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martes, 28 de febrero de 2012

ESTUDIO BIBLICO MATEO 9



Por: Camilo Sastoque


Mat 9:1  Subió Jesús a una barca,  cruzó al otro lado y llegó a su propio pueblo. Es raro que Jesús haya llamado a Cafarnaúm su pueblo, y no a Belén donde nació, sino que llamó su propio pueblo al pueblo donde estableció su hogar.

Mat 9:2  Unos hombres le llevaron un paralítico,  acostado en una camilla.  Al ver Jesús la fe de ellos,  le dijo al paralítico: -¡Ánimo,  hijo;  tus pecados quedan perdonados! Este relato está más completo en Marcos_2:1-12; Lucas_5:17-26, pero asombra ver que Jesús no ve la fe del paralitico sino la de aquellos que le traían, interesante forma en la que puede actuar la fe en la sanidad de otros a través de la nuestra.

Mat 9:3  Algunos de los maestros de la ley murmuraron entre ellos:  "¡Este hombre blasfema!" se menciona que blasfemaba pues la palabra que Jesús usó en vez de declarar sanidad, fue que le perdonaba sus pecados, algo que no había hecho sino hasta ese momento, algo radical y poderoso que  muestra que la necesidad primordial de aquel hombre era el perdón de sus pecados.

Mat 9:4  Como Jesús conocía sus pensamientos,  les dijo:  --¿Por qué dan lugar a tan malos pensamientos? Es importante conocer que el Espíritu Santo puede darnos a conocer los pensamientos de los demás en determinados momentos, que nos permitirán actuar tal cual Dios quiere.

Mat 9:5 ¿Qué es más fácil,  decir:  'Tus pecados quedan perdonados',  o decir:  'Levántate y anda'? nos plantea un cuestionamiento, no parece más fácil perdonar pecados por el Hijo de Dios, que decir levántate y anda?, pues podría ser que sí, pero en realidad para Dios es más importante la salvación que trae el perdón de pecados, que la sanidad del cuerpo.

Mat 9:6 Pues para que sepan que el Hijo del hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados --se dirigió entonces al paralítico--:  Levántate,  toma tu camilla y vete a tu casa. El termino para autoridad es exousía del griego, que significa fuerza, derecho, poder, potestad, influencia; así que el Hijo de Dios tenía el derecho de perdonar pecados y aun de sanar a los enfermos, lo cual declaro inmediatamente, haciendo real la autoridad.

Mat 9:7  Y el hombre se levantó y se fue a su casa.

Mat 9:8  Al ver esto,  la multitud se llenó de temor,  y glorificó a Dios por haber dado tal autoridad a los mortales. Aquí la traducción más correcta no es temor sino que la gente se maravilló, o se sorprendió, y lo verdaderamente importante es porque la palabra menciona que Dios dio tal autoridad a los mortales, como si esta estuviera disponible para todos los hijos de Dios.

Mat 9:9  Al irse de allí,  Jesús vio a un hombre llamado Mateo,  sentado a la mesa de recaudación de impuestos.  "Sígueme",  le dijo.  Mateo se levantó y lo siguió. Aquí Mateo relata con modestia el llamamiento de Cristo a su vida. En Marcos y Lucas se llama Leví, que parece ser su nombre de familia. Al parecer conmovido en su espíritu, decide seguir a Jesús.

Mat 9:10  Mientras Jesús estaba comiendo en casa de Mateo,  muchos recaudadores de impuestos y pecadores llegaron y comieron con él y sus discípulos. Jesús atraía hacia si mismo a aquellos que estando en pecado necesitaban de El para su salvación.

Mat 9:11  Cuando los fariseos vieron esto,  les preguntaron a sus discípulos:  --¿Por qué come su maestro con recaudadores de impuestos y con pecadores? Fariseos y escribas aun teniendo la misma sed de oír a Jesús no eran capaces de entrar en la casa de un hombre a quien creían pecador, perdiéndose por una regla religiosa de sabiduría que compartía El Maestro.

Mat 9:12  Al oír esto,  Jesús les contestó:  --No son los sanos los que necesitan médico sino los enfermos. Nuevamente Jesús conociendo la intención del corazón y escuchando lo que decían muestra la gran misericordia que traía a la humanidad, pues venía a aquellos más necesitados de la salud espiritual, o sea a aquellos que reconocen su necesidad de Dios. “Vosotros os creéis sanos; mi misión, pues, no es para vosotros. La responsabilidad del médico es para con los enfermos; por esto yo como con los publicanos y pecadores”. ¡Cuántos corazones quebrantados y cuántas almas enfermas por causa del pecado, han sido sanados por estas palabras incomparables!

Mat 9:13 Pero vayan y aprendan lo que significa:  'Misericordia quiero y no sacrificio.'* Porque no he venido a llamar a justos sino a pecadores.  En Oseas 6:6 se menciona esta palabra que Jesús usa en disertación. El término “sacrificio”, o sea la parte principal de la ley ceremonial, se usa aquí para representar a una religión de adherencia a meros reglamentos; mientras que “misericordia” expresa tal compasión por los caídos que procura levantarlos, restaurarlos y llevarlos de nuevo al Padre. 

Mat 9:14  Un día se le acercaron los discípulos de Juan y le preguntaron:  --¿Cómo es que nosotros y los fariseos ayunamos,  pero no así tus discípulos?  Jesús les contestó:

Mat 9:15  --¿Acaso pueden estar de luto los invitados del novio mientras él está con ellos?  Llegará el día en que se les quitará el novio;  entonces sí ayunarán. La comparación es la forma de expresión más común del alma en nosotros, y se muestra como una actitud negativa pues nos ayuda a ver lo que nos hace mejores o más perfectos frente a los demás, dejando de lado la enseñanza de que debemos ver a los demás como mayores que a nosotros mismos. La crítica es una actitud de un corazón no quebrantado, de un ego no disciplinado por el Espíritu si así está tu vida es importante pedir a Dios luz en este asunto, si ves lo que haces mejor con respecto a los demás te hace falta mirar cómo te mira Cristo, allí acabaran nuestras ínfulas de vanidad. El ayuno es vital en la vida del creyente pues le ayuda a mantener sujeta la carne y disciplina a su cuerpo, pero cuando se esta en su presencia el ayuno más importante es el ayuno de si mismo.

