulcro estaba en Jerusalén, por lo
tanto, no podría ser él de quien se habla en ese texto.
Act 2:30 Era profeta y sabía que Dios le había
prometido bajo juramento poner en el trono a uno de sus descendientes.
Aunque
era profeta y había recibido una promesa de parte de Dios, la cual consistía en
que el trono de Israel provendría de alguno de sus descendientes (mirar salmos
132:11), lo cual se confirmó con Cristo, cuya ascendencia provenía de David.
David jamás experimento la resurrección.
Act 2:31 Fue así como previó lo que iba a
suceder. Refiriéndose a la resurrección
del Mesías, afirmó que Dios no dejaría
que su vida terminara en el sepulcro, ni
que su fin fuera la corrupción.
Fue
por medio de la profecía que David pudo llegar a saber lo que habría de
acontecer con el mesías y su resurrección. Pues es este uno de los propósitos de
la profecía, el dar a conocer un evento futuro, ero cuán grande esta profecía
que da a conocer lo que habría de suceder al mesías.
Act 2:32 A este Jesús,
Dios lo resucitó, y de ello todos
nosotros somos testigos.
Pero
no basta solo con dar a conocer lo que la escritura menciona, además Pedro y
todos los discípulos que estaban allí eran testigos oculares de tan magnifico
evento. Por lo que darían su vida para testificar del amor y la verdad de
Jesucristo.
Act 2:33 Exaltado por el poder de Dios, y habiendo recibido del Padre el Espíritu
Santo prometido, ha derramado esto que
ustedes ahora ven y oyen.
Luego
de dar a conocer lo prometido por medio de las escrituras y mostrarse como
testigo vivo de lo ocurrido, reconoce que ahora han recibido el Espíritu Santo
de quien proviene lo que vieron y oyeron.
Act 2:34 David no subió al cielo, y sin embargo declaró: "Él Señor dijo a mi Señor: Siéntate a mi derecha,
Act 2:35 hasta que ponga a tus enemigos por estrado de
tus pies.'
Además,
les conduce a reconocer que David no subió al cielo, pues ellos estaban en el
Seol (tierra de los muertos), pero sin embargo había dicho en salmos 110:1.
Act 2:36 "Por tanto, sépalo bien todo Israel que a este
Jesús, a quien ustedes
crucificaron, Dios lo ha hecho Señor y
Mesías."
Luego
de presentar tan indiscutibles evidencias, presenta a Jesús a quienes ellos
reconocían como el que había sido crucificado, como Señor y Mesías. Dos
calificativos que eran supremamente importantes para los judíos, pues ellos
esperaban el tiempo de la llegada de este Mesías al que llamarían Señor. Pero
en vez de recibirle, le habían crucificado.
Act 2:37 Cuando oyeron esto, todos se sintieron profundamente conmovidos y
les dijeron a Pedro y a los otros apóstoles:
--Hermanos, ¿qué debemos hacer?
Aquí
podemos ver la obra del Espíritu Santo en el corazón del hombre, pues luego de
oír el testimonio de Pedro, se sintieron conmovidos o movidos en su corazón
para preguntar lo que surgió a continuación: ¿Qué debían hacer?, una respuesta
motivada por un genuino arrepentimiento en sus corazones.
Act 2:38 --Arrepiéntanse y bautícese cada uno de
ustedes en el nombre de Jesucristo para perdón de sus pecados --les contestó
Pedro--, y recibirán el don del Espíritu
Santo.
Es
entonces cuando Pedro revela la fórmula para evangelizar a nuevos creyentes,
pidiéndoles que se arrepientan y luego sean bautizados como señal de esta nueva
fe a la que se someten reconociendo su pecado, solo entonces de haberse
arrepentido y bautizado, entonces, podrán ser partícipes de poder recibir el
Espíritu Santo.
Act 2:39 En efecto,
la promesa es para ustedes, para
sus hijos y para todos los extranjeros, es decir, para todos aquellos a quienes el Señor
nuestro Dios quiera llamar.
