Estudio Biblico
Por: Camilo Sastoque
Mat 18:1 En aquel tiempo los discípulos vinieron a
Jesús, diciendo: ¿Quién es el mayor en
el reino de los cielos? Este pensamiento que surgía
en los discípulos no es difícil de entender pues sale de un corazón aun con
maldad en su interior, pues la competencia y la posición son solo formas de
pensar egoístas.
Mat 18:2 Y llamando Jesús a un niño, lo puso en medio de ellos, Jesús quería enseñar un principio y para representarlo
mejor una forma de enseñar es presentar algo conocido y darlo a conocer a sus
discípulos.
Mat 18:3 y dijo: De cierto os
digo, que si no os volvéis y os hacéis
como niños, no entraréis en el reino de
los cielos. El principio consiste en volver
el corazón del discípulo para hacerse como el de un niño, no en la ingenuidad
sino en la fe particular del niño la cual le permite creer aun cosas que
parecen imposibles.
Mat 18:4 Así que, cualquiera que se humille como este
niño, ése es el mayor en el reino de los
cielos. El humillarse en realidad es muy
importante en la vida cristiana, el concepto de humillarse para la humanidad
esta mandado a recoger, a nadie le gusta que le humillen o ser humillado, pues
esto trata directamente con el ego y el alma, la humillación que Dios permite
en nuestras vidas nos permite reconocer nuestros errores, cambiar y seguir
creciendo, cuando permitimos que Dios obre a través de ella, pero si nos
negamos a ser humillados en humildad como disciplina, es imposible hacer morir
la maldad de nuestros corazones, así que una forma formidable que Dios permite
para ayudarnos a crecer espiritualmente es la humildad y el humillarse ante El,
reconociendo que sin El nada somos. Aquel que se humilla y se mantiene humilde
con ego y un alma bajo control es el mayor en el Reino. El niño fue humillado
al exponerlo frente a todos, así que aquel que se atreva de ser humillado por
la locura del evangelio delante de todos será el mayor.
Mat 18:5 Y cualquiera que
reciba en mi nombre a un niño como este,
a mí me recibe. Cualquiera que recibe
en Su nombre a un hombre que se parece a este niño que se humilla sin dificultad en obediencia a Cristo a Él le recibe.
Mat 18:6 Y cualquiera que haga
tropezar a alguno de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se le colgase al cuello
una piedra de molino de asno, y que se
le hundiese en lo profundo del mar. Cualquiera
que se humilla ante El Señor debe ser respetado y honrado como hijo de Dios, y
hacerle tropezar con enseñanzas engañosas, mentiras, o con ordenanzas de
hombres, le será mejor no vivir para no seguir el camino de maldad que ha
elegido y el llevar a perdición a mas personas.
Mat 18:7 ¡Ay del mundo por los tropiezos! porque es necesario que vengan
tropiezos, pero ¡ay de aquel hombre por quien viene el
tropiezo! Jesús no menciona que no habrán
tropiezos, aquí claramente menciona que vendrán, pues nos ayudan a ver con
mayor claridad y despiertan nuestra consciencia a la verdad, pero quien hace
tropezar, pobre de aquel.
Mat 18:8 Por tanto, si tu mano o tu pie te es ocasión de
caer, córtalo y échalo de ti; mejor te es entrar en la vida cojo o
manco, que teniendo dos manos o dos pies
ser echado en el fuego eterno.
Mat 18:9 Y si tu ojo te es
ocasión de caer, sácalo y échalo de
ti; mejor te es entrar con un solo ojo
en la vida, que teniendo dos ojos ser
echado en el infierno de fuego. Por tanto si
existe algo mal dentro de ti, en tu corazón de donde proviene lo malo de
nuestra naturaleza carnal, representado aquí por aquellas partes de nuestro
cuerpo contaminadas por el pecado, es mejor pedir la gracia y fortalezas
necesarias para echarlas y cortarlas de nuestras vidas para que no nos hagan
tropezar en nuestro caminar con Dios.
