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miércoles, 28 de septiembre de 2016

ESTUDIO BÍBLICO HEBREOS 12

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ESTUDIO BÍBLICO
Por: Camilo A. Sastoque
Ministerio Unidad de la Fe

Heb 12:1  Por tanto,  también nosotros,  que estamos rodeados de una multitud tan grande de testigos,  despojémonos del lastre que nos estorba,  en especial del pecado que nos asedia,  y corramos con perseverancia la carrera que tenemos por delante.
Teniendo tan bellos ejemplos de testimonio de una vida consagrada a Dios, desechemos el lastre de nuestra concupiscencia y del pecado que asedian nuestras vidas de continuo, para que podamos correr con paciencia y diligencia la vida que nos fu impuestas como atletas disciplinados que buscan alcanzar la meta, que es Dios.
Heb 12:2  Fijemos la mirada en Jesús,  el iniciador y perfeccionador de nuestra fe,  quien por el gozo que le esperaba,  soportó la cruz,  menospreciando la vergüenza que ella significaba,  y ahora está sentado a la derecha del trono de Dios.
La mente puede fácilmente perder el enfoque del llamado de Dios, para no perderlo, el escritor nos recomienda fijar nuestra mirada en Jesús, reconociéndole como el autor y consumador de nuestra fe. Cuyo ejemplo de vida y consagración soporto la cruz y la maldición que conllevaba ser clavado en ella, humillándose a sí mismo para que luego Dios le entregara su autoridad.
Heb 12:3  Así,  pues,  consideren a aquel que perseveró frente a tanta oposición por parte de los pecadores,  para que no se cansen ni pierdan el ánimo.
Si nos consideramos débiles y frágiles, consideremos entonces a aquel que perseveró en medio del estorbo que representaban los pecadores para el cumplimiento de su ministerio, pues hacerlo nos dará el aliento para permanecer inmutables al propósito divino.
Heb 12:4  En la lucha que ustedes libran contra el pecado,  todavía no han tenido que resistir hasta derramar su sangre.
Todo hombre que busca de Dios ha de librar una intensa batalla contra el pecado que ha hallado cabida en su ser, si no se batalla, entonces es porque la conciencia se ha adormecido y la batalla se ha perdido. El pecado es personificado como el adversario. El pecado, ya dentro de nosotros es un adversario que necesita ser confrontado frecuentemente para no caer, considerando que no todos habían batallado hasta derramar su sangre como mártires.
Heb 12:5  Y ya han olvidado por completo las palabras de aliento que como a hijos se les dirige:  "Hijo mío,  no tomes a la ligera la disciplina del Señor ni te desanimes cuando te reprenda,
Heb 12:6  porque el Señor disciplina a los que ama,  y azota a todo el que recibe como hijo."
Es importante que como hijos amados de Dios, consideremos la disciplina a la que se nos somete como la oportunidad de abandonar nuestra vieja naturaleza, ese lastre que nos impide avanzar y podamos dejar de lado el pecado que nos sometía, para vivir en la libertad que solo nos ofrece el Espíritu.
Heb 12:7  Lo que soportan es para su disciplina,  pues Dios los está tratando como a hijos.  ¿Qué hijo hay a quien el padre no disciplina?
La paternidad moderna no disciplina, porque tiene un concepto equivocado de lo que esta significa. Crecimos creyendo que la disciplina solo mostraba el odio y la rabia de nuestros padres hacia nosotros porque fue así como nos fue transmitida, pero la disciplina de Dios que es la correcta, solo surge del amor, un amor que busca el crecimiento y la madurez del hijo, corrige con amor, no con rabia, ni rencor.
Heb 12:8  Si a ustedes se les deja sin la disciplina que todos reciben,  entonces son bastardos y no hijos legítimos.
