lunes, 15 de abril de 2013

TIEMPO DE REFLEXIÓN



Siempre estuve segura de que me había tocado la mamá más mala del mundo. Desde que era muy pequeña, me obligaba a desayunar o a tomar algo por la mañana. Antes de ir a la escuela, por lo menos debía tomar leche, mientras que otras madres ni se ocupaban de eso. Me hacía un sándwich o me daba una fruta, cuando los demás niños podían comprar papitas y comer otras cosas ricas. ¡Cómo me molestaba eso! Y también sus palabras: "Come. ¡Anda! i No dejes sin terminar! ¡Acaba! ¡Hazlo bien! ¡Vuelve a hacerlo!". Y así siem­pre... Violó las reglas al poner a trabajar a menores de edad, y me obligaba a tender mi cama, a ayudar en la preparación de la comida y hacer algunos mandados. El más horrible era ir por las tortillas con ese calor y las largas filas. ¡Cuánto trabajo!
Fui creciendo y mi mamá se metía en todo: "¿Quiénes son tus ami­gas? ¿Quiénes son sus mamás? ¿Dónde viven?..". Lo peor fue cuando empecé a tener amigos. Mientras las otras amigas los po­dían ver a escondidas, yo los tenía que pasar a la sala y presentar­los. ¡Era el colmo! Y el interrogatorio de costumbre: "¿Cómo te llamas? ¿Dónde vives? ¿Qué estudias? ¿Trabajas?..". Los quehaceres fueron en aumento... que barre, que arregla el clóset, todo eso era enfadosísimo. Los años también pasaron. Me casé e inicié una nueva familia. Ahora soy madre también, y en este 10 de mayo me he acercado a dar gracias al Señor por mi mamá.
Gracias al cuidado que tuvo con mis alimentos crecí sana y fuerte, y cuando llegué a enfermarme me cuidó con mucho cariño. Gracias a la atención que puso en mis tareas logré terminar mi carrera. Gracias a que me enseñó a hacer labores en la casa ahora tengo mi hogar limpio y ordenado y sé administrar mi hogar. Gracias al cuidado que puso para que yo escogiera a mis amigas aún conservo algunas, que son un verdadero tesoro... Gracias a que conoció a mis amigos, pude darme cuenta quién era el mejor y ahora es mi esposo. "Gracias, Señor", le dije desde el fondo de mi corazón, "por darme' a mi mamá, a mi mamá querida, a quien sólo le vi defectos y no cualidades, a esa mamá, que me ha amado tanto y me formó tan bien. Sólo te pido, Señor, que ahora que tengo mis hijos, me consideren la mamá más mala del mundo".
Heb 12:11  Ciertamente,  ninguna disciplina,  en el momento de recibirla,  parece agradable,  sino más bien penosa;  sin embargo,  después produce una cosecha de justicia y paz para quienes han sido entrenados por ella.
Muchas veces creemos que lo que hacen o hicieron nuestros padres fue o es tan molesto, pero si miramos muchas de las cosas y virtudes que podemos disfrutar hoy como la educación, los valores, los principios y nuestra Fe son debidas a esos años en que queríamos hacer lo que mejor nos parecía y nuestros padres no nos lo permitían sino que intervenían allí para disciplinarnos con cosas que al principio nos parecían tediosas como tender la cama, pero que hoy cuando tiendo mi cama me doy cuenta que fue sencilla la orden siempre ha sido y será importante la disciplina que adquirí al hacerlo, y que aquellas cosas en las que no se me disciplino, me han costado más para poderlas realizar, que clase de padres espirituales y naturales somos, unos alcahuetas o unos padres amorosos pero disciplinadores para formar una generación que cambie el mundo. Como el versículo menciona ninguna disciplina es causa de gozo, o quien es capaz o fue capaz de decir, que gusto tener que levantarse o madrugar para ir al colegio, de seguro “nadie”, pero al final eso nos ha permitido levantarnos temprano para aprevechar el tiempo, o para ser puntuales, y de seguro para muchas otras cosas más, recuerdo que no me gustaba que me pusieran en el colegio a leer libros tediosos, pero hoy cuando disfruto la lectura de un buen libro, me doy cuenta que eso provino de lo que me inculcaron aun en el colegio, que podamos dar y soportar la disciplina que proviene de Dios para perfeccionarnos, y así dar mejores frutos de bendición para la familia, la iglesia y la sociedad. Que aunque nos consideren cansones, aburridos, y otras cosas más, al final entenderán como la chica de la historia, bendiciones.

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