martes, 26 de agosto de 2014

ESTUDIO BÍBLICO GÁLATAS 6

NUESTRO ESTUDIO BÍBLICO
Por: Camilo Sastoque M.
Ministerio Unidad de la Fe

Gal 6:1  Hermanos,  si alguien es sorprendido en pecado,  ustedes que son espirituales deben restaurarlo con una actitud humilde.  Pero cuídese cada uno,  porque también puede ser tentado.
Que ocurre hoy en día, aquellos que se dicen espirituales, en vez de restaurarlo, lo que hacen es difamarlo y alejarlo con su misma actitud. Lo cual no solo aparta de la iglesia a quien ha caído en pecado, sino que también lo apartan de la posibilidad de arrepentirse y ser restaurado de su pecado. Hemos sido llamados a restaurar a aquellos que han caído, pues no nos corresponde juzgar sus acciones, sino más bien como seres espirituales y por gracia divina, se nos ha concedido la posibilidad de servir para su restauración al servicio de Dios. Y claro nos advierte Pablo, cuídense cada uno, porque también somos hombres sujetos a pasiones y tentaciones, de modo, que un día podemos ser sorprendidos habiendo caído en pecado.
Gal 6:2  Ayúdense unos a otros a llevar sus cargas,  y así cumplirán la ley de Cristo.
La ley se cumple cuando con amor servimos a nuestro prójimo, a nuestro hermano a llevar aquellas cargas que son difíciles, como una enfermedad, una situación económica apretada, una pérdida de un ser querido, una tropiezo con el pecado, pues al amarlos, nuestro amor que es el de Dios, puede tocar sus corazones para restauración.
Gal 6:3  Si alguien cree ser algo,  cuando en realidad no es nada,  se engaña a sí mismo.
Creer ser alguien o algo, en realidad, es una actitud del ego. Durante años cultivamos la esencia del mundo, para querer o ser alguien en la vida, pero cuando llegamos a Cristo, en realidad nos damos cuenta de la verdad, que conseguir fama, renombre en esta vida, no es nada. Es una mentira, un engaño. Y quien vive bajo este engaño, o el engaño de una posición, de un liderazgo, se engaña a si mismo si en algún momento se percibe a sí mismo como algo que no es.
Gal 6:4  Cada cual examine su propia conducta;  y si tiene algo de qué presumir,  que no se compare con nadie.
Examinarnos con frecuencia es un acto poderoso para mantenernos conscientes de nuestra conducta, no somos perfectos y son muchas los pensamientos, y acciones que deben volverse conscientes para que podamos vernos tal cual somos en realidad. La comparación solo muestra la ansiedad que corroe nuestro interior con envidia, y las ansias de ser mejor o superiores que otros; cuando en realidad el hombre de Dios, no debería buscar ser mejor que otros, sino mejor que el mismo siempre.
Gal 6:5  Que cada uno cargue con su propia responsabilidad.
Hoy en día, nadie quiere asumir sus propias responsabilidades, todo se delega, todos son culpables menos uno. Quien hace un acto de consciencia sobre sus acciones, pensamientos y palabras, podrá dar cuanta de ellas a Dios, y se hará responsable de sí mismo con diligencia, dejara las excusas, para dejarse perfeccionar en el amor de Dios.
Gal 6:6  El que recibe instrucción en la palabra de Dios,  comparta todo lo bueno con quien le enseña.
El compartir la enseñanza de las escrituras es un privilegio para aquel que recibe instrucción, la cual debe valorar, y una forma de hacerlo, es compartiendo todo lo bueno que se tiene con aquel que le enseña, como su tiempo, su dinero, su hospitalidad, su amistad, entre otras cosas. El compartir no es una obligación, pero si es un acto de amor, para con aquel que se ha dedicado a enseñar.
Gal 6:7  No se engañen:  de Dios nadie se burla.  Cada uno cosecha lo que siembra.
Muchos tratan de engañar al Señor, con sus palabras, acciones, y pensamientos, encubriendo la verdad que se hace evidente en sus corazones, pero todo a su tiempo saldrá a la luz, y dará fruto, pues como menciona: cada uno cosecha lo que siembra. Si siembras acciones con amor, cosecharas amor en todas sus manifestaciones; si siembras pensamientos de lujuria, cosecharas acciones de lujuria; si siembras pensamientos y palabras de bondad, entonces, cosecharas bondad; si no te examinas a ti mismo, y presumes, ten cuidado porque lo que has sembrado, pronto saldrá a la luz y ello, revelara lo que hay en tu interior.
Gal 6:8  El que siembra para agradar a su naturaleza pecaminosa,  de esa misma naturaleza cosechará destrucción;  el que siembra para agradar al Espíritu,  del Espíritu cosechará vida eterna.