Dios no es selectivo en cuanto a la disciplina, es algo por lo que todos debemos pasar como hijos, pues si Cristo mismo fue sometido a ella como hijo, porque nosotros deberíamos estar exentos. La disciplina corrige y permite a quien la vive experimentar una relación más profunda con el Padre, ser reconocidos como hijos legítimos con todos los derechos que ello implica.
Heb 12:9  Después de todo,  aunque nuestros padres humanos nos disciplinaban,  los respetábamos.  ¿No hemos de someternos,  con mayor razón,  al Padre de los espíritus,  para que vivamos?
El escritor nos conduce a la experiencia, cuando éramos sometidos a disciplina por nuestros padres, lo cual permitía que les guardáramos respeto, como entonces no vamos a recibir con gozo la disciplina que proviene de Dios para que dejando nuestra naturaleza terrenal, podamos experimentar y vivir en la naturaleza divina.
Heb 12:10  En efecto,  nuestros padres nos disciplinaban por un breve tiempo,  como mejor les parecía;  pero Dios lo hace para nuestro bien,  a fin de que participemos de su santidad.
La disciplina produce como fruto santidad, el ser apartados de aquello que nos destruye y contamina. Dios nos disciplina a diferencia de nuestros padres para nuestro bien, pues sabe bien que el hombre no podría vivir una vida en santidad si no fuese por la templanza que produce la disciplina en el creyente.
Heb 12:11  Ciertamente,  ninguna disciplina,  en el momento de recibirla,  parece agradable,  sino más bien penosa;  sin embargo,  después produce una cosecha de justicia y paz para quienes han sido entrenados por ella.
La disciplina es intolerable para la naturaleza rebelde del hombre, pero con el tiempo produce justicia porque quien la experimenta puede reconocer la gracia que se necesita para vivir en santidad, y paz porque solo a través de esta puede experimentar una verdadera libertad de sí mismo y del pecado.
Heb 12:12  Por tanto,  renueven las fuerzas de sus manos cansadas y de sus rodillas debilitadas.
Confiados en el Señor, permitamos que su disciplina nos fortalezca en la fe, y aunque nuestros cuerpos estén cansados podamos descansar en él.
Heb 12:13  "Hagan sendas derechas para sus pies", para que la pierna coja no se disloque sino que se sane.
Proverbios 4:26 nos sirve de soporte para establecer la verdad que allí se esconde. Para hacer sendas derechas el corazón del hombre y su mente han de ser disciplinados y entrenados por el Señor, solo así podrán reconocer la senda derecha que les conduce a él, y entonces examinarían su cojera espiritual, aquello que les impide llegar, su necesidad de ser sanados y salvados para que después pudieran sanar.
Heb 12:14  Busquen la paz con todos,  y la santidad,  sin la cual nadie verá al Señor.
Que la paz nos guie para actuar con todos y la santidad sea la evidencia de la presencia del Señor en nuestras vidas. Quien vive en santidad hace visible, palpable la presencia del Señor para con todos.
Heb 12:15  Asegúrense de que nadie deje de alcanzar la gracia de Dios;  de que ninguna raíz amarga brote y cause dificultades y corrompa a muchos;
Como hijos amados debemos asegurarnos de compartir la gracia de Dios sobre nuestras vidas y mediante el llamado al arrepentimiento, no sabemos a quién Dios quiere alcanzar por medio nuestro o de su palabra. Testifiquemos por gracia lo que por gracia hemos recibido, no permitiendo que la amargura por la disciplina que se nos impone genere raíces profundas en nuestro corazón y nos cause dificultades en nuestra relación con Dios ya que esta puede corromper la esencia de Dios en nosotros.
Heb 12:16  y de que nadie sea inmoral ni profano como Esaú,  quien por un solo plato de comida vendió sus derechos de hijo mayor.