Mat 9:16 Nadie remienda un vestido viejo con un retazo de tela nueva,  porque el remiendo fruncirá el vestido y la rotura se hará peor. Esta frase nos expresa un profundo sentir del corazón del Padre a quien le gusta tratar con el corazón de aquellos que anhelan su presencia, y la manifestación de su gloria como instrumentos de su amor, solo aquellos que han sido perfeccionados al nacer del espíritu convierten en vestidos nuevos sus pensamientos y acciones, pues al colocar lo que proviene del espíritu o sea el pedazo de tela nueva en una mente vieja, llena de paradigmas y doctrinas religiosas no las asimilara y se perderá así como el remiendo de tejido nuevo se perderá en el vestido viejo. Aquí se habla de las vestiduras las cuales representan a las dos naturalezas, el vestido viejo a la naturaleza de la carne y el retazo nuevo a la naturaleza del espíritu.

Mat 9:17 Ni tampoco se echa vino nuevo en odres viejos.  De hacerlo así,  se reventarán los odres,  se derramará el vino y los odres se arruinarán.  Más bien,  el vino nuevo se echa en odres nuevos,  y así ambos se conservan. Aquí aunque similar al anterior hace referencia al vino que se hecha en los odres que son unas vasijas en las que se conserva el vino para que este se añeje, aquí el vino representa la unción, el fuego, y la presencia del Espíritu Santo, el odre representa al hombre, que de no nacer de la naturaleza del espíritu arruinara el vino, la presencia y la unción de Dios sobre su vida, por eso el vino (la unción, la presencia, el fuego de Dios) debe echarse en odres nuevos (hombres renovados por la presencia del Espíritu Santo), así el vino (la presencia, el fuego, la unción), no se arruinara y conservara. Por eso debemos pasar la disciplina, el proceso que Dios haya dispuesto para nosotros pues solo así podremos ser vasijas de honra que puedan llevar su preciosa unción. 

Mat 9:18  Mientras él les decía esto,  un dirigente judío llegó,  se arrodilló delante de él y le dijo:  --Mi hija acaba de morir.  Pero ven y pon tu mano sobre ella,  y vivirá. Se hace refeferencia a que un dirigente Judío alguien con prestancia en el pueblo le busca, pero lo que mas sorprende es que este hombre que al parecer solo ha oído hablar de Jesús, hace una declaración que termina por volverse realidad.

Mat 9:19  Jesús se levantó y fue con él,  acompañado de sus discípulos.

Mat 9:20  En esto,  una mujer que hacía doce años padecía de hemorragias se le acercó por detrás y le tocó el borde del manto. La historia de la mujer del flujo de sangre ha sido predicada por muchos hombres, mostrando la infinita gracia de Dios por los que sufren, esta historia llama la atención en gran medida pues porque para el pueblo judío la mujer con sangrado era impura, y no debía acercarse a donde estaban todos reunidos, esta mujer saco el valor y rompió con los paradigmas de la época, coloco su confianza en Cristo y entre la multitud que le rozaban ella pudo tocarle con mayor profundidad, no solo físicamente sino en el espíritu.

Mat 9:21  Pensaba:  "Si al menos logro tocar su manto,  quedaré sana." Pues su mente se conectó con el poder sobre natural de Dios, su mente fue renovada por la fe que se activó y creyó que podía ser sana, esta mujer pudo confiar y tomar acción sin temer las consecuencias de lo que podría acarrear su acto de presencia ante la multitud.

Mat 9:22  Jesús se dio vuelta,  la vio y le dijo:  --¡Ánimo,  hija!  Tu fe te ha sanado.  Y la mujer quedó sana en aquel momento. Jesús que en ese momento era apretujado por la multitud reconoce que dé Él ha salido poder para sanar, y reconoce quien ha recibido su sanidad, le levanta con ánimo, pues sabía que las heridas de su alma eran profundas, por el rechazo de la sociedad.

Mat 9:23  Cuando Jesús entró en la casa del dirigente y vio a los flautistas y el alboroto de la gente,

Mat 9:24  les dijo:  --Váyanse.  La niña no está muerta sino dormida.  Entonces empezaron a burlarse de él. La respuesta de la incredulidad es en muchas ocasiones la burla, pues razonablemente no existe posibilidad de levantar a los muertos, así que Jesús tenía que tratar con el corazón y la mente dura de aquellos a quienes discipulaba, mostrándoles que su autoridad ante la muerte es poderosa.

Mat 9:25  Pero cuando se les hizo salir,  entró él,  tomó de la mano a la niña,  y ésta se levantó.  Un solo toque de su mano, o su manto regaban y contaminaban el ambiente con la vida que provenía de Dios, Jesús era un instrumento que muerto a sí mismo, manifestaba con poder el amor y la gracia infinita del Padre.

Mat 9:26  La noticia se divulgó por toda aquella región.

Mat 9:27  Al irse Jesús de allí,  dos ciegos lo siguieron,  gritándole:  --¡Ten compasión de nosotros,  Hijo de David! Aquellos hombres gritaban como aquel que sabe que no debe dejar pasar la oportunidad, pues llamaban a que era llamado Hijo de David, el Mesías esperado por el pueblo judío, reconociéndole no dejaron de llamar la atención de Jesús clamando compasión.

Mat 9:28  Cuando entró en la casa,  se le acercaron los ciegos,  y él les preguntó:  --¿Creen que puedo sanarlos?  --Sí,  Señor --le respondieron. Interesante es que Jesús cuestionara en su fe si ellos creían que el podía sanarlos, pues la palabra menciona que creemos y por eso hablamos Salmo 116:10, 2Corintios 4:13.