Si siembras pereza, orgullo, vanidad, vanagloria, odio, rencor, envidia, disensión, contienda, mentira y engaño, cosecharas para ti mismo los frutos, de ello, y luego no digas: ¿Por qué vivo esto o lo otro?, son el resultado de lo que has sembrado en tu mente y corazón, lo que siembras para lo que no es eterno, no dura, siembra placer en tu alma y cosecharas lo único que el placer pasajero puede darte, pero nunca perdurara, buscar ese placer será tu destrucción. Pero si por el contrario siembras para agradar al Espíritu, con amor, paciencia, perseverancia, dominio propio, fe, bondad, alegría, fidelidad, entonces cosecharas del Espíritu vida, eterna, un aquí y ahora de bendición, paz y gozo, que permanecen.
Gal 6:9  No nos cansemos de hacer el bien,  porque a su debido tiempo cosecharemos si no nos damos por vencidos.
Para el alma, es fácil cansarse de hacer lo bueno, porque la semilla del Espíritu demora en dar su fruto, mientras que lo que se siembra en la naturaleza carnal, da una recompensa rápida, pero así mismo, poco duradera. Lo que se siembra en el Espíritu dará fruto a su debido tiempo, no en el tiempo en el que el hombre espera, pues nuestro tiempo es limitado, mientras que el tiempo de Dios es eterno, lo que cosechamos si no nos damos por vencidos, es eterno.
Gal 6:10  Por lo tanto,  siempre que tengamos la oportunidad,  hagamos bien a todos,  y en especial a los de la familia de la fe.
Actuar bien, proviene de una vida de oración constante, solo una consciencia despierta en Cristo, puede hacer bien, pues este bien, es en sí mismo su esencia. Algunos pueden imitarlos, pero sus intenciones y frutos, pronto saldrán a la luz. Aprovechemos cada oportunidad que tenemos para obrar conforme Dios lo dispone en amor y bondad.
Gal 6:11  Miren que les escribo de mi puño y letra,  ¡y con letras bien grandes!
Su intención era clara, la de exhortarles y que quedara clara la importancia de lo que les escribía.
Gal 6:12  Los que tratan de obligarlos a ustedes a circuncidarse lo hacen únicamente para dar una buena impresión y evitar ser perseguidos por causa de la cruz de Cristo.
Parece que la iglesia que se circuncidaba era más aceptada por las facciones judías, daban una mejor impresión a los judíos y evitaban la persecución, con lo cual demostraban la intención de su corazón, que nada tenía que ver con la obediencia a la fe, sino más bien con lo exterior. Aquellos que se encargan de lo externo, viven en esa dimensión, la verdad aún no ha penetrado a su interior, para examinar toda conducta, pensamiento y palabra, con el fin de obligarse a sí mismo, a seguir a Cristo, cueste lo que cueste.
Gal 6:13  Ni siquiera esos que están circuncidados obedecen la ley;  lo que pasa es que quieren obligarlos a circuncidarse para luego jactarse de la señal que ustedes llevarían en el cuerpo.*
Su intención era clara para Pablo y nos la revela con la intención de que no caigamos en el legalismo, o en manos de aquellos cuyas intenciones no provienen de la verdad, pues ni ellos mismos son capaces de poner por obra todo lo que la ley exige, como pues, pretenden ligarlos al yugo pesado de la ley. Pues Pablo lo describe muy bien, ellos solo quieren obligarles para jactarse de la señal que ustedes llevan sea cual sea esta, un tatuaje, un escapulario, una manta o cualquier cosa que pueda ser usada como señal.
Gal 6:14  En cuanto a mí,  jamás se me ocurra jactarme de otra cosa sino de la cruz de nuestro Señor Jesucristo,  por quien* el mundo ha sido crucificado para mí,  y yo para el mundo.
Pablo sabía y nos permite comprender en donde debe estar puesta la mente del obrero cristiano, pues lo único en lo que puede jactarse es: en la cruz en la cual nuestro Señor Jesucristo nos dio libertad; como medio con el cual da muerte a su naturaleza carnal, y a donde toda pasión y deseo de este mundo han sido llevados en obediencia.
Gal 6:15  Para nada cuenta estar o no estar circuncidados;  lo que importa es ser parte de una nueva creación.
De nada sirven las señales, los nombres, las religiones, las posiciones; lo verdaderamente importante es ser. Y el ser concebido como una nueva criatura en Cristo por medio del Espíritu.
Gal 6:16  Paz y misericordia desciendan sobre todos los que siguen esta norma,  y sobre el Israel de Dios.
A todos aquellos que son nuevas criaturas en Cristo, la paz y la misericordia de Dios están disponibles.
Gal 6:17  Por lo demás,  que nadie me cause más problemas,  porque yo llevo en el cuerpo las cicatrices de Jesús.
El escribió estas cosas para que todos nosotros pudiéramos evitar caer en los sutiles engaños, y mentiras que se filtran en la iglesia, porque así como Pablo llevaba las cicatrices de Jesús, nosotros como iglesia, también somos participes de ellas, llevándolas como símbolo de nuestra libertad.
Gal 6:18  Hermanos,  que la gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con el espíritu de cada uno de ustedes.  Amén.