Todo aquel que menosprecia la gracia y la bendición de Dios, como Esaú, quien vendió a Jacob su primogenitura por un plato de lentejas, profana la virtud a la que es llamado.
Heb 12:17  Después,  como ya saben,  cuando quiso heredar esa bendición,  fue rechazado:  No se le dio lugar para el arrepentimiento,  aunque con lágrimas buscó la bendición.
Su historia es un recordatorio para el creyente, un llamado a la conciencia para que dejando lo inmoral y lo profano, busquemos a Dios mientras puede ser hallado.
Heb 12:18  Ustedes no se han acercado a una montaña que se pueda tocar o que esté ardiendo en fuego;  ni a oscuridad,  tinieblas y tormenta;
Heb 12:19  ni a sonido de trompeta,  ni a tal clamor de palabras que quienes lo oyeron suplicaron que no se les hablara más,
Heb 12:20  porque no podían soportar esta orden:  "¡Será apedreado todo el que toque la montaña,  aunque sea un animal!"
Heb 12:21  Tan terrible era este espectáculo que Moisés dijo:  "Estoy temblando de miedo."
De nuevo el escritor apela a las escrituras y la historia que todos reconocían de Moisés, quien experimento la presencia de Dios de una manera sobrenatural tan fuerte que le hizo temblar del miedo que sintió. Mas ninguno de nosotros jamás ha tenido que experimentar lo que Moisés sintió, pues Dios ha dispuesto un camino que nos conduce a él.
Heb 12:22  Por el contrario,  ustedes se han acercado al monte Sión,  a la Jerusalén celestial,  la ciudad del Dios viviente.  Se han acercado a millares y millares de ángeles,  a una asamblea gozosa,
A diferencia de la forma en que Moisés experimento la presencia de Dios, nosotros por medio de Cristo hemos sido acercados al monte de Sion, a la Jerusalén celestial que es donde habita la presencia de Dios, teniendo parte en lo eterno.
Heb 12:23  a la iglesia de los primogénitos inscritos en el cielo.  Se han acercado a Dios,  el juez de todos;  a los espíritus de los justos que han llegado a la perfección;
Por gracia ahora somos cercanos a los ángeles, a la iglesia y a la heredad divina. La cercanía para con Dios ahora es real, y es compartida por todos aquellos que por la justicia y la fe han alcanzado la perfección.
Heb 12:24  a Jesús,  el mediador de un nuevo pacto;  y a la sangre rociada,  que habla con más fuerza que la de Abel.
Ahora, la fe nos permite acercarnos al mediador de un nuevo pacto entre Dios y los hombres, a aquel quien por su sangre derramada en la cruz y rociada sobre el altar habla y aboga por nosotros.
Heb 12:25  Tengan cuidado de no rechazar al que habla,  pues si no escaparon aquellos que rechazaron al que los amonestaba en la tierra,  mucho menos escaparemos nosotros si le volvemos la espalda al que nos amonesta desde el cielo.
Jesús sigue hablando al corazón del hombre, a su conciencia, a su espíritu, y solo aquellos que pueden escuchar con atención su amonestación al arrepentimiento pueden evitar rechazarle.
Heb 12:26  En aquella ocasión,  su voz conmovió la tierra,  pero ahora ha prometido:  "Una vez más haré que se estremezca no sólo la tierra sino también el cielo."
Heb 12:27  La frase üna vez más"  indica la transformación de las cosas movibles,  es decir,  las creadas,  para que permanezca lo inconmovible.
Hageo 2:6 sirve de palabra profética para dar cumplimiento a lo que Dios dispone, en donde lo inconmovible tomara su lugar, trasformando lo perturbable a lo inconmovible.
Heb 12:28  Así que nosotros,  que estamos recibiendo un reino inconmovible,  seamos agradecidos.  Inspirados por esta gratitud,  adoremos a Dios como a él le agrada,  con temor reverente,
Heb 12:29  porque nuestro  "Dios es un fuego consumidor".