Mat 9:29  Entonces les tocó los ojos y les dijo:  --Se hará con ustedes conforme a su fe. Esta frase encierra un principio de fe, se hará siempre conforme a nuestra fe, el problema radica en que nuestra fe esta siempre puesta en las cosas materiales, egoístas, o conforme a los rudimentos del mundo por ello es difícil que ella funcione.

Mat 9:30  Y recobraron la vista.  Jesús les advirtió con firmeza:  --Asegúrense de que nadie se entere de esto. Era claro que Jesús no quería que su ministerio fuese estorbado, como ya había ocurrido en otras poblaciones, por medio del testimonio de aquellos, liberados, pues conocía que la voluntad del Padre era hacerlo de esa manera, aun así Dios se glorificaba siempre.

Mat 9:31  Pero ellos salieron para divulgar por toda aquella región la noticia acerca de Jesús. A pesar de hacer caso omiso de la advertencia debida claramente a la emoción que desbordaba su dominio propio y obediencia a lo dictaminado por Jesús, el Padre lo permitía.

Mat 9:32  Mientras ellos salían,  le llevaron un mudo endemoniado.

Mat 9:33  Así que Jesús expulsó al demonio,  y el que había estado mudo habló.  La multitud se maravillaba y decía:  "Jamás se ha visto nada igual en Israel." Nada es comparable con el poder y la presencia de Dios en un lugar, pues la libertad, la visión, y la gloria de Dios se hacen manifiestas sobre la tierra a través de sus hijos, como lo muestra Jesús.

Mat 9:34  Pero los fariseos afirmaban:  "Éste expulsa a los demonios por medio del príncipe de los demonios." En que terrible engaño vivían los fariseos, eran una secta Judía que conservaba las reglas y dictámenes estrictamente, pero en ese mismo cumplir las normas humanas, perdieron el norte de seguir la voz de Dios y no lo expuesto por los hombres; llamando a lo santo profano y a los profano santo se evidencia la desviación del corazón por los intereses de su religión mas no por la palabra.

Mat 9:35  Jesús recorría todos los pueblos y aldeas enseñando en las sinagogas,  anunciando las buenas nuevas del reino,  y sanando toda enfermedad y toda dolencia. Sin descanso Jesús se había preparado para su llamado y lo estaba cumpliendo, predicando, enseñando y mostrando la realidad en el espíritu.

Mat 9:36  Al ver a las multitudes,  tuvo compasión de ellas,  porque estaban agobiadas y desamparadas,  como ovejas sin pastor. Al ver tal cantidad de hombres y mujeres sedientos de escuchar, y ver el Reino de Dios manifiesto en la tierra Jesús siente la compasión de aquel que puede ver y percibir el corazón de los que sufren, la agonía y desamparo que se siente al estar lejos de Dios, y la necesidad imperiosa de pastores no de título, sino de hombres y mujeres dispuestos a dar su vida, enseñanza, conocimiento en el beneficio de los demás.

Mat 9:37  "La cosecha es abundante,  pero son pocos los obreros --les dijo a sus discípulos--. Cuando conocemos la necesidad espiritual de la humanidad, se siente la escasez de obreros en la obra que no debe depender de los líderes o ministros, sino de cada uno de los que nos acercamos a Dios, pues estar con Él y no sentir su amor por la humanidad es imposible.

Mat 9:38 Pídanle,  por tanto,  al Señor de la cosecha que envíe obreros a su campo." Roguemos a Dios en unidad por que El prepare, consolide y envié a sus siervos para recoger la cosecha abundante de almas que Dios ha preparado para quienes le aman, Señor envíanos a hacer tu voluntad no la nuestra.

lunes, 27 de febrero de 2012

TIEMPO DE REFLEXION



Un cristiano estaba caminando por la calle cuando se encontró con el dueño de una compañía que fabricaba jabones. Mientras hablaban, el fabricante de jabones dijo: -“El evangelio que usted predica no puede ser muy bueno, porque todavía hay mucha gente mala.” El cristiano notó que había un niño cerca jugando con lodo. El niño estaba manchado de barro de pies a cabeza. El cristiano dijo a su amigo: -“Su jabón no puede ser muy bueno, porque todavía hay mucho sucio en el mundo.” El hombre respondió: -“Bueno, solamente limpia cuando una persona lo usa.”  -“¡Exactamente!  Igual pasa con el Evangelio- dijo el cristiano!
2Ti 4:2 Predica la Palabra; persiste en hacerlo, sea o no sea oportuno; corrige, reprende y anima con mucha paciencia, sin dejar de enseñar.
Existen muchas personas que necesitan de Dios, es tiempo de que nosotros aprovechemos el tiempo para compartir nuestro testimonio, las enseñanzas y principios del Reino de Dios, parezca o no parezca el tiempo adecuado, para que muchos prueben los que Dios ha dispuesto para cada ser humano. Bendiciones

martes, 21 de febrero de 2012

ESTUDIO BIBLICO MATEO 8


ESTUDIO BIBLICO SEMANAL

Por: Camilo A. Sastoque M.

Mat 8:1  Cuando Jesús bajó de la ladera de la montaña,  lo siguieron grandes multitudes. Continua la referencia a multitudes que le seguían, y no a discípulos.

Mat 8:2  Un hombre que tenía lepra se le acercó y se arrodilló delante de él.  --Señor,  si quieres,  puedes limpiarme --le dijo. Este es el primer milagro mencionado por Mateo y empieza con un leproso, la lepra tiene un sentido de pecado, inmundicia según nos los muestra el antiguo testamento en  (Levítico caps. 13 y 14), hoy la ciencia médica ha encontrado tratamientos que curan la lepra, pero esto no deja de lado el importante significado que Jesús implica en este milagro pues revela la intención de limpiar al pueblo del pecado.