Que la gracia sea con nuestros espíritus una guía constante a la verdad, y nos exhorte siempre a vernos tal cual somos en Cristo, para que dejando todo rudimento falso podamos seguir avanzando en nuestro crecimiento. La gracia es lo único que puede librarnos de caer en el engaño, y lo único que puede permitirnos seguir avanzando en el Señor.

lunes, 18 de agosto de 2014

TIEMPO DE REFLEXIÓN


La historia cuenta que había dos hermanos que se querían con toda el alma. Ambos eran agricultores. Uno se casó y el otro per­maneció soltero. Decidieron seguir repartiendo toda su cosecha a medias. Una noche el soltero soñó: ¡No es justo! Mi hermano tiene mujer e hijos y recibe la misma proporción de cosecha que yo que estoy solo. Iré por las noches a su montón de trigo y le añadiré varios sacos sin que él se dé cuenta. A su vez el hermano casado soñó también una noche: ¡No es justo! Yo tengo mujer e hijos y mi futuro estará con ellos asegurado. A mi hermano, que está solo, ¿quién lo ayudará? Iré por las noches a su montón de trigo y le añadiré varios sacos sin que sé de cuenta. Así lo hicieron ambos hermanos. Y ¡oh sorpresa! Ambos se encontraron en el camino, una misma noche, portando sacos uno para el otro. Se miraron, comprendieron lo que pasaba y se abrazaron con un abrazo de hermano, aún más fuerte, y para siempre.

Pro 17:17  En todo tiempo ama el amigo; 
 para ayudar en la adversidad nació el hermano.

Todo tiene un propósito en la vida, y los hermanos de sangre como los hermanos de fe también lo tienen, están allí para ayudarnos mutuamente, para bendecirnos cuando más lo necesitamos, están allí para consolarnos con sus palabras, para escucharnos cuando nadie más lo hace, están allí para animarnos a seguir adelante aún cuando parezca imposible. Los hermanos de sangre y fe son esa familia que nos bendice, ama y cuida. La historia cuenta la vida de dos hermanos que se amaban y pensaban en lo mejor para el otro, que gran ejemplo, cuando se ama de verdad se piensa así, en dar siempre lo mejor para el otro, el mejor puesto, lo mejores regalos, el mejor tiempo, la mejor escucha, la mejor sonrisa y el mejor consejo. El versículo sacado de proverbios nos recuerda el propósito de la hermandad “ayudar en la adversidad”, si tienes un verdadero hermano en la fe o de sangre, sabes que puedes confiar en él, en medio de la adversidad, si no lo tienes entonces es tiempo de amar y cultivar amistades en las que puedas confiar. La hermandad es también una amistad, debe construirse con el tiempo, la dedicación y el amor que toda relación necesita, para que fortalecida pueda dar siempre frutos agradables y de bendición.

GUÍA DE ESTUDIO

Tiene propósito tu amistad y hermandad?
Eres un hermano que ayuda?
Estas pendiente de aquellos que amas? Sean familia natural o espiritual?