Este capítulo termina con la revelación de un pasaje de las escrituras de Deuteronomio 4:24 en donde se menciona que Dios es fuego consumidor. Dios es fuego consumidor porque consume lo que no es eterno, para que lo eterno permanezca, y por ello quien encuentra tan hermoso tesoro debe estar agradecido, adorándole al vivir con temor reverente, o más bien con amor reverente.  

lunes, 26 de septiembre de 2016

TIEMPO DE REFLEXIÓN

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Una pareja de jóvenes tenía varios años de casados y nunca pu­dieron tener hijos. Para no sentirse solos, compraron un cachorro pastor alemán y lo amaron como si fuera su propio hijo. El cacho­rro creció hasta convertirse en un grande y hermoso can.
El perro salvó, en más de una ocasión a la pareja, de ser atacada por ladrones. Siempre fue muy fiel, quería y defendía a sus due­ños contra cualquier peligro.
Luego de siete años de tener al perro, la pareja logró tener el hijo tan ansiado. La pareja estaba muy contenta con su hijo y disminu­yeron las atenciones que tenían con el perro. Este se sintió relega­do y comenzó a sentir celos del bebé y no era el perro cariñoso y fiel que tuvieron durante siete años.
Un día la pareja dejó al bebé plácidamente durmiendo en la cuna y fueron a la terraza a preparar una carne asada. Cuál fue su sorpre­sa cuando se dirigían al cuarto del bebé y ven al perro en el pasillo con la boca ensangrentada, moviéndoles la cola.
El dueño del perro pensó lo peor, sacó un arma que llevaba y en el acto mató al perro. Corre al cuarto del bebé y encuentra una gran serpiente degollada.
El dueño comienza a llorar y exclama: "¡He matado a mi perro fiel".
Lucas 6:37 "No juzguen, y no se les juzgará.  No condenen, y no se les condenará.  Perdonen, y se les perdonará.

Cuántas veces hemos acabado con alguien tan solo por nuestros prejuicios, o por juzgar a las personas sin conocerlas. ¿Cuántas veces no hemos juzgado injustamente a las personas?. Las juzgamos y condenamos sin investigar a qué se debe su comportamiento, cuáles son sus pensamientos y sentimientos. Los prejuicios son solo eso, ideas preconcebidas que hemos aprendido sistemáticamente para apartarnos de los demás, para tener el control o para creernos mejor que los demás, para evitarnos la pereza mental de aprender, conocer y escudriñar.
La próxima vez que nos sintamos tentados a juzgar y condenar a alguien aprendamos a tener control sobre nuestros pensamientos, solo así, seremos capaces de no levantar falsos pensamientos o juicios contra una persona hasta el punto de dañar su imagen ante los demás. Jesús nos recuerda que tal como actuamos para con los demás, eso mismo recibiremos, somos solo el espejo de aquello que damos y recibimos.

GUÍA DE ESTUDIO
¿Juzgas a los demás con frecuencia?
¿Qué es lo que viene a tu cabeza cuando conoces a alguien nuevo?
¿Te has hecho prejuicios de tus amigos o familiares?

¿Qué estás dando y recibiendo?

domingo, 25 de septiembre de 2016

PREDICA DOMINICAL - CUANDO EL CORAZÓN SE ENDURECE

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PREDICA DOMINICAL
Por: Camilo Sastoque
Ministerio Unidad de la Fe

CUANDO EL CORAZÓN SE ENDURECE

Exo 7:13 A pesar de esto, y tal como lo había advertido el Señor, el faraón endureció su *corazón y no les hizo caso.

INTRODUCCIÓN

La humanidad vive en una constante agonía y sufrimiento, sobreviviendo cada día a punta de su fuerza de voluntad, tratando de ser más felices, más ricos, más famosos, queriendo más placeres, y sostenidos sobre la nada. Una vida así era la que muchos de nosotros buscábamos, pero que luego de haber experimentado un arrepentimiento genuino, hemos humillado nuestro ser a Dios, y nuestro duro corazón ahora es de carne, para poder percibir la vida espiritual que Dios nos infunde a través de su Espíritu Santo.

No sé si usted alguna vez ha sentido que su corazón deja de percibir la presencia se Dios. La angustia, el afán, el dolor, la desesperación, la tristeza y muchos sentimientos más se apoderan de nuestro ser.
Pareciera ser que Dios se apartó de nosotros y ese gozo, esa paz que sentíamos desaparecen.
Y nuestra alma angustiada apremia por una desesperada respuesta.
Te has preguntado, ¿cómo está tu corazón?

DESARROLLO

La historia de las plagas de Egipto y la liberación del Pueblo de Israel de Egipto son un claro ejemplo de lo que ocurre cuando alguien endurece su corazón para con Dios, allí encontramos a un faraón que mientras era confrontado por Moisés para que obedeciera el mandato divino este solo endurecía su corazón.
Existen dos cosas por las cuales el corazón del hombre se endurece, el primero es la desobediencia, y el segundo es el pecado, si por alguna razón has desobedecido a Dios o has caído en pecado, tu corazón empieza a volverse duro para con la verdad y se tiende a apartar de Dios. No seas como faraón que aunque fue confrontado y tuvo varias oportunidades para obedecer el mandato de Dios a través de Moisés, en su desobediencia Dios endureció cada vez más su corazón para que no pudiera llegar a comprender la verdad, y aunque vio como un Dios que no conocía le derrotaba y quebrantaba, no pudo experimentar arrepentimiento.