Mat 8:3  Jesús extendió la mano y tocó al hombre.  --Sí quiero --le dijo--.  ¡Queda limpio!  Y al instante quedó sano* de la lepra. ¡Qué fe más maravillosa fue ésta! No dice que creía que el Señor pudiera sanarlo, sino que, con una brevedad expresiva de una confianza que no conocía duda se entregó en adoración al postrarse ante El y reconoció su autoridad frente a la enfermedad, cosa que ninguno de los que estaba a Su alrededor sintió o realizó antes. Contrario a lo  que la ley descrita en Levítico describe, Jesús en vez de apartarse de la contaminación que representaba tocar un leproso, lo toca y declara ¡Queda limpio! Que declaración tan sencilla pero tan llena de poder y autoridad.

Mat 8:4  --Mira,  no se lo digas a nadie --le dijo Jesús--;  sólo ve,  preséntate al sacerdote,  y lleva la ofrenda que ordenó Moisés,  para que sirva de testimonio. Jesús le pide que no lo divulgue con el ánimo de no exitar la animosidad del pueblo, y aunque se lo advirtió, el hombre que recibió el milagro hizo caso omiso publicándolo a todos, esto creo un caos que llevo a Jesús a apartarse y a predicar en lugares apartados impidiéndole moverse con facilidad. El presentarse ante el sacerdote y llevar la ofrenda era para cumplir con lo establecido por la ley mosaica y dar testimonio de la Luz.

Mat 8:5  Al entrar Jesús en Capernaúm,  se le acercó un centurión pidiendo ayuda. Cuan abundante era la Gracia que acompañaba a nuestro Señor que todo aquel que requería ayuda buscaba en El refugio y consuelo, algo que ilustra lo que sucede con aquellos que reciben la Unción, sobre ellos se posa esta misma Gracia, que les hace ser buscados, consultados, pues sin que les conozcan en su ser interior les es revelado que estos siervos pueden ser de gran ayuda.

Mat 8:6  --Señor,  mi siervo está postrado en casa con parálisis,  y sufre terriblemente. Terrible condición la de este siervo, pero es mayor la entrega, humildad y valor con que su Jefe el centurión busca ayuda en aquellos a quien supuestamente, dominaba vigilaba y controlaba.

Mat 8:7  --Iré a sanarlo --respondió Jesús. Cuanta convicción en las palabras de Jesús que sin ninguna sombra de Duda, responde al llamado de la necesidad humana.

Mat 8:8  --Señor,  no merezco que entres bajo mi techo.  Pero basta con que digas una sola palabra,  y mi siervo quedará sano. Sabiendo que era mayor en rango sobre la tierra, reconoce con humildad de corazón su verdadera condición de pecado, y se levanta con una Fe que sorprende a Jesús mismo, pues entendiendo el Poder de la sujeción y devoción completa, se entrega a la voluntad de una palabra por la sanidad de su siervo.

Mat 8:9  Porque yo mismo soy un hombre sujeto a órdenes superiores,  y además tengo soldados bajo mi autoridad.  Le digo a uno:  'Ve',  y va,  y al otro:  'Ven',  y viene.  Le digo a mi siervo:  'Haz esto',  y lo hace. No se nos dice si este hombre practicaba o conocía las costumbres judías, pero lo que sí está claro es que la revelación que recibe muy seguramente por la humildad y honra demostradas, le permite entender que la sujeción, obediencia y palabra tienen un gran poder.

Mat 8:10  Al oír esto,  Jesús se asombró y dijo a quienes lo seguían:  --Les aseguro que no he encontrado en Israel a nadie que tenga tanta fe. Jesús se sorprende al ver la fe con que actúa, discierne y entiende este hombre no creyente. La cual nos revela el ciclo que debe sufrir la fe para aumentar de nivel, inicialmente la fe debe ser escuchada (Rom 10:13), luego la fe debe ser entendida, inmediatamente la fe debe ser revelada, para entonces ser probada con el fuego de la prueba, la cual la purifica (1Pedro 1:7) y así la fe es fortalecida y llevada a un nivel diferente en cada área de nuestras vidas.

Mat 8:11 Les digo que muchos vendrán del oriente y del occidente,  y participarán en el banquete con Abraham,  Isaac y Jacob en el reino de los cielos. Mostrándoles que muchos serian llamados de aquellas naciones a las cuales ellos consideraban impías para disfrutar de las bendiciones que Abraham, Isaac y Jacob.

Mat 8:12 Pero a los súbditos del reino se les echará afuera,  a la oscuridad,  donde habrá llanto y rechinar de dientes. Y a algunos que se dicen llamar súbditos y pertenecen al linaje del pueblo de Israel, se les echara afuera en donde encontraran un triste final.

Mat 8:13  Luego Jesús le dijo al centurión:  --¡Ve!  Todo se hará tal como creíste.  Y en esa misma hora aquel siervo quedó sanó. Termina hecho tal cual el centurión creyó que se haría, preciosas revelación de la fe puesta en acción, una fe que cree, entiende, se pone en acción  y genera resultados en la medida en que la disciplina, la obediencia, la humildad y el conocimiento de la palabra se hacen evidentes en nuestras vidas.

Mat 8:14  Cuando Jesús entró en casa de Pedro,  vio a la suegra de éste en cama,  con fiebre. Ver a Jesús entrando en la casa de pedro nos muestra la familiaridad en la relación con sus discípulos, y también  que Pedro no abandono su hogar, sino que seguía asistiendo a este. El tercer milagro que menciona Mateo es la sanidad de la fiebre de la suegra de Pedro.

Mat 8:15  Le tocó la mano y la fiebre se le quitó;  luego ella se levantó y comenzó a servirle. Luego de recibir la sanidad, la suegra de Pedro empieza a servir, mostrando la actitud correcta frente a la sanidad recibida como un milagro de parte del Señor.

Mat 8:16  Al atardecer,  le llevaron muchos endemoniados,  y con una sola palabra expulsó a los espíritus,  y sanó a todos los enfermos. Continua Jesús revelando el reino a aquellos que se acercan pues trae libertad a los oprimidos por demonios, y sanidad a los que sufren la enfermedad.