Que puedes hacer hoy por tu hermano de sangre o de fe?

jueves, 14 de agosto de 2014

ESTUDIO BÍBLICO GÁLATAS 5


ESTUDIO BÍBLICO
Por: Camilo Sastoque
Ministerio Unidad de la Fe

Gal 5:1  Cristo nos libertó para que vivamos en libertad.  Por lo tanto,  manténganse firmes* y no se sometan nuevamente al yugo de esclavitud.
Procuremos que nuestros pensamientos y los argumentos legalistas no nublen la verdad, para permitir que nuestro ser se someta a los principios de la ley, porque sabiendo que no es por ella que somos justificados, entreguémonos a aquel que si puede justificarnos por la fe.
Gal 5:2  Escuchen bien: yo,  Pablo,  les digo que si se hacen circuncidar,  Cristo no les servirá de nada.
Los legalistas estaban haciendo circuncidar a todo creyente que volviera a someterse ante la ley, de manera que dejaban de creer en el sacrificio que les había redimido de la esclavitud para someterse de nuevo a él. Por eso las escrituras han de ser sometidas a un estudio completo, en donde la guía completa se pase por las enseñanzas de Cristo para poder revelar con entendimiento la verdad y no quedarnos en la superficie de la ley, sino que revelada en profundidad podamos entender y llevar a cabo con amor y entrega todo lo que Dios nos pide.
Gal 5:3  De nuevo declaro que todo el que se hace circuncidar está obligado a practicar toda la ley.
Qué triste es notar que alguien que ha nacido del espíritu, por la verdad, se vuelva a la ley, para tornarse legalista, permitiendo que el engaño coarte su libertad en Cristo. Quien practica la ley, está obligado a cumplirla toda, pero que ser puede cumplirla sin error, ninguno. La ley es una guía, que debe ser trascendida en el amor y la guía de Dios para obedecerla, sin que ella se vuelva un lazo.
Gal 5:4  Aquellos de entre ustedes que tratan de ser justificados por la ley,  han roto con Cristo;  han caído de la gracia.
Al caer de la gracia han dejado de confiar en ella, para confiar en la justificación por la ley, en la cual solo hay perdición porque no pueden las obras, ni lo superficial, llegar a lo profundo, quien practica la ley como forma de autojustificación abandona la gracia, pero quien pone en práctica la ley y persigue la gracia, entonces es verdaderamente libre.
Gal 5:5  Nosotros,  en cambio,  por obra del Espíritu y mediante la fe,  aguardamos con ansias la justicia que es nuestra esperanza.
La obra del Espíritu Santo y la fe que nos han sido entregadas para salvación, y perfeccionamiento de nuestro ser, no se basan en la justicia propia, sino que aguardan con esperanza y paciencia la justicia que nos fue revelada en la Cruz. Los que entienden la verdad pueden esperar con paciencia, perseverando y ofreciendo su vida en sacrificio vivo.
Gal 5:6  En Cristo Jesús de nada vale estar o no estar circuncidados;  lo que vale es la fe que actúa mediante el amor.
Para el creyente de nada sirven todos los actos externos que este pueda realizar para justificar su creencia, pues en realidad lo que importa es de donde surgen, de la consciencia y el amor que provienen de Dios? o de la inconsciencia y el engaño que buscan autojustificarse con las obras. El camino de la fe, persiste en obrar con amor, pero no confundas amor con la emoción o el sentimiento, sino que el amor es un estado de unidad con el padre, mediante el cual la fe puede obrar poderosamente.
Gal 5:7  Ustedes estaban corriendo bien.  ¿Quién los estorbó para que dejaran de obedecer a la verdad?
Según Pablo, el mismo les había visto ir en pos de la verdad, pero parece que algo se ha entrepuesto entre ellos y Dios, algo les estorba, su visión no es clara, porque si pudieran ver, entonces, entenderían que corren en la dirección equivocada. Quien corre por sus propios méritos, está fuera de la gracia.
Gal 5:8  Tal instigación no puede venir de Dios,  que es quien los ha llamado.
Aquí está la razón del porque se desviaron, ellos no provenían del padre. Aunque habían recibido el mensaje, este les fue arrebatado por Satanás quien usando otros predicadores y otro mensaje les robo la semilla que fue puesto en sus corazones. La instigación de las tinieblas por apartar al hombre de la verdad es frecuente e intensa, por eso debemos aferrarnos a Dios y a la verdad, permitiendo que esta permee todo nuestro ser.
