ESTUDIO BÍBLICO
Por: Camilo A. Sastoque M.
1Th 3:1 Por tanto,
cuando ya no pudimos soportarlo más,
pensamos que era mejor quedarnos solos en Atenas.
El
pensamiento y la emoción de Pablo evidentes en el mensaje demuestran su pasión
por hacer lo que le fue encomendado.
1Th 3:2
Así que les enviamos a Timoteo,
hermano nuestro y colaborador de Dios* en el evangelio de Cristo, con el fin de afianzarlos y animarlos en la
fe
Les envían a Timoteo a quien se
refieren como hermano en la fe y colaborador en el servicio ministerial de
Pablo, todo con un propósito indiscutible su afianzamiento en la fe y el darles
ánimo. Es fácil luego de creer que caigamos en la monotonía, la perdida de sentido,
y la desesperanza, por eso es importante poner mucha atención a los nuevos
creyentes para que por nuestra compañía o la compañía de un siervo fiel, este
pueda recibir ánimo para continuar su perfeccionamiento, y para que le sea
impartido el conocimiento necesario, junto con una comunión profunda con el
Señor, para que su relación se establezca y afiance en la verdad y el amor. El
alma del hombre es cambiante, un día quiere, el otro día no, por eso se
necesita de alguien que guie a los creyentes para permanecer firmes.
1Th 3:3
para que nadie fuera perturbado por estos sufrimientos. Ustedes mismos saben que se nos destinó para
esto,
Pues al verse desanimados, o con
poco entendimiento de la verdad, busquen huir del sufrimiento que los
perfecciona, a una vida más cómoda y placentera. A diferencia del creyente que
comprende y se le estimula por medio de la fe para continuar aún en medio del
sufrimiento. Pablo sufría pero con entendimiento y sentido de propósito, lo
cual redunda en un crecimiento y madurez espiritual.
1Th 3:4
pues cuando estábamos con ustedes les advertimos que íbamos a padecer
sufrimientos. Y así sucedió.
El sufrimiento es inherente a la
vida del creyente, quien predica la verdad siempre será objeto de rechazo, de
dolor y desazón para el alma, pero lo vivirá con gozo en el espíritu pues
comprende que su vida ya no pertenece tan solo al ámbito terrenal.
1Th 3:5
Por eso, cuando ya no pude
soportarlo más, mandé a Timoteo a
indagar acerca de su fe, no fuera que el
tentador los hubiera inducido a hacer lo malo y que nuestro trabajo hubiera
sido en vano.
Pablo cuida de su rebaño como un
pastor lo hace de sus ovejas, pues comprende que el tentador no ha cesado su
obrar y que puede inducir en el creyente nuevo volver a la carnalidad, la mentira
y el engaño. Un creyente que no busca aprender es un creyente que puede ser
engañado con facilidad.
1Th 3:6
Ahora Timoteo acaba de volver de Tesalónica con buenas noticias de la fe
y del amor de ustedes. Nos dice que
conservan gratos recuerdos de nosotros y que tienen muchas ganas de
vernos, tanto como nosotros a ustedes.
Las mayores pruebas de un creyente
verdadero son estas, el amor y la fe, un creyente verdadero persevera en su
crecimiento espiritual con fe, y además muestra el amor de Dios en su diario
vivir, con sus acciones, no con sus palabras.
1Th 3:7
Por eso, hermanos, en medio de todas nuestras angustias y
sufrimientos ustedes nos han dado ánimo por su fe.
Saber del testimonio de fe de los
hermanos conforta nuestro corazón y nos fortalece, aún en medio de las pruebas
más difíciles.
1Th 3:8
¡Ahora sí que vivimos al saber que están firmes en el Señor!
Pablo menciona que hay un
florecimiento de la vida espiritual en su ser, al saber de la firmeza de la
iglesia. Lo cual es verídico, quien valora la obra de Dios, y la iglesia,
procurara la firmeza y el establecimiento de la fe y el amor del creyente, lo
cual redundara en una vida más prolífica en quien sirve. La alegría es vida
para el alma y el cuerpo.
1Th 3:9
¿Cómo podemos agradecer bastante a nuestro Dios por ustedes y por toda
la alegría que nos han proporcionado delante de él?
La gratitud es continua en el
corazón del siervo, pues reconoce que no es digno de ser usado con un propósito
tan maravilloso, pero a Dios le ha placido.
1Th 3:10
Día y noche le suplicamos que nos permita verlos de nuevo para suplir lo
que le falta a su fe.
Su gratitud se ve reflejada en su
oración y súplica, un agradecimiento verdadero no solo se queda en palabras,
sino que busca con acción servir con amor.
1Th 3:11
Que el Dios y Padre nuestro, y
nuestro Señor Jesús, nos preparen el
camino para ir a verlos.
Pablo sabe que es Dios quien
dispone su caminar, y aunque en su corazón tenga el anhelo de verles y suplir
lo que les falta, también debemos reconocer que es Dios quien dispone las
cosas, los tiempos y las oportunidades para llevar a cabo su obra.
1Th 3:12
Que el Señor los haga crecer para que se amen más y más unos a
otros, y a todos, tal como nosotros los amamos a ustedes.
Si notan el crecimiento espiritual
no se nota en el crecimiento numérico de la iglesia, se nota en el amor. Un
siervo que crece en conocimiento, pero no en amor, su crecimiento no es
verdadero. Crecer espiritualmente implica amar tal cual Dios nos amó primero.
1Th 3:13
Que los fortalezca interiormente para que, cuando nuestro Señor Jesús venga con todos
sus santos, la santidad de ustedes sea
intachable delante de nuestro Dios y Padre.
La fortaleza del creyente proviene
de su interior, de su espíritu, entre más muertos a nosotros mismos, mayor
fortaleza espiritual manifestaremos en Cristo. Cuando oremos, hagámoslo como
Pablo quien pedía a Dios que fortaleciera a los creyentes en su interior, para
que el exterior se mostrara trasformado por la luz que brota desde adentro.