Luego
nos recuerda que esta promesa es para todos, los hijos, los extranjeros, y todo
aquel que sea llamado por Dios. Así que, si el mensaje verdadero es predicado,
lo que en consecuencia sucederá, será que los llamados responderán a su
llamamiento y en consecuencia se arrepentirán, creerán, se bautizaran y
recibirán el Espíritu Santo de modo que sean capacitados para vivir conforme a
la verdad del evangelio.
Act 2:40 Y con muchas otras razones les exhortaba
insistentemente: --¡Sálvense de esta
generación perversa!
Su
exhortación continua de forma insistente para con quienes lo escuchan, pues él
quiere que sean salvados de esta generación perversa que ha tergiversado el
mensaje de la palabra de Dios. Esto nos recuerda que debemos procurar exhortar
a todo aquel que quiera y pueda oírnos para que se vuelva a Dios.
Act 2:41 Así,
pues, los que recibieron su
mensaje fueron bautizados, y aquel día
se unieron a la iglesia unas tres mil personas.
Es
probable que hubiesen muchas más personas recibiendo el mensaje que Pedro
predico, pero lo que sí es seguro es que estas tres mil personas recibieron el
mensaje y se unieron a la iglesia. No todo el que recibe el mensaje lo recibe y
obra conforme a la fe que le es confiada.
Act 2:42 Se mantenían firmes en la enseñanza de los
apóstoles, en la comunión, en el partimiento del pan y en la oración.
Aquí
se hace evidente que luego de su arrepentimiento y bautizo, la iglesia se
reunía para tener comunión con Dios y con los hermanos, compartían la cena del
Señor y oraban juntos. Estos tres elementos son primordiales en la liturgia
cristiana y no deben ser reemplazados o cambiados, pues el culto cristiano se
basa en ellos.
Act 2:43 Todos estaban asombrados por los muchos
prodigios y señales que realizaban los apóstoles.
Luego
de recibir la llenura del Espíritu Santo los apóstoles fueron capacitados para
realizar prodigios y señales que maravillaban a las multitudes que ahora
participaban de la iglesia.
Act 2:44 Todos los creyentes estaban juntos y tenían
todo en común:
No
era una norma, pero todos sentían tal desprendimiento posterior a su conversión
que eran capaces de dejarlo todo para ponerlo a custodia de los apóstoles, todo
para el bien común.
Act 2:45 vendían sus propiedades y posesiones, y compartían sus bienes entre sí según la
necesidad de cada uno.
Todo
pasaba a estar en manos de todos, las propiedades, las posesiones materiales, y
hasta los bienes materiales que cada uno tenía eran brindados según la
necesidad de cada quien.
Act 2:46 No dejaban de reunirse en el templo ni un
solo día. De casa en casa partían el pan
y compartían la comida con alegría y generosidad,
Aunque
muchos procuran un día como sagrado, la iglesia tenía como costumbre reunirse
todos los días y lo hacían en el templo y en las casas de modo que todos
pudieran compartir con alegría y generosidad. Vaya días aquellos, la iglesia
prosperaba conforme todos compartían lo que tenían, y siempre daban con
generosidad.
Act 2:47 alabando a Dios y disfrutando de la
estimación general del pueblo. Y cada
día el Señor añadía al grupo los que iban siendo salvos.
Sus
reuniones estaban llenas de alabanzas para Dios, y eran reconocidos con gran
estima por el pueblo que les veía compartir y vivir de forma diferente, lo cual
consideraba un testimonio veraz y claro del poder de Dios. Así la iglesia
prosperaba y crecía conforme el Señor añadía a quienes iban siendo salvos. Es
muy importante esto, pues nos recuerda que la salvación no proviene de las
estrategias del hombre, sino de vivir una vida conforme a la verdad del
evangelio, es entonces cuando el Señor añade a los que han de ser salvos.
Muchos se preocupan por las nuevas estrategias evangelisticas, pero poca
atención colocan a vivir conforme a la santidad y la verdad, manteniendo una
vida de oración.