Gal 5:9  "Un poco de levadura fermenta toda la masa."
Si permitimos así sea un poco de la levadura, que representa a la enseñanza equivocada, aquella que nos aparta del camino, no aquella que nos acerca y confirma en el Señor, entonces ella terminara al igual que la levadura que es pequeña, fermentando toda la masa. Pablo mismo nos ha dicho: “examinadlo todo; retened lo bueno” (1tesalonicenses 5:21).
Gal 5:10  Yo por mi parte confío en el Señor que ustedes no pensarán de otra manera.  El que los está perturbando será castigado,  sea quien sea.
Siempre aquellos que distorsionan la verdad terminan recibiendo lo que es justo, por eso Pablo que confía en el Señor, les exhorta para que sean llamados a la verdad y dejen de someterse ante el yugo de la ley.
Gal 5:11  Hermanos,  si es verdad que yo todavía predico la circuncisión,  ¿por qué se me sigue persiguiendo?  Si esa fuera mi predicación,  la cruz no ofendería tanto.
Los judíos perseguían a todos aquellos que daban primacía a la cruz, como el sacrificio que purgaba nuestros pecados, pero escuchaban a aquellos que se sometían a la ley, de manera que seguir los preceptos judíos era volverse acepto para todos, pero seguir la gracia, era causa de persecución.
Gal 5:12  ¡Ojalá que esos instigadores acabaran por mutilarse del todo!
Les fuese mejor si se mutilaran aun hasta sus propias lenguas para que se alejaran de caer en el engaño y la mentira.
Gal 5:13  Les hablo así,  hermanos,  porque ustedes han sido llamados a ser libres;  pero no se valgan de esa libertad para dar rienda suelta a sus pasiones.  Más bien sírvanse unos a otros con amor.
La libertad que se alcanza con la gracia, no debe ser usada para dar rienda suelta a nuestras pasiones y deseos; como algunos siguen haciéndolo, más bien, que esta sea usada para servir con amor unos a otros. Pues libres de todo yugo el hombre puede amar con libertad y servicio.
Gal 5:14  En efecto,  toda la ley se resume en un solo mandamiento: “Ama a tu prójimo como a ti mismo."*
Pablo al igual que Jesús, comprende que la ley se puede resumir en un solo mandamiento; pues amarse a sí mismo solo es posible cuando el amor de Dios se revela a nuestras vidas, sintiéndonos amados podemos realmente amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos, antes solo será una mentira.
Gal 5:15  Pero si siguen mordiéndose y devorándose,  tengan cuidado,  no sea que acaben por destruirse unos a otros.
Pero si algunos siguen insistiendo en sus propios deseos y pasiones, el dolor, la muerte espiritual será algo con lo que tendrán que lidiar, al no predicar la verdad y no hacer caso a esta.
Gal 5:16  Así que les digo: Vivan por el Espíritu,  y no seguirán los deseos de la naturaleza pecaminosa.
Aprendan a vivir por el Espíritu, en el cual no hay divisiones, ni contiendas, más bien la verdad se revela en todo, para dar propósito, sin ella solo seguirán los deseos de su naturaleza carnal que los conducirá a la destrucción. Vivir por el Espíritu consiste en vivir bajo la guía y la presencia continua de Dios en nuestras vidas.
Gal 5:17  Porque ésta desea lo que es contrario al Espíritu,  y el Espíritu desea lo que es contrario a ella.  Los dos se oponen entre sí,  de modo que ustedes no pueden hacer lo que quieren.
Aquí es clara la confrontación que existen entre la naturaleza divina o del Espíritu y la naturaleza carnal o natural, pues cada una desea algo contrario, una desea la luz, la otra las tinieblas, por eso el hombre espiritual no puede hacer lo que quiere y ya; necesita trascender esta naturaleza carnal para poder vivir por el Espíritu.
Gal 5:18  Pero si los guía el Espíritu,  no están bajo la ley.
Aunque la naturaleza carnal este presente, si la guía del Espíritu está presente, alerta, consciente, viva y bien alimentada por la oración y las escrituras, vivirán una vida guiada por la verdad, sintiendo la libertad que se experimenta al no estar bajo el yugo de la ley.
Gal 5:19  Las obras de la naturaleza pecaminosa se conocen bien: inmoralidad sexual,  impureza y libertinaje;
