ESTUDIO BIBLICO
Por: Camilo A. Sastoque M.
Ministerio Unidad de la Fe
Php 3:1 Por lo demás,
hermanos míos, alégrense en el
Señor. Para mí no es molestia volver a
escribirles lo mismo, y a ustedes les da
seguridad.
Para nada
es una molestia repetir lo mismo, pues entendemos la importancia de dar a
conocer la verdad y de desenmascarar todo engaño.
Php 3:2 Cuídense de esos perros, cuídense de esos que hacen el mal, cuídense de esos que mutilan el cuerpo.
Cuídense de aquellos que andan como
perros en celo, desesperados por conseguir satisfacer sus propios intereses; de
aquellos que solo ponen en práctica la maldad de sus corazones, y tengan
cuidado de aquellos que continúan sometidos a la ley como la base y el sustento
de su salvación.
Php 3:3 Porque la circuncisión somos nosotros, los que por medio del Espíritu de Dios
adoramos, nos enorgullecemos en Cristo
Jesús y no ponemos nuestra confianza en esfuerzos humanos.
La circuncisión se cumple en todos
nosotros, aquellos que hemos recibido el Espíritu de la promesa, y por medio
del cual adoramos y rendimos culto a Dios en nuestras vidas. Nuestro orgullo y
confianza provienen de la unidad que tenemos en Cristo, pues hemos aprendido a
dejar de confiar en nosotros mismos para vivir por fe y en obediencia.
Php 3:4 Yo mismo tengo motivos para tal
confianza. Si cualquier otro cree tener
motivos para confiar en esfuerzos humanos,
yo más:
Pablo enuncia los motivos por los
cuales el también pudiera poner su confianza en el cumplimiento de la ley, y
con bastante razón el mismo los expresa.
Php 3:5 circuncidado al octavo día, del pueblo de Israel, de la tribu de Benjamín, hebreo de pura cepa; en cuanto a la interpretación de la ley, fariseo;
Pablo cumplía con todos los
preceptos de la ley, tales como la circuncisión en la fecha indicada por los
sacerdotes, perteneciente a la descendencia de Jacob, y fariseo en cuanto a la
interpretación de la ley; para la época era el grupo religioso puritano más
influyente, y su principal interés era la observancia de la ley judía.
Php 3:6 en cuanto al celo, perseguidor de la iglesia; en cuanto a la justicia que la ley
exige, intachable.
Si buscan a alguien más celoso por
el cumplimiento cabal de la ley, Pablo conocido como Saulo fue el principal
perseguidor de la iglesia pues tenía la intención de acabarla, para evitar que
una enseñanza errónea pudiera engañar a su pueblo. En cuanto a las obras que
exigía la ley para ser justificado se consideraba intachable.
Php 3:7 Sin embargo,
todo aquello que para mí era ganancia,
ahora lo considero pérdida por causa de Cristo.
Más ahora que conoce y entiende la
revelación de la verdad comprende lo inoficioso de aquello que antes
consideraba valioso. Este es un proceso que el creyente debe experimentar
mientras es disciplinado por la obra del Espíritu Santo en su vida, en Cristo
las prioridades y la importancia de las cosas, personas, trabajos y la vida,
cambian, no persistirán siendo las mismas, si persisten es porque estas
evitando ser confrontado con la verdad, pero si cambian lo harán en la medida
en que tu compromiso y devoción a Dios vayan creciendo.
Php 3:8 Es más,
todo lo considero pérdida por razón del incomparable valor de conocer a
Cristo Jesús, mi Señor. Por él lo he perdido todo, y lo tengo por estiércol, a fin de ganar a Cristo
Mientras nuestro ser es trasformado
a Su imagen, la imagen y estatura de Cristo, todo lo demás deja de importar,
con el tiempo perderá el valor que alguna vez tuvo, y con su pérdida de sentido
y valor, entonces podrás estar listo para ganarle a Él.
Php 3:9 y encontrarme unido a él. No quiero mi propia justicia que procede de
la ley, sino la que se obtiene mediante
la fe en Cristo, la justicia que procede
de Dios, basada en la fe.
Quien busca la unidad con El,
entonces se encontrara que sus conceptos religiosos no pueden coexistir con la
verdad y que cualquier argumento será destruido en pos de soportar y mantener
la verdad. Desearas lo suyo, no lo tuyo, porque entonces ya no habrá nada que
te pertenezca. Solo el deseo de permanecer en El, tener Su fe, para alejarnos
de toda autojustificación es lo que dará sentido a nuestro existir.
Php 3:10 Lo he perdido todo a fin de conocer a
Cristo, experimentar el poder que se
manifestó en su resurrección, participar
en sus sufrimientos y llegar a ser semejante a él en su muerte.
Pablo pudo al igual que todos
podemos hacerlo, llegar a conocer a Cristo, experimentar el poder que lo
levanto de los muertos, un poder dinámico, eficaz y trasformador que puede
llevarnos a ser semejantes a Él, para que luego de morir a nosotros mismos,
podamos experimentar una resurrección espiritual que perfecciona nuestro ser
para vivir, actuar y hablar como El.