Mat 18:10 Mirad que no
menospreciéis a uno de estos pequeños;
porque os digo que sus ángeles en los cielos ven siempre el rostro de mi
Padre que está en los cielos. No debemos
menospreciar la enseñanza o dirección de aquellos hombres que habiéndose
humillado ante Dios, han alcanzado la gracia de amar, pues aquellos siempre
contemplan al Padre que esta en los cielos.
Mat 18:11 Porque el Hijo del
Hombre ha venido para salvar lo que se había perdido. Jesús vino para salvar, redimir y restaurar al hombre
interior, su espíritu, el cual había perdido la capacidad de volver a Dios,
debido al reinado del pecado, y el dominio del alma.
Mat 18:12 ¿Qué os parece? Si un hombre tiene cien ovejas, y se descarría una de ellas, ¿no deja las noventa y nueve y va por los
montes a buscar la que se había descarriado? Si
miramos desde la perspectiva humana, para la humanidad seria mejor no perder la
noventa por ir detrás de la perdida, pero para quien escudriña el corazón del
Padre a través de su amor entiende que para el todos son importantes, aquellos
que creen, como aquellos que no, los que viven en la fe, como los que no lo
hacen, por eso es importante conocer el corazón del Padre y su inmenso amor por
aquellos que se pierden así, trabajaríamos incansablemente por alcanzarlos a
ellos también.
Mat 18:13 Y si acontece que la
encuentra, de cierto os digo que se
regocija más por aquélla, que por las
noventa y nueve que no se descarriaron. Esta
analogía explica claramente la parábola del hijo prodigo, pero por que el padre
se alegra mas con la oveja perdida que regresa, pues su corazón anhela perdonar
y restaurar a aquellos que no le conocen y viven huérfanos, que no han sentido,
ni percibido el amor del Padre, mientras que aquellos que no se descarriaron,
deben saber que el los ama, y que tiene a disposición de ellos sus preciosas
riquezas en gloria, sin competencia, ni envidia.
Mat 18:14 Así, no es la voluntad de vuestro Padre que está
en los cielos, que se pierda uno de
estos pequeños. La voluntad de Dios para que
ellos que la buscamos consiste en que no se pierda ninguno de los que ya fueron
salvos, y que aquellos que ya recibieron la gracia de la salvación no se
desvíen por enseñanzas erróneas, o por la mentira.
Mat 18:15 Por tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando tú y él solos; si te oyere,
has ganado a tu hermano. Por eso la
reprensión con amor ante nuestras faltas es algo que no debe faltar para que tu
crecimiento y humildad crezcan para la gloria de Dios. Atender a la disciplina
es signo de humildad y de un corazón que se niega a si mismo por su maestro.
Mat 18:16 Mas si no te
oyere, toma aún contigo a uno o
dos, para que en boca de dos o tres
testigos conste toda palabra. Para evitar
conflictos en la iglesia y personales es importante seguir esta norma de
convivencia social y eclesial, si esa persona no presta atención a la
reprensión por su pecado, cuando lo hacemos con amor, es mejor evitar los
conflictos y malos entendidos, por ello el estar acompañados evita los rumores
o mentiras.
Mat 18:17 Si no los oyere a
ellos, dilo a la iglesia; y si no oyere a la iglesia, tenle por gentil y publicano. Si la terquedad continua a pesar de la reprensión y
continua la mala conducta es mejor darlo a conocer a la iglesia, pues así nos
evitaremos malos entendidos con toda la congregación por lo que esta persona
pueda decir a hacer mas adelante, pues la maldad de su corazón aun le domina y
no le permite humillarse, aprender y corregir su conducta, pecado o error.