Mat 8:17  Esto sucedió para que se cumpliera lo dicho por el profeta Isaías:  "Él tomó sobre sí nuestras enfermedades y cargó con nuestras dolencias."* Continúa la profecía haciéndose realidad en la vida de Jesús, revelando la promesa de sanidad a su pueblo.

Mat 8:18  Cuando Jesús vio a la multitud que lo rodeaba,  dio orden de pasar al otro lado del lago.

Mat 8:19  Se le acercó un maestro de la ley y le dijo:  --Maestro,  te seguiré a dondequiera que vayas. Parece que este maestro de la ley, entusiasmado con la predicación de Jesús y movido por sus emociones cautivadas en el gozo de su corazón, es conmovido a decirle que le seguiría.

Mat 8:20  --Las zorras tienen madrigueras y las aves tienen nidos --le respondió Jesús--,  pero el Hijo del hombre no tiene dónde recostar la cabeza. Pero Jesús conociendo la intención del corazón de los hombres responde mostrándole a este hombre que no encontraría en su decisión privilegios, ni descanso. ¿Sabes a quién te comprometes a seguir? y ¿sabes acaso a dónde te conducirá? No será a ningún hogar cómodo, ninguna almohada blanca tiene él para ti: él no tiene estas cosas para sí mismo. Sin embargo, Jesús no rechaza el ofrecimiento de este hombre, ni le niega la libertad de seguirle. Sólo quiere que sepa lo que está haciendo, y que calcule el costo. Jesús quiere que pese y discrimine la verdadera naturaleza de su afecto. Pero en este caso parece demasiado evidente que el hombre no había considerado el costo. Por esto a éste el Discípulo se le conoce como el Temerario y Precipitado.

Mat 8:21  Otro discípulo le pidió:  --Señor,  primero déjame ir a enterrar a mi padre. Parece aquí que Jesús fuera indolente ante la petición de este discípulo, pero lo que está claro que según la costumbre de la época, que el debería estar enterrando a su padre si eso fuese cierto y no debiera estar allí con Jesús, lo que en realidad ocurría era que el discípulo quería estar con su padre hasta que este muriera. Así nos revela el apego del corazón por las personas, de modo que aquí tenemos un discípulo genuino, más indeciso y comprometido en las cosas de este mundo que con el servido al cual fue llamado.

Mat 8:22  --Sígueme --le replicó Jesús--,  y deja que los muertos entierren a sus muertos. Su respuesta es aún más contundente pues revela que aquellos que ponen sus afectos en las cosas, sentimientos y personas de este mundo, están muertos a lo espiritual, pues siempre habrá una razón para dejar el deber.

Mat 8:23  Luego subió a la barca y sus discípulos lo siguieron. Nuevamente la diferencia entre las multitudes  que le seguían y sus discípulos.

Mat 8:24  De repente,  se levantó en el lago una tormenta tan fuerte que las olas inundaban la barca. Pero Jesús estaba dormido. Contrastan aquí la tranquilidad del sueño de Jesús en medio de la tormenta con severidad y gravedad de la situación que vivían en la barca. La barca representa nuestra vida y mentalidad sin Jesús, la cual ante cualquier tempestad que se levanta responde con confusión, incredulidad y desesperación.

Mat 8:25  Los discípulos fueron a despertarlo.  --¡Señor --gritaron--,  sálvanos,  que nos vamos a ahogar! Sus gritos muestran la gran ofuscación, y desesperación que vivían es ese momento aquellos que la palabra menciona como los discípulos.

Mat 8:26  --Hombres de poca fe --les contestó--,  ¿por qué tienen tanto miedo?  Entonces se levantó y reprendió a los vientos y a las olas,  y todo quedó completamente tranquilo. Porque tienen tan poca fe, les reprocha Jesús, no les dice por no tienen fe, pues es claro que ellos si la tenían y pudieron creer que Jesús podría ayudarlos, pero lo que a Jesús le preocupa es que luego de oír la palabra, dársela a entender, verla en acción, aun duden del poder sobrenatural que desata la fe. Esto evidencia que una fe sin pruebas para ser perfeccionada es poco probable que traiga fruto a quien la vive o la predica. Ellos habitaban en el nivel primario de la fe, pues tenían fe como bebes que dependen en todo de sus padres para realizar las más sencillas ocurrencias.

Mat 8:27  Los discípulos no salían de su asombro,  y decían:  "¿Qué clase de hombre es éste,  que hasta los vientos y las olas le obedecen?" esta conclusión y cuestionamiento dejan ver que su fe primaria les permitía creer en que Jesús los ayudaría posiblemente tomando el control de la barca, pero no que El reprendería la tormenta y esta calmaría. Mostrando que hasta la naturaleza espera la manifestación de los hijos de Dios (Rom 8:19).

Mat 8:28  Cuando Jesús llegó al otro lado,  a la región de los gadarenos,* dos endemoniados le salieron al encuentro de entre los sepulcros.  Eran tan violentos que nadie se atrevía a pasar por aquel camino. Este pasaje deja entrever algo más profundo, nos permite entender con claridad que la presencia de Dios atrae a aquellos que van a ser transformados por la palabra,  también que los espíritus demoniacos sienten y perciben a los hijos de Dios.

Mat 8:29  De pronto le gritaron:  --¿Por qué te entrometes,  Hijo de Dios?  ¿Has venido aquí a atormentarnos antes del tiempo señalado? Dando a conocer la verdadera naturaleza espiritual de Jesús como el Hijo de Dios, le gritan sabiendo de antemano que saldrán mal librados de su encuentro, pues entienden que serán atormentados en el tiempo señalado por Jesús el Hijo de Dios, pero no entendían porque estaba allí antes de tiempo.

Mat 8:30  A cierta distancia de ellos estaba paciendo una gran manada de cerdos.