Php 3:11 Así espero alcanzar la resurrección de entre
los muertos.
Sus esperanzas no están puestas en
metas definidas por el tiempo, ni en los grandes resultados que espera obtener
mediante su obra y servicio, están puestas en las promesas de Dios, en la vida
que le espera.
Php 3:12 No es que ya lo haya conseguido todo, o que ya sea perfecto. Sin embargo,
sigo adelante esperando alcanzar aquello para lo cual Cristo Jesús me
alcanzó a mí.
Con humildad reconoce su
imperfección y su necesidad se ser perfecto como Dios, por ello persiste con
diligencia para lograr aquello que Dios se dispuso alcanzar por medio suyo.
Mientras persistimos en la obra Dios obrara en nuestro perfeccionamiento para
que podamos llevar a cabo aquello por lo cual Cristo nos alcanzó.
Php 3:13 Hermanos,
no pienso que yo mismo lo haya logrado ya. Más bien,
una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar
lo que está delante,
Pablo persiste en el ahora,
sabiendo con certeza en su corazón lo que le espera, mas nunca se detiene para
mirar atrás, por ello deja en el olvido toda situación adversa, problema o
contrariedad para hacer lo que fue enviada a hacer.
Php 3:14 sigo avanzando hacia la meta para ganar el
premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús.
Confiamos en que
Dios galardona a aquellos que le buscan diligentemente, su meta no está puesta
en el premio, pues vive el día a día, el aquí y ahora de la presencia de Dios,
por ello persiste aun sin conocer la meta, mejor se concentra en ganar el
premio que Dios ofrece aquellos que siguen su llamado.
Php 3:15 Así que,
¡escuchen los perfectos! Todos
debemos* tener este modo de pensar. Y si
en algo piensan de forma diferente, Dios
les hará ver esto también.
Pablo llama a los perfectos, aquellos
que están siendo perfeccionados en Dios, para que descubran su verdadera
esencia en la naturaleza espiritual a la cual pertenecen, para que no piensen
en lo que ha pasado, ni en lo que pasara, sino que persistan en la perfección
del aquí y ahora de la presencia de Dios, que es donde nuestra mentalidad puede
ser trasformada, es allí donde las diferencias son reconciliadas para
perfeccionamiento de nuestro ser.
Php 3:16 En todo caso,
vivamos de acuerdo con lo que ya hemos alcanzado.*
Y también es allí donde podemos
vivir conforme a lo que hemos alcanzado en nuestro crecimiento espiritual.
Php 3:17 Hermanos,
sigan todos mi ejemplo, y fíjense
en los que se comportan conforme al modelo que les hemos dado.
Fíjense que lo frutos se dan en
nuestra forma de actuar, no en la forma de hablar, muchos pueden engañarnos por
su palabrería, pero sus acciones pronto revelaran el nivel de trasformación y
devoción en la que vivimos.
Php 3:18 Como les he dicho a menudo, y ahora lo repito hasta con lágrimas, muchos se comportan como enemigos de la cruz
de Cristo.
Si estamos atentos, alertas en
nuestros espíritus, podemos dar cuenta del comportamiento de algunos que se
dicen siervos. Cuyo comportamiento es el de un enemigo de la cruz, pues no
pueden permanecer en Su presencia y no permiten que la negación de sí mismo, y
el llevar la cruz sean una realidad en sus vidas.
Php 3:19 Su destino es la destrucción, adoran al dios de sus propios deseos* y se
enorgullecen de lo que es su vergüenza.
Sólo piensan en lo terrenal.
Su orgullo y altivez es su propia
vergüenza aunque no puedan entenderlo, sirven y adoran al Dios que más les
conviene y que se amolda a sus propios deseos y anhelos, por eso el creyente no
debe confiar en sus propios deseos, que son engañosos, más bien puede confiar
en las escrituras y en el poder de Dios que trasforma y le hace consciente de
la verdad.
Php 3:20 En cambio,
nosotros somos ciudadanos del cielo,
de donde anhelamos recibir al Salvador,
el Señor Jesucristo.
Nosotros como peregrinos y
pertenecientes a una patria diferente, espiritual, vivimos conforme al Espíritu
y no a la carne, nuestros pensamientos y deseos son espirituales, aunque
vivamos en la carne. Pertenecemos a un reino espiritual en el cual anhelamos
recibir a Cristo como Señor y salvador para que su obra se perpetúe en
nosotros.
Php 3:21 Él transformará nuestro cuerpo miserable para
que sea como su cuerpo glorioso,
mediante el poder con que somete a sí mismo todas las cosas.
Y entonces el proceso será llevado
a cabo; de un cuerpo miserable condenado a muerte, seremos trasformados por el
poder de Dios a un cuerpo glorioso en cual permaneceremos por la eternidad.