Por eso para nosotros debe ser muy importante revisar y confrontar el verdadero estado de nuestro corazón, para ver si no hemos dejado colar la desobediencia y el pecado para endurecer nuestros corazones para con Dios. ¿Hace cuánto no te quebrantas ante su poder y reconoces tu pecado?, Dios te está dando oportunidades para que te alejes de la maldad de tu corazón, pero si por el contrario no lo confiesas y abandonas entonces tu corazón se volverá duro como la roca, como el corazón de faraón, que aunque vio el poder de Dios, no tuvo oportunidad de convertirse a el por su desobediencia y pecado.

Hay algo por lo cual has desobedecido a Dios, puede que sea aquello que no quieres perdonar, o aquello que te negaste a entregarle a Dios, o puede que sea que no seguiste el consejo de tu guía espiritual, de tu mentor, o que hiciste lo que querías desobedeciendo a Dios. O te has entregado a ese pecado que nadie más conoce, solo tú, pero que sabes que no está bien. Es tiempo de abandonar todo ello en pos de la verdad y ceñir nuestros lomos con la vedad.

CONCLUSIÓN

Vuelvo a preguntarte, ¿sabes cómo está tu corazón?, los signos para saber si tu corazón se ha endurecido son la desobediencia y la falta de conciencia frente al pecado, si ya no buscas arrepentirte luego de haberte equivocado, si hay pecados que no puedes abandonar, si tu tendencia siempre es a la rebeldía y la desobediencia entonces hay algo que no está bien, si tú no te quebrantas en la presencia de Dios por tu pecado, puede que haya algo que no esté bien.
No te confíes en la falsa promesa de una religión o una oración, confía cuando tu ser muestre las evidencias fehacientes de un verdadero arrepentimiento, que es una vida transformada y el abandono del pecado que antes nos esclavizaba.

Oremos, Señor, perdona nuestro pecado, y nuestra desobediencia, danos la gracia suficiente para abandonar la maldad de nuestros corazones y volvernos a ti, clamamos por tu gracia y perdón, vuelve nuestro corazón de piedra en uno de carne que pueda sentir el aliento de vida de tu Espíritu, amen. 


martes, 20 de septiembre de 2016

ESTUDIO BÍBLICO HEBREOS 11

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ESTUDIO BÍBLICO
Por: Camilo Sastoque
Ministerio Unidad de la Fe