Mat 8:31  Los demonios le rogaron a Jesús:  --Si nos expulsas,  mándanos a la manada de cerdos. El encuentro entre  las tinieblas y la luz no puede dar otro resultado diferente al que se encuentra en este versículo, los demonios terminan expulsados de los hombres a quienes atormentaban con violencia.

Mat 8:32  --Vayan --les dijo.  Así que salieron de los hombres y entraron en los cerdos,  y toda la manada se precipitó al lago por el despeñadero y murió en el agua. Los demonios pidiendo ser echados sobre los cerdos, salen de los hombres. Lo que sucede al entrar los demonios en los cerdos es que estos no los toleran y prefieren despeñarse y morir antes que permitir que estos seres permanezcan en ellos.

Mat 8:33  Los que cuidaban los cerdos salieron corriendo al pueblo y dieron aviso de todo,  incluso de lo que les había sucedido a los endemoniados. Ver echar fuera estos demonios y la transformación de los hombres trastornó el ambiente espiritual y físico, lo cual redundo en que la gente de aquel lugar fuese llena de un espíritu de temor y así le pidieran al mismo Salvador que se alejara de su población.

Mat 8:34  Entonces todos los del pueblo fueron al encuentro de Jesús.  Y cuando lo vieron,  le suplicaron que se alejara de esa región. Este capítulo muestra con gran entrega los milagros y poder que acompañaban el ministerio del Hijo de Dios, muestran una fe en palabra y en acción, nos descienden por el comienzo de la formación de la fe en sus discípulos y los obstáculos que detuvieron a algunos y que les permitió seguir creciendo a otros, que nosotros podamos servir con total, entrega, fe, y amor al servicio de Cristo.
Después de participar de primera mano en la expulsión de una legión de demonios de un hombre, y las consecuencias posteriores con los cerdos, los hombres de aquella región se llenaron de temor, por cuanto vieron el poder de Dios en acción. El hombre puede tomar dos decisiones ante él: le sigue y se trasforma o le pide al igual que esta población que se vaya, para huir de él.

lunes, 20 de febrero de 2012

TIEMPO DE REFLEXION


Cuentan que en la carpintería hubo una vez una extraña asamblea. Fue una reunión de herramientas para arreglar sus diferencias. El martillo ejerció la presidencia, pero la asamblea le notificó que tenía que renunciar. ¿La causa? ¡Hacía demasiado ruido! Y, además, se pasaba el tiempo golpeando. El martillo aceptó su culpa, pero pidió que también fuera expulsado el tornillo; dijo que había que darle muchas vueltas para que sirviera de algo. Ante el ataque, el tornillo aceptó también, pero a su vez pidió la expulsión de la lija. Hizo ver que era muy áspera en su trato y siempre tenía fricciones con los demás. Y la lija estuvo de acuerdo, a condición de que fuera expulsado el metro que siempre se la pasaba midiendo a los demás según su medida, como si fuera el único perfecto. En eso entró el carpintero, se puso el delantal e inició su trabajo. Utilizó el martillo, la lija, el metro y el tornillo. Finalmente, la tosca madera inicial se convirtió en un lindo mueble. Cuando la carpintería quedó nuevamente sola, la asamblea reanudó la deliberación. Fue entonces cuando tomó la palabra el serrucho, y dijo: -"Señores, ha quedado demostrado que tenemos defectos, pero el carpintero trabaja con nuestras cualidades. Eso es lo que nos hace valiosos. Así que no pensemos ya en nuestros puntos malos y concentrémonos en la utilidad de nuestros puntos buenos". La asamblea encontró entonces que el martillo era fuerte, el tornillo unía y daba fuerza, la lija era especial para afinar y limar asperezas y observaron que el metro era preciso y exacto. Se sintieron entonces un equipo capaz de producir muebles de calidad. Se sintieron orgullosos de sus fortalezas y de trabajar juntos. Ocurre lo mismo con los seres humanos. Observen y lo comprobarán. Cuando en una empresa el personal busca a menudo defectos en los demás, la situación se vuelve tensa y negativa. En cambio, al tratar con sinceridad de percibir los puntos fuertes de los demás, es cuando florecen los mejores logros humanos. Es fácil encontrar defectos, cualquier tonto puede hacerlo, pero encontrar cualidades, eso es para los espíritus superiores que son capaces de inspirar todos los éxitos humanos.
Lucas 6:42 "¿O como puedes decir a tu hermano: Dejame sacar la paja que esta en tu ojo, no mirando la viga que esta en el tuyo? Hipocrita, saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces veras bien para sacar la paja que esta en el ojo de tu hermano" Jesus.
Es facil ver los defectos de los demas, pero ver sus cualidades y habilidades nos ayuda a inspirar el potencial de la humanidad que aveces parece perdida pero siemmpre que te detengas lo suficiente podras ver lo hermoso en aquellos que parecen toscos, ruidosos y asperos, que Dios nos permita ver lo bueno, lo bello y lo mejor de cada persona a pesar de las circunstancias contrarias, como podemos ver lo mejor si tan solo nos detenemos en los detalles que no nos gustan o no compartimos?. 