Mat 18:18 De cierto os digo que
todo lo que atéis en la tierra, será
atado en el cielo; y todo lo que
desatéis en la tierra, será desatado en
el cielo. Jesús vuelve a reconocer la
autoridad delegada sobre su iglesia, dándonos la autoridad de que todo lo que
permitamos en la tierra como: desordenes, orgullo, egoísmo, vanidad, envidias y contiendas
entre otros, será permitido por el cielo en la tierra, pero si no lo permitimos
en la tierra, el cielo tampoco lo permitirá que es el verdadero significado de
desatar.
Mat 18:19 Otra vez os
digo, que si dos de vosotros se pusieren
de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los
cielos. Si dos o mas se ponen de acuerdo en
un asunto habrá respaldo de parte del Padre, sobre cualquier cosa que
pidiéremos con fe, obediencia y en la voluntad perfecta y agradable de Dios,
nos será hecho. Aquí incurrimos en muchos errores en nuestras peticiones a
Dios, pues debemos tener en cuenta lo que la palabra dice que debemos pedir, y
si lo que pedimos no esta contaminado por deseos egoístas o por odio, rencor o
dolor, así conoceremos su voluntad.
Mat 18:20 Porque donde están
dos o tres congregados en mi nombre,
allí estoy yo en medio de ellos. Jesús
siempre estará con aquellos que le aman y ponen en practica sus mandamientos,
esta allí en medio de nosotros, es una realidad para la fe.
Mat 18:21 Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor,
¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete? Pedro
reflejando una conducta de su alma, la cual le hacia pensar que tolerar las
ofensas tiene un limite, Jesús rompe este paradigma de Pedro.
Mat 18:22 Jesús le dijo: No te digo hasta
siete, sino aun hasta setenta veces
siete. Se rompe el paradigma porque cuando
El Señor le dice este numero no habla de una cifra en particular, lo que hace
es hacer referencia al numero de la perfección, el siete, así que el perdón
debía ser por siempre, que trato tan difícil para nuestra alma agobiada por
sentimientos contaminados por el ego.
Mat 18:23 Por lo cual el reino
de los cielos es semejante a un rey que quiso hacer cuentas con sus siervos.
Comparte los principios del reino, semejando el
Reino con cosas que para ellos serian fáciles de comprender, sobre todo para su
tiempo. El Rey representa a Jesús nuestro Rey quien al final llamara a cuentas
a sus siervos.
Mat 18:24 Y comenzando a hacer
cuentas, le fue presentado uno que le
debía diez mil talentos Un rey representa
autoridad y gobierno, además le hace acreedor al servicio de aquellos que son
sus súbditos o siervos. Este rey tenía la particularidad de que dejaba parte de
su dinero en manos de los siervos a modo de préstamo. Esto hace referencia a
que Dios nos ha dado el privilegio de tener muchos dones y talentos que nos son
dados para su gloria y con los cuales debemos ser cuidadosos de manejar y dar.
Mat 18:25 A éste, como no pudo pagar, ordenó su señor venderle, y a su mujer e hijos, y todo lo que tenía, para que se le pagase la deuda. Parece que el siervo no tenia con que responder, no tenia
dinero o en nuestro paralelo, no había usado este dinero, talento o habilidad
para recoger lo que recibió con intereses o el producido, así que el rey decide
venderle a él y a su familia, lo mismo ocurre cuando no obedecemos las normas y
la guía del Espíritu Santo, entonces permitimos que todo lo que esta bajo
nuestra tutoría y cuidado sea tomado por otros y que deba pagar de todas maneras
la deuda del pecado, o sea la muerte espiritual y que el pecado se perpetúe por
generaciones apartándolos de Dios.
Mat 18:26 Entonces aquel
siervo, postrado, le suplicaba,
diciendo: Señor, ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo. Pero parece que este hombre al final resulto un hombre de
buen corazón que se humilla y suplica perdón, además de decirle que pagara
todo. Esto ocurre cada vez que el ser humano se enfrenta a dificultades, decide
decir todo a su favor para evitar el castigo, promete cosas que no puede
cumplir, dice cosas que salen de labios para afuera pero que en su interior no
generan ningún cambio.