Heb 11:1  Ahora bien,  la fe es la garantía de lo que se espera,  la certeza de lo que no se ve.
Esta frase debe ser meditada y estudiada con detenimiento, no podemos pasar sobre ella como lo hemos hecho siempre, debemos permitir que su significado y esencia calen en lo más hondo de nuestro ser. Pues si encontramos revelación, nuestra vida puede ser trasformada para entender lo que la fe significa y lo que ella permite en la vida del creyente. Traduciendo el original podemos encontrar más significado, la fe es la sustancia de aquel en quien se confía, y sin confianza no hay fe, una prueba tangible de aquello no es visible para los ojos, pero si lo es para el corazón.
Heb 11:2  Gracias a ella fueron aprobados los antiguos.
Esta fuerte convicción fu la que permitió que aquellos que creyeron fueran aprobados en medio de la prueba.
Heb 11:3  Por la fe entendemos que el universo fue formado por la palabra de Dios,  de modo que lo visible no provino de lo que se ve.
Es la fe la que nos permite entender la verdad de lo eterno, el cómo, el porqué, no se necesita de un cuando, esa es solo una respuesta superficial, las verdaderas preguntas son el cómo, el porqué, y el para qué. Como la palabra (rhema) completó o perfeccionó lo creado, de modo que lo eterno da sentido a lo terrenal.
Heb 11:4  Por la fe Abel ofreció a Dios un sacrificio más aceptable que el de Caín,  por lo cual recibió testimonio de ser justo,  pues Dios aceptó su ofrenda.  Y por la fe Abel,  a pesar de estar muerto,  habla todavía.
Es la fe esa sustancia de lo eterno que motivo a Abel a actuar de manera diferente, a ofrecer un sacrificio que implicaba una mayor sacrificio y entrega, valorando más lo eterno que lo terrenal, entregando lo mejor de sí mismo, por encima del sacrificio terrenal y superfluo de Caín. Eso fue lo que justifico ante Dios y por lo cual Dios acepto su ofrenda, y es esa misma sustancia de lo eterno la que permanece y por la cual habla según comenta el escritor.
Heb 11:5  Por la fe Enoc fue sacado de este mundo sin experimentar la muerte;  no fue hallado porque Dios se lo llevó,  pero antes de ser llevado recibió testimonio de haber agradado a Dios.
Esa misma sustancia le permitió a Enoc trascender lo terrenal sin experimentar la muerte y agradar a Dios.
Heb 11:6  En realidad,  sin fe es imposible agradar a Dios,  ya que cualquiera que se acerca a Dios tiene que creer que él existe y que recompensa a quienes lo buscan.
Sin esa sustancia, que nos permite confiar, que da sustento a lo eterno en nuestro ser, es imposible agradar a Dios, pues no basta solo con creer, se necesita una confianza que surge de una relación personal y continua que nos lleva a confiar en que él es real, que nuestra existencia depende de él, y que su recompensa es maravillosa entre quienes le buscan con entrega y fervor.
Heb 11:7  Por la fe Noé,  advertido sobre cosas que aún no se veían,  con temor reverente construyó un arca para salvar a su familia.  Por esa fe condenó al mundo y llegó a ser heredero de la justicia que viene por la fe.
Noé confió con su corazón, aunque sus ojos no veían lo que habría de acontecer, y con amor reverente construyo un arca conforme al diseño de Dios, y esa confianza le convirtió en heredero de la justificación que habría de venir por medio de Cristo.
Heb 11:8  Por la fe Abraham,  cuando fue llamado para ir a un lugar que más tarde recibiría como herencia,  obedeció y salió sin saber a dónde iba.
Heb 11:9  Por la fe se radicó como extranjero en la tierra prometida,  y habitó en tiendas de campaña con Isaac y Jacob,  herederos también de la misma promesa,
Heb 11:10  porque esperaba la ciudad de cimientos sólidos,  de la cual Dios es arquitecto y constructor.
Heb 11:11  Por la fe Abraham,  a pesar de su avanzada edad y de que Sara misma era estéril,* recibió fuerza para tener hijos,  porque consideró fiel al que le había hecho la promesa.
Heb 11:12  Así que de este solo hombre,  ya en decadencia,  nacieron descendientes numerosos como las estrellas del cielo e incontables como la arena a la orilla del mar.
Por esa sustancia Abraham fue llamado para ir y recibir una herencia, se radicó como extranjero. No espero recibir lo terrenal como herencia, sino lo eterno, y aun en lo terrenal también vio el cumplimiento de su paternidad que trascendió lo espiritual hasta lo terrenal.