martes, 14 de febrero de 2012

ESTUDIO BIBLICO MATEO 7

ESTUDIO BIBLICO SEMANAL

Por: Camilo Sastoque
Mat 7:1 "No juzguen a nadie,  para que nadie los juzgue a ustedes. Juzgar es simplemente hacerte una opinión acerca de algo o alguien, desgraciadamente nuestros juicios son basados en nuestros conceptos, enseñanzas, valores o principios, y en una sociedad en donde estos son relativos, juzgar no parece gran cosa, pero nuestro maestro nos enseña que para que no seamos juzgados debemos no juzgar a nadie, no emitir ningún juicio u opinión personal, que casi siempre es sesgada por nuestras emociones, prejuicios y escasos valores. El contexto da a entender claramente que lo que aquí se condena es aquella disposición de mirar desfavorablemente el carácter y las acciones de otras personas, la que nos lleva invariablemente a pronunciar contra ellos juicios temerarios, injustos y desagradables.
Mat 7:2 Porque tal como juzguen se les juzgará,  y con la medida que midan a otros,  se les medirá a ustedes.La medida con que medimos se vuelve nuestra medida por eso la palabra nos insta a ver a los demás como mejores que nosotros, pues esto evita que nosotros podamos juzgar al creernos mejores, cuando en realidad no lo somos, pues dependemos de su Gracia para mantenernos en Santidad.
Mat 7:3 "¿Por qué te fijas en la astilla que tiene tu hermano en el ojo,  y no le das importancia a la viga que está en el tuyo? Es primordial para el discípulo que busca seguir a su maestro, primero estar vigilante de su propio andar sin mirar el de los demás, para evitar ser tentados en la murmuración.
Mat 7:4 ¿Cómo puedes decirle a tu hermano: 'Déjame sacarte la astilla del ojo',  cuando ahí tienes una viga en el tuyo?Como podemos ayudar a un pueblo que sufre, que está en pecado, cuando nosotros mismos aún estamos ciegos ante la maldad que habita en nosotros y somos incapaces de reconocerla.
Mat 7:5 ¡Hipócrita!,  saca primero la viga de tu propio ojo,  y entonces verás con claridad para sacar la astilla del ojo de tu hermano.En hipócritas nos convertimos cuando vemos primero en los demás los defectos que muy seguramente en nosotros son aún mayores. Sólo el que se juzga celosa y severamente a sí mismo es competente para reprender a otros.
Mat 7:6 "No den lo sagrado a los perros,  no sea que se vuelvan contra ustedes y los despedacen;  ni echen sus perlas a los cerdos,  no sea que las pisoteen. Los perros y los puercos, además de ser ceremoníalmente impuros, eran especialmente repugnantes a los judíos, y aun a los antiguos en general. Se hace referencia a los perros como a aquellos que son aborrecedores de la verdad y la justicia y los cerdos a los impuros y vulgares, quienes son incapaces de apreciar las joyas inestimables del cristianismo.
Mat 7:7 "Pidan,  y se les dará;  busquen,  y encontrarán;  llamen,  y se les abrirá. Pedimos lo que deseamos; buscamos lo que echamos de menos; llamamos para entrar a aquel lugar del cual nos sentimos excluídos. Teniendo esto en cuenta podemos ver un progreso en la medida en que se quiere encontrar una respuesta, llevado a la oración nos muestra tres niveles por los cuales todo hombre que anhela la presencia de Dios debe pasar, ellos revelan el carácter del obrero de Dios, y la capacidad de avanzar en el Reino; el primero de ellos es el buscar, que muestra el primer nivel al que somos sometidos por la gracia del Espíritu Santo donde pedimos y se nos da, aun sin un gran conocimiento de la palabra, la gracia de Dios sobreabunda en la simpleza de nuestras peticiones, y ocurre al comienzo de nuestras vidas en Cristo, luego pasamos a un segundo nivel el de Buscar en el que como adolescentes ya no pedimos, sino que buscamos las respuestas, y sentimos ganas de encontrar las respuestas en done se muestra un nivel mayor de madurez sin que esta, esté realmente establecida, y en el tercer  nivel encontramos el llamar, pues el nivel que se ha formado en la vida del obrero evidencia la madurez generada por la disciplina de Dios, la cual le permite confiar en su identidad como hijo, heredero y comisionado del Reino, así que cuando se llega a este nivel se manifiesta la respuesta, todas implican acción, y una respuesta a esta que nos conduce al crecimiento espiritual, a una fe madura y a una vida en el Espíritu.
 Mat 7:8 Porque todo el que pide,  recibe;  el que busca,  encuentra;  y al que llama,  se le abre.
Mat 7:9 "¿Quién de ustedes,  si su hijo le pide pan,  le da una piedra? No de ninguna manera, padre alguno lo haría.
Mat 7:10 ¿O si le pide un pescado,  le da una serpiente?
Mat 7:11 Pues si ustedes,  aun siendo malos,  saben dar cosas buenas a sus hijos,  ¡cuánto más su Padre que está en el cielo dará cosas buenas a los que le pidan! Aquí revela la naturaleza de esclavitud a la maldad en la que vive el hombre, y también nos muestra la paternidad de Dios en ejercicio del bien y el carácter del Padre ante la petición de sus hijos, no de sus seguidores.
Mat 7:12 Así que en todo traten ustedes a los demás tal y como quieren que ellos los traten a ustedes.  De hecho,  esto es la ley y los profetas. Un principio espiritual real y evidente ante cualquier situación y en cualquier cultura; expresada de una manera contundente en cumplimiento de la ley, basada en el amor, la fe y la esperanza como las virtudes del Reino sobre las cuales deben pasar, los pensamientos, palabras y acciones que debemos generar. No es, ciertamente, aquello que en nuestros modos caprichosos y egoístas quisiéramos que los hombres hiciesen con nosotros, lo que debemos hacer nosotros con ellos; sino sólo aquello que, en un juicio imparcial, y poniéndonos en lugar de ellos, consideramos espiritualmente correcto que ellos hagan con nosotros. Aquí encontramos los principios para establecer el Reino sobre un territorio.
Mat 7:13 "Entren por la puerta estrecha.  Porque es ancha la puerta,  y espacioso el camino que conduce a la destrucción,  y muchos entran por ella. Lo que recomienda el camino ancho es la facilidad con que es transitado, y la abundancia de acompañantes que han de hallarse en él y la única desventaja de este camino es su fin: “lleva a la destrucción”. Si no evidencias dificultad en el camino entonces no vas por el camino correcto, pide revelación y sabiduría al Señor.
Mat 7:14 Pero estrecha es la puerta,  y angosto el camino que conduce a la vida,  y son pocos los que la encuentran. En otras palabras, todo el trayecto es tan difícil como el primer paso, y una de sus características es que son pocos los que la encuentran, no multitudes como algunos quieren hacer creer. Muchos toman “la puerta” aquí, no por el primer paso en la vida espiritual, sino por el último; pues las puertas no se abren a los caminos, más los caminos terminan en las puertas, que conducen al Reino.
Mat 7:15 "Cuídense de los falsos profetas.  Vienen a ustedes disfrazados de ovejas,  pero por dentro son lobos feroces. Una severa advertencia pues son muchos los que queriendo hablar en el nombre de Dios, tan solo hablan engaños, mentiras, y destrucción y aunque parecen inofensivos; sus palabras apartan, dividen, generan conflicto entre las iglesias, los creyentes y la sana doctrina.
Mat 7:16 Por sus frutos los conocerán.  ¿Acaso se recogen uvas de los espinos,  o higos de los cardos? No por sus doctrinas, como muchos de los intérpretes antiguos y modernos explican, porque la doctrina pertenece al árbol mismo, sino por los resultados prácticos de su enseñanza, los cuales son el fruto mismo del árbol.
Mat 7:17 Del mismo modo,  todo árbol bueno da fruto bueno,  pero el árbol malo da fruto malo. Cada árbol da su propio fruto.
Mat 7:18 Un árbol bueno no puede dar fruto malo,  y un árbol malo no puede dar fruto bueno. Pero cuales son los frutos? Pues en 2cor 7:11 “Fíjense lo que ha producido en ustedes esta tristeza que proviene de Dios: ¡qué empeño,  qué afán por disculparse,  qué indignación,  qué temor,  qué anhelo,  qué preocupación,  qué disposición para ver que se haga justicia!” aquí encontramos los frutos de un verdadero hombre arrepentido.