Mat 18:27 El señor de aquel
siervo, movido a misericordia, le soltó y le perdonó la deuda. El Rey conmovido a perdonarle su deuda, decide soltarle y
dejarle libre de culpa, lo mismo ocurre con aquello que en un momento de
presión o dificultad en la vida buscan a Dios para que les ayude, prometen y
dicen cosas maravillosas que conmueven aun el corazón de Dios, pero luego de
verse libre de culpa…
Mat 18:28 Pero saliendo aquel
siervo, halló a uno de sus
consiervos, que le debía cien
denarios; y asiendo de él, le ahogaba,
diciendo: Págame lo que me debes.
Continuan actuando de la misma manera, sin permitir
que Dios haga una obra mayor, ellos conocen la gracia del perdón, pero la dejan
en cualquier momento movidos por la maldad que aun habita en sus corazones,
cuantas veces no hemos hecho lo mismo, recibimos gracia y perdón, y aun así
continuamos actuando con maldad en nuestros corazones
Mat 18:29 Entonces su
consiervo, postrándose a sus pies, le rogaba diciendo: Ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo. Este hombre suplico de igual manera que el lo había hecho,
representando que aunque a muchos Dios nos ha perdonado, juzgamos con un juicio
mayor a aquellos que se equivocan a pesar de haber sido restaurados en esa
misma área, cuantos que han pecado en la mentira, luego juzgan con dureza a
quienes mienten, convirtiéndose en jueces, por eso no debemos medir a los
demás, pues así mismo seremos medidos nosotros ante Dios.
Mat 18:30 Mas él no quiso, sino fue y le echó en la cárcel, hasta que pagase la deuda. Debemos limpiar nuestros corazones por la obra santificadora
y la guía del Espíritu Santo para evitar convertirnos en jueces duros y tercos
de corazón, ante lo que antes para nosotros era igual que para ellos.
Mat 18:31 Viendo sus consiervos
lo que pasaba, se entristecieron
mucho, y fueron y refirieron a su señor
todo lo que había pasado. En el mundo
espiritual todo esta siendo escrito y visto tanto por el reino de los cielos
como por el de las tinieblas, Satanás siempre acusara a aquellos que lo
permitan, así Dios siendo un rey justo, no puede dejar sin castigo al ofensor y
quebrantador de la ley. Cuando hablo de la ley no me refiero al conjunto de
normas, me refiero a que la ley esta escrita en nuestros corazones por el fuego
del Espíritu, y esta nos guía a actuar con justicia y verdad.
Mat 18:32 Entonces, llamándole su señor, le dijo:
Siervo malvado, toda aquella
deuda te perdoné, porque me rogaste.
El Rey le llama a cuentas por su forma de actuar,
sabiendo que antes había sido perdonado, como no fue capaz de perdonar una
ofensa similar.
Mat 18:33 ¿No debías tú también tener misericordia de tu
consiervo, como yo tuve misericordia de
ti? No era lo debido?, pues para el parecía
que no, pero para Dios quien actúa con amor y justicia, si lo era.
Mat 18:34 Entonces su
señor, enojado, le entregó a los verdugos, hasta que pagase todo lo que le debía.
Cumpliendo la sentencia, el juicio por su error y
falta fue cobrado, esto hace referencia a que cuando no cumplimos con la ley
del amor, incurrimos en faltas que permiten que los verdugos, espíritus de maldad
nos lleven a pagar la deuda y nos lleven al arrepentimiento y a resarcir
nuestro error.
Mat 18:35 Así también mi Padre
celestial hará con vosotros si no perdonáis de todo corazón cada uno a su
hermano sus ofensas. El perdón es también
libertad del pensamiento, del dolor, del sufrimiento, del egoísmo y la muerte a
si mismo, pues ya no se piensa en que es lo justo para nosotros, sino en que es
lo justo para Dios, así aprendemos a amar con mayor entrega y pasión.