Heb 11:13  Todos ellos vivieron por la fe,  y murieron sin haber recibido las cosas prometidas;  más bien,  las reconocieron a lo lejos,  y confesaron que eran extranjeros y peregrinos en la tierra.
No todos vieron el cumplimiento de las promesas que recibieron en lo terrenal, porque entendieron que lo eterno trasciende lo terrenal, y pudieron vivir como peregrinos.
Heb 11:14  Al expresarse así,  claramente dieron a entender que andaban en busca de una patria.
Heb 11:15  Si hubieran estado pensando en aquella patria de donde habían emigrado,  habrían tenido oportunidad de regresar a ella.
Heb 11:16  Antes bien,  anhelaban una patria mejor,  es decir,  la celestial.  Por lo tanto,  Dios no se avergonzó de ser llamado su Dios,  y les preparó una ciudad.
Sus vidas expresaron una convicción con la que dieron a entender que buscaban en lo eterno su verdadero origen.
Heb 11:17  Por la fe Abraham,  que había recibido las promesas,  fue puesto a prueba y ofreció a Isaac,  su hijo único,
Heb 11:18  a pesar de que Dios le había dicho:  "Tu descendencia se establecerá por medio de Isaac."*
Heb 11:19  Consideraba Abraham que Dios tiene poder hasta para resucitar a los muertos,  y así,  en sentido figurado,  recobró a Isaac de entre los muertos.
Como podemos notar todo en la vida del creyente, es por fe y para fe, Abraham es prueba de ello, luego de haber recibido la promesa de su hijo Isaac, su confianza fue probada para entender que Dios es Dios de vivos y aun de aquellos que prueban la muerte de la carne, reconociendo el poder de Dios y su soberanía.
Heb 11:20  Por la fe Isaac bendijo a Jacob y a Esaú,  previendo lo que les esperaba en el futuro.
Por fe Isaac profetizo sobre sus hijos lo que habría de suceder en sus vidas terrenales.
Heb 11:21  Por la fe Jacob,  cuando estaba a punto de morir,  bendijo a cada uno de los hijos de José,  y adoró apoyándose en la punta de su bastón.
Por esa sustancia divina presente en su ser, Jacob al final de sus días terrenales declaro bendiciones sobre los hijos de José a quien creía muerto desde muy joven y se apoyó en el borde de su cama para adorar, reconociendo el poder de Dios y su sentido de propósito para la vida de sus hijos. En Gen 48:8-20 encontramos lo que sucedió, Israel que era el nombre de Dios para Jacob, el desobediente, y el cual hace referencia a su conexión con Dios, siempre que le encontramos nombrado como Israel su obrar era diferente a cuando se le llama Jacob. Las escrituras comentan lo sucedido y como Jacob en vez de bendecir primeramente a su primogénito, bendice al menor.
Heb 11:22  Por la fe José,  al fin de su vida,  se refirió a la salida de los israelitas de Egipto y dio instrucciones acerca de sus restos mortales.
José comprendió por revelación divina que con el fin de su vida Dios visitaría a su pueblo (Gen 50: 24-25), y ellos tendrían que salir a la tierra que él les había prometido, por lo que pidió que sus restos mortales fueran llevados de Egipto a Israel.
Heb 11:23  Por la fe Moisés,  recién nacido,  fue escondido por sus padres durante tres meses,  porque vieron que era un niño precioso,  y no tuvieron miedo del edicto del rey.
Fue esa sustancia divina la que motivo a los padres de Moisés para que fuera escondido, y luego liberado en las aguas.
Heb 11:24  Por la fe Moisés,  ya adulto,  renunció a ser llamado hijo de la hija del faraón.
Heb 11:25  Prefirió ser maltratado con el pueblo de Dios a disfrutar de los efímeros placeres del pecado.
Heb 11:26  Consideró que el oprobio por causa del Mesías era una mayor riqueza que los tesoros de Egipto,  porque tenía la mirada puesta en la recompensa.
Heb 11:27  Por la fe salió de Egipto sin tenerle miedo a la ira del rey,  pues se mantuvo firme como si estuviera viendo al Invisible.
Heb 11:28  Por la fe celebró la Pascua y el rociamiento de la sangre,  para que el exterminador de los primogénitos no tocara a los de Israel.
Por medio de la fe fue que Moisés reconoció la riquezas de lo eterno y pudo renunciar a ser llamado hijo de la hija de faraón, prefirió el maltrato y el exilio, considero un privilegio el oprobio por causa del Mesías y sin miedo salió de Egipto actuando como quien ve lo eterno antes que lo terrenal, y por esa misma fe instauro la pascua como un tiempo de salvación que con el tiempo se cumpliría no solo para con su pueblo, sino también para con la humanidad.
