domingo, 20 de octubre de 2013

PREDICA DOMINICAL - NO SOMOS DE LOS QUE TRAFICAN CON LA PALABRA DE DIOS



PREDICA DOMINICAL
Por: Camilo A. Sastoque M.
Ministerio Unidad de la Fe

NO SOMOS DE LOS QUE TRAFICAN CON LA PALABRA DE DIOS

PASAJE

2Co 2:17  A diferencia de muchos,  nosotros no somos de los que trafican con la palabra de Dios.  Más bien,  hablamos con sinceridad delante de él en Cristo,  como enviados de Dios que somos.

INTRODUCCION

Este mensaje ha sido escrito por Pablo preocupado por que la palabra no estaba siendo predicada como debiera, y sabiendo lo que esto produciría, falsedad, falsos creyentes, habla con sinceridad y reconviene al pueblo de Dios para que atiendan a la palabra verdadera.

Muchos son los que han falsificado el mensaje que fue predicado por Jesús, y el mensaje de las escrituras sintetizado en El, debido a que nuestra naturaleza es muy audaz, ella sabe que este mensaje es poderoso, que puede trasformar vidas, que con él puede conseguir manipular o alcanzar lo que su ego anhela, aunque sus vidas nunca hayan sido trasformadas, predican porque saben que ello les genera un beneficio económico, una posición, un lugar de preeminencia, y la forma de conseguir o manipular lo que desean.

Es posible que con la palabra de Dios se trafique?, si desgraciadamente sí, porque?, porque de la abundancia del corazón habla la boca (Mateo 12:34), alguien que vive en falsedad, solo puede dar falsedad, trafica con la palabra porque no ha permitido que ella le trasforme, más bien habla de lo que le conviene, si ha de necesitar recursos para respaldar sus deseos, entonces sus predicaciones están sustentadas en ello, si ha de conseguir aliados o seguidores, entonces buscara lo que más le conviene para darlo y conseguir lo que busca, es allí donde se trafica con la palabra cuando la vendes queriendo obtener un beneficio de ella, y no permites que ella toque tu corazón, sino que la moldeas para hacer de ella un negocio. Quien habla la verdad puede sustentar todo lo que dice o predica siempre en la escritura, no buscara otras ayudas para sustentar lo que dice.

La predicación se ha convertido en un negocio muy lucrativo para algunos, porque saben que como todo negocio hay que darle al cliente lo que el pide o necesita, cuando empiezas a actuar de esta manera entonces estas traficando, no predicamos lo que los hombres necesitan, sino que los llamamos al arrepentimiento, es nuestra misión, no hay ninguna otra misión diferente para el creyente en la escritura, sino la de poner por obra lo que la escritura menciona, no predicamos lo que nos gusta, sino lo que Dios dice que hemos de predicar, traficamos o falsificamos el mensaje cuando ponemos por encima al hombre, que ha Dios.

DESARROLLO

Qué clase de palabra estas recibiendo?, en tu iglesia se está predicando todo el consejo de Dios, o se predica lo que más conviene al líder espiritual, se predica sobre el pecado, la gracia, el arrepentimiento, o tan solo sobre las promesas, bendiciones, y castigos por no seguir lo que se ordena desde el pulpito, la palabra es tan poderosa que divide el alma y el espíritu (Hebreos 4:12), pero para quien no ha sido trasformado por ella, esta puede ser un artículo con el cual traficar, el cual se puede falsificar, cambiar y trastornar conforme a sus propios deseos, revisa lo que se predica desde el pulpito para que puedas entender si se trafica con la palabra o si con sinceridad se expone todo el consejo de Dios, porque no predicamos lo que queremos, predicamos lo que está en la escritura, no predicamos sobre lo que se nos antoja o acomodamos principios de la nueva era a la manera cristiana, sino más bien dejamos que la escritura moldee nuestras vidas y le permitimos que sea ella quien trasforme el corazón del hombre.

La trasformación del hombre no proviene de nuestras habilidades o de la forma en que predicamos, he visto iglesias llenas de seguidores, pero no de discípulos, la diferencia entre un seguidor y un discípulo te permitirá entender que la mentira puede engañar a unos pocos, pero la verdad puede liberar a miles, un seguidor, te sigue porque sabe que puede sacar algo de ti, pero no quiere cambiar, tan solo va por lo que necesita, mientras un discípulo ha comprendido que no sabe nada, que necesita ser guiado para poder comprender, que necesita de Jesús como su maestro y de la escritura para ser guiado y atiende a la iglesia para entrenarse y poder dar de lo recibido, un seguidor solo quiere para él lo que recibe, mientras que un discípulo todo lo entrega, porque ha comprendido que el nada posee y lo que tiene es para administrarlo según el consejo de Dios.

No traficamos con la palabra porque con sinceridad hablamos de lo que Dios ha hablado a nuestro corazón, no traficamos ni falsificamos la escritura porque confiamos en que es ella, la que trasforma el corazón del hombre, confiamos en que entregamos el mensaje sin adulteraciones, tan claro como fue entregado, y con humildad reconocemos que hemos escuchado falsedades, pero que la escritura misma nos ha respondido nuestras inquietudes con respecto a todo, de manera que como Pablo, les exhortamos a escuchar, leer y poner por obra toda la escritura, no solo lo que nos conviene, lo que nos parece fácil y agradable, sino también aquello que nos confronta con nuestra naturaleza carnal y que nos impide seguir creciendo espiritualmente.

CONCLUSION

Hemos aprendido de los errores, y con sabiduría aprendemos de los errores de los demás, para no caer en el tráfico de la escritura, en la falsedad, sino que con verdad hablamos, y quien atiende al Padre conocerá que lo que hacemos lo hacemos para Su gloria y honra, no esperamos alabanzas, ni aplausos, solo hacemos lo que hemos sido enviados a hacer, poniendo toda nuestra confianza en que no es por nosotros que suceden las cosas, sino que es por Su gracia, y a ella nos entregamos entendiendo que lo hacemos porque Él fue quien nos envió, de igual manera aprende a confiar en todo el consejo de Dios, en la escritura, ella está por encima de lo que predicamos los hombres, solo ella puede llevarte a la vida eterna y conducirte a una nueva vida en Cristo.

Si has caído en alguna doctrina o enseñanza errónea que no concuerda con la escritura, pregunta, busca para que Dios te pueda revelar la verdad, y así puedas vivir con sinceridad para con el Señor, no tratando de agradar a los hombres, sino más bien poniendo por obra lo que te indique la escritura, desapégate de la confianza que has puesto en el hombre y confía con todo tu corazón en que Dios puede guiarte a la verdad, con el tiempo aprenderás a discernir lo bueno de lo malo, lo falso de lo verdadero, para que con devoción y entrega puedas vivir una vida como creyente que agrade y de gloria a Su nombre.

Oremos, Señor, permite que tu escritura penetre lo más hondo de nuestro ser, para que sea ella y no el hombre quien pueda traer la verdad a nuestros corazones, para que aprendiendo cada día a confiar en ti, podamos poner por obra toda recomendación de la escritura, y que ella quite toda falsedad que hayamos podido recibir de aquellos que trafican con la escritura, si hemos traficado con ella y la hemos acomodado a nuestras necesidades, quema con el fuego de tu Espíritu lo que sea profano, la mentira y permite que solo la verdad se mantenga, para que viviendo con sinceridad hagamos lo que hemos sido enviados a hacer, predicar y enseñar todo lo que Cristo nos enseñó.

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