Mat 7:19 Todo árbol que no da buen fruto se corta y se arroja al fuego. Aunque la intención es dar a conocer como reconocer los falsos maestros, también se nos señala su final.
Mat 7:20 Así que por sus frutos los conocerán. Es la máxima sobre la cual debemos recibir la enseñanza de cualquiera que en nombre de Dios quiera predicarnos, enseñarnos, corregirnos o instruirnos en doctrina.
Mat 7:21 "No todo el que me dice: 'Señor,  Señor',  entrará en el reino de los cielos,  sino sólo el que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo. La reduplicación del título “Señor”, indica el celo de ellos en otorgarlo a Cristo, mas algunos que conocen el título y honor de Cristo, no entraran en el Reino, pues no le conocen, ni le obedecen, así que es necesario obedecer la voluntad del Padre como requisito para entrar en el Reino.
Mat 7:22 Muchos me dirán en aquel día: 'Señor,  Señor,  ¿no profetizamos en tu nombre,  y en tu nombre expulsamos demonios e hicimos muchos milagros?' Existe una gran ansiedad en aquellos que son llamados por enseñar, predicar, evangelizar pero sin antes haber sido probados, y disciplinados por la enseñanza de Dios, por eso algunos profetizan sin haber sido enseñados y entonces son engañados, algunos predican por tener la habilidad mas no el don y la gracia, sin reconocer que solo bajo el permiso y la guía del Espíritu Santo es que debe realizarse, lo cual nos lleva actuar de manera apresurada, sin el cual de Dios es imposible que se manifieste en obras humanas.
Mat 7:23 Entonces les diré claramente:  'Jamás los conocí.  ¡Aléjense de mí,  hacedores de maldad!' Dios prefiere claramente una relación en donde pueda conocerte, más que hagas obras para El, solo el decidirá el tiempo y el momento adecuado, mas no te apresures pues la maldad puede obrar en tu corazón debido a la desobediencia.
Mat 7:24 "Por tanto,  todo el que me oye estas palabras y las pone en práctica es como un hombre prudente que construyó su casa sobre la roca. Todo aquel que no solo oye, sino que pone en práctica, pues es muy fácil hablar de lo que parece que conocemos o se nos ha enseñado pero solo los sabios, inteligente, y prudentes construyen su vida espiritual y su templo o cuerpo sobre la roca que es Cristo. Esta roca sólida representa el verdadero discipulado, o sea la sujeción genuina a Cristo.
Mat 7:25 Cayeron las lluvias,  crecieron los ríos,  y soplaron los vientos y azotaron aquella casa;  con todo,  la casa no se derrumbó porque estaba cimentada sobre la roca.  Nuestra fortaleza está en Cristo la Roca de nuestra Salvación y quien nos sostiene en medio de la tormenta, la tribulación, el dolor, la angustia, la soledad, las tentaciones y pruebas, y la destrucción de nuestra naturaleza de maldad.
 Mat 7:26 Pero todo el que me oye estas palabras y no las pone en práctica es como un hombre insensato que construyó su casa sobre la arena. Indica un cimiento flojo, una profesión hueca y servicios meramente externos.
Mat 7:27 Cayeron las lluvias,  crecieron los ríos,  y soplaron los vientos y azotaron aquella casa,  y ésta se derrumbó,  y grande fue su ruina." Terrible desenlace para los que por imprudencia, afán o ignorancia pusieron sus fundamentos en las cosas perecederas, como el dinero, la fama, su profesión, familia entre otras pasajeras en un mundo en el cual somos peregrinos.
Mat 7:28  Cuando Jesús terminó de decir estas cosas,  las multitudes se asombraban de su enseñanza, Se hace tanta referencia a la manera de enseñar como al contenido de su enseñanza, o quizá aún más a su método de enseñanza.
Mat 7:29  porque les enseñaba como quien tenía autoridad,  y no como los maestros de la ley. La luz de sus palabras golpeo con tal fuerza y autoridad las vidas de aquellos que escuchaban; palabras cargadas de vida y espíritu que transformaban a aquellos que dispuestos en su corazón las recibían, dando vida a sus espíritus agotados y fatigados de la enseñanza religiosa llena de apariencias y de ritos sin Su presencia.