Heb 11:29  Por la fe el pueblo cruzó el Mar Rojo como por tierra seca;  pero cuando los egipcios intentaron cruzarlo,  se ahogaron.
Por esa confianza el pueblo hebreo cruzo el mar rojo, la fe siempre está relacionada con el actuar, con el entendimiento, con la palabra y con la revelación de lo que habría de venir.
Heb 11:30  Por la fe cayeron las murallas de Jericó,  después de haber marchado el pueblo siete días a su alrededor.
Fue la fe la que le permitió al pueblo creer y confiar en la victoria ante unas murallas impenetrables para el hombre, para que siguiendo el diseño que se le había confiado a Josué pudieran obedecer y ver respuesta a sus plegarias.
Heb 11:31  Por la fe la prostituta Rahab no murió junto con los desobedientes,* pues había recibido en paz a los espías.
Rahab obro por fe, confiando en Dios antes que en los hombres y esa confianza que puso sobre Dios para salvación de ella y los de su casa, es tipología de la misma fe con la que Dios sigue alcanzando el corazón del hombre para salvarle.
Heb 11:32  ¿Qué más voy a decir?  Me faltaría tiempo para hablar de Gedeón,  Barac,  Sansón,  Jefté,  David,  Samuel y los profetas,
Quien escribió hebreos conocía muy bien las escrituras del antiguo testamento y como ellas revelaban el propósito de Dios por medio de la fe. Usa varios ejemplos de hombres y mujeres, cuyas vidas fueron trasformadas por la fe y como esa fe trastorno todo lo que les rodeaba. Gedeón se enfrentó a los madianitas, Barac escucho a Débora e hizo lo que Dios le encomendó, Sansón recibió una fuerza sobrenatural con la cual obro, Jefte combatió a los amonitas y entrego su ofrenda convenida al Señor, David confronto al gigante, resistió a Saúl y reino sobre Israel, Samuel ungió reyes, los confronto, y sirvió a Dios con devoción, junto a todos los profetas que le siguieron.
Heb 11:33  los cuales por la fe conquistaron reinos,  hicieron justicia y alcanzaron lo prometido;  cerraron bocas de leones,
Heb 11:34  apagaron la furia de las llamas y escaparon del filo de la espada;  sacaron fuerzas de flaqueza;  se mostraron valientes en la guerra y pusieron en fuga a ejércitos extranjeros.
Heb 11:35  Hubo mujeres que por la resurrección recobraron a sus muertos.  Otros,  en cambio,  fueron muertos a golpes,  pues para alcanzar una mejor resurrección no aceptaron que los pusieran en libertad.
Heb 11:36  Otros sufrieron la prueba de burlas y azotes,  e incluso de cadenas y cárceles.
Heb 11:37  Fueron apedreados,* aserrados por la mitad,  asesinados a filo de espada.  Anduvieron fugitivos de aquí para allá,  cubiertos de pieles de oveja y de cabra,  pasando necesidades,  afligidos y maltratados.
La fe dio a hombres comunes la posibilidad de obrar maravillas y obras que parecían imposibles a los ojos de los hombres. Victoria, justicia y libertad se concibieron desde la fe. La fe abrió el medio para que aquellos seres pudieran experimentar el poder sobrenatural de Dios, que obro de diferentes maneras sobre los hombres que el escogió para mostrar al mundo su gloria y majestad. Todos ellos dieron testimonio de la verdad por medio de la fe y esta abrió sendas asombrosas por las que ellos pudieron andar.
Heb 11:38  ¡El mundo no merecía gente así!  Anduvieron sin rumbo por desiertos y montañas,  por cuevas y cavernas.
Heb 11:39  Aunque todos obtuvieron un testimonio favorable mediante la fe,  ninguno de ellos vio el cumplimiento de la promesa.
Heb 11:40  Esto sucedió para que ellos no llegaran a la meta* sin nosotros,  pues Dios nos había preparado algo mejor.

Todo aquel que vive por fe, se somete voluntariamente a la voluntad de su Señor, para alcanzar la verdadera vida y libertad que solo son asequibles por la fe, esa sustancia que fue preparada desde el comienzo por Dios para que todos pudiéramos alcanzarla y disfrutarla mediante Cristo. Este capítulo, es sin lugar a dudas la explicación doctrinal acerca de la fe, más extensa y maravillosa que podemos encontrar, al ahondar en el significado de cada palabra podemos encontrar mayor revelación y descubrir gloriosas respuestas a nuestras inquietudes.