La naturaleza carnal solo puede conducirnos a la destrucción de nuestro propio ser, ella controla la voluntad del hombre y le dirige a su perdición. La inmoralidad sexual, la impureza de la misma, y el libertinaje son el resultado de alimentar esta naturaleza, con los deseos y pasiones que no tienen control, ni fin. El deseo sexual es algo que desenfrenado y sin el Espíritu puede llevarte a tener una sexualidad descontrolada, en donde la relación con una mujer, el sexo en el matrimonio, ya no dan satisfacción; por ello se recurren a otras mujeres, a la pornografía, a la homosexualidad como el resultado de una mente y voluntad permeadas por unas pasiones desenfrenadas. Empieza por la sexualidad, porque es la más cercana a los deseos del hombre, la sexualidad brinda al hombre un estado de placer como ningún otro, solo comparable a las drogas, de manera que la naturaleza carnal busca destruir toda fuente de energía canalizándola hacia su destrucción con engaños y mentiras.
Gal 5:20  idolatría y brujería;  odio,  discordia,  celos,  arrebatos de ira,  rivalidades,  disensiones,  sectarismos
La idolatría y la brujería son iguales pues desvían el corazón del hombre hacia sustitutos de la verdad, y la verdadera adoración que Dios demanda. El odio, la discordia, los celos, la ira, las rivalidades, disensiones y sectarismos provienen del ego, la codicia, la vanagloria de un alma dominada por sus pasiones. En ellas el hombre solo muestra la falta de luz que hay en su interior, las tinieblas se revelan en su accionar, permeando sus emociones, sus pensamientos y acciones para contaminarlos y desviarle de la verdad. Pues un corazón que está saturado por estos sentimientos no puede ver la luz.
Gal 5:21  y envidia;  borracheras,  orgías,  y otras cosas parecidas.  Les advierto ahora,  como antes lo hice,  que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.
Las envidias, borracheras, orgias y cosas similares, son muestras de que la naturaleza carnal ha dado fruto y por ellos es reconocida. No pueden heredar el reino porque se encuentran divididos a sí mismos por el control que sus deseos ejercen sobre ellos, sin que se den cuenta sus acciones, muestran el compromiso o el grado de injerencia de la naturaleza carnal sobre el ser y la existencia del hombre.
Gal 5:22  En cambio,  el fruto del Espíritu es amor,  alegría,  paz,  paciencia,  amabilidad,  bondad,  fidelidad,
En cambio aquel que ha rendido su ser a Dios, que ha sometido su voluntad y vive por el Espíritu tiene el poder, el dominio propio y el amor para poder obrar conforme al designio divino. Su accionar solo puede dar frutos de amor, paz, alegría, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio, como el resultado de vaciarse a sí mismo, de morir a sí mismo y dejar que la naturaleza divina se haga real en su vida.
Gal 5:23  humildad y dominio propio.  No hay ley que condene estas cosas.
La ley no puede condenar estas cosas, porque quien así actúa, está libre de la ley. Con la ley era casi imposible obrar de tal manera, porque sin el Espíritu en nosotros, trascender la ley no se podía, pero con el Espíritu la ley puede ser trascendida por el amor y sus frutos.
Gal 5:24  Los que son de Cristo Jesús han crucificado la naturaleza pecaminosa,  con sus pasiones y deseos.
Es importante que como creyentes pongamos mucha atención a este segmento, porque el revela lo que el creyente debe comprender y vivir. Una crucifixión de su naturaleza pecaminosa, y esto no ocurre por algo que hagamos, sino por algo que comprendemos en nuestro corazón para que se vuelva una realidad en nuestras vidas. Crucificamos nuestras pasiones y deseos cuando vivimos de manera continua en la presencia de Dios.
Gal 5:25  Si el Espíritu nos da vida,  andemos guiados por el Espíritu.
Si tenemos el Espíritu Santo que nos da vida espiritual, porque hemos de volver a los rudimentos de la ley, en la cual solo hay esclavitud.
Gal 5:26  No dejemos que la vanidad nos lleve a irritarnos y a envidiarnos unos a otros.

No permitan que el conocimiento que envanece la mente, nos lleve a irritarnos cuando somos confrontados por la verdad, más bien dejemos de lado toda envidia, y vanidad, desechémoslas como lo que son, frutos de una naturaleza caída, para empezar a vivir como seres espirituales en paz, amor y confiados de la gracia que nos permite